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El ALBA es la luz de los pueblos de América

2 de Febrero de 2008
La Alternativa Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (ALBA) impulsa la integración y el intercambio económico justo entre los pueblos. Para los países más pobres del continente, la energía es vital para activar y reactivas las economías.

El Gobierno Bolivariano impulsa una política de integración, económica, cultural, social y política desde la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (ALBA), en términos de equidad, solidaridad y justicia hacia los pueblos hermanos de la América. Actualmente, está integrada por Bolivia, Nicaragua, Cuba, Venezuela y Dominica, que se adhirió en la VI Cumbre del ALBA que se realizó en la ciudad de Caracas entre el 24 y el 26 de enero.

Venezuela posee reservas de petróleo probadas que alcanzan los 80 mil 582 millones de barriles, y se espera que con la certificación de las reservas de la Faja Petrolífera del Orinoco se adicionen 236 mil millones de barriles de crudos pesados y extra pesados. Estas cifras certificarán al territorio venezolano como el de mayores reservas de petróleo del mundo. El presidente Hugo Chávez ha dicho, en reiteradas oportunidades, que el petróleo venezolano está destinado a cubrir las necesidades de los pueblos de América Latina y el Caribe.

Es así, como el Gobierno Bolivariano ha emprendido la creación y consolidación de acuerdos de cooperación energética como Petroamérica, que a su vez agrupa a Petrocaribe, Petrosur y Pretoandina Gas. Con estos acuerdos el gobierno venezolano establece relaciones de cooperación energética, con todos los bloques de integración regional.

Petroamérica es hija del ALBA

Petroamérica es una propuesta de integración que nació en la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de nuestra América. Se fundamenta en los principios de solidaridad y complementariedad de los países en el uso justo y democrático de los recursos energéticos. Su fin es garantizar el acceso de los pueblos a estos recursos y así reducir las asimetrías económicas y sociales para erradicar la pobreza.

En el ámbito de Petroamérica se abarcan las siguientes áreas de cooperación:

• Suministro de crudo y productos.

• Intercambio de bienes, servicios, desarrollo de infraestructura, financiamiento.

• Diseño, construcción y operación conjunta de refinerías, facilidades de almacenamiento y terminales.

• Comercialización conjunta de crudos, productos, asfaltos y lubricantes.

• Transporte y logística.

• Exploración y explotación conjunta de petróleo y gas.

• Procesamiento y comercialización de gas.

• Petroquímica.

• Tecnología / adiestramiento.

• Combustibles ecológicos.

• Políticas públicas.

El ALBA devolvió la luz a los pueblos

Cuba y Nicaragua conocieron muy de cerca los llamados apagones. En estos países el suministro de energía eléctrica que mantiene encendidos los motores de las industrias, los quirófanos, los refrigeradores en el hogar y las bombillas en las calles, eran tan deficientes que el abastecimiento llegó a estar suspendido por horas.

Nelson Artola, presidente del Fondo de Inversión Social de Emergencia de Nicaragua, explicó la importancia que ha tenido el ALBA para este país centroamericano: “con el ALBA nosotros hemos superado los apagones que eran hasta de 18 horas, se superó en su totalidad el tema de la ineficiencia de energía”.

Actualmente, Nicaragua y Venezuela están invirtiendo en proyectos de energía geotérmica, hídrica y eólica, para ponerla a la disposición del ALBA y del resto de los países de Centroamérica, quienes sufren actualmente la falta de energía.

Para Artola el ALBA es la verdadera alternativa. “No solamente para nosotros como nicaragüenses sino también, para todas las naciones de América Latina, porque es la causa justa de los pobres. Nosotros hemos concretado varios proyectos de desarrollo económico y social que nos permiten entrar en una relación multilateral y de manera bilateral con Venezuela, podemos destacar el tema energético que es un tema muy avanzado entre nuestras naciones. Lo que nos ha permitido tener el suministro de petróleo para atender la emergencia energética, que dejaba a oscuras al país, paralizando la economía nacional”, afirmó.

La guerra es por el petróleo

El petróleo, en nuestros días, mueve las industrias de los países industrializados. Estados Unidos de Norteamérica es el mayor consumidor de petróleo del mundo, el cual importa de otros países, entre ellos, Venezuela. Esta potencia sabe mejor que nadie que el petróleo es un recurso natural no renovable y que cada día se agota. La crisis energética se avecina, es por eso que algunos especialistas en el ámbito petrolero afirman que este país necesita controlar las reservas de petróleo y gas del mundo, antes de que llegue ese momento. De no hacerlo su economía capitalista sucumbirá.

Venezuela está trabajando para certificar las reservas de petróleo en la Faja Petrolífera del Orinoco, que la convertirá oficialmente en el país con las mayores reservas del mundo, superando a Arabia Saudita, cuyas reservas actualmente son de 265 mil millones de barriles. Las reservas de petróleo se agotarían en el 2043, según diversos estudios. Esta fecha puede acercarse si se aumenta el consumo, tal como se viene haciendo en los últimos años.

Los pueblos de América están concientes de esta situación, es por eso que cada día resguardan más los recursos naturales. Fernando Bossi, secretario del Congreso Bolivariano de los Pueblos, explica que: “todos sabemos que el tema de la energía es central no solo para América Latina, sino también para todos los pueblos del mundo. El dominio de los recursos naturales es una cuestión estratégica para la supervivencia y para la soberanía de las naciones. Nuestro potencial es inmenso”.

Para Bossi la política energética es una política de unidad y liberación. A su criterio la participación de los movimientos sociales y de los trabajadores del sector energía es vital en la defensa de estos recursos. Recordó la importancia que tuvo el pueblo y los trabajadores venezolanos en la recuperación de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) durante el paro petrolero en abril de 2002.

Raúl Orneles, en un ensayo titulado América Latina: Territorio de Construcción de la Hegemonía, aporta datos interesantes que explican la actual política del gobierno de Estados Unidos, por la conquista de los recursos energéticos del continente. Para este autor la “seguridad nacional” de Estados Unidos, tiene como prioridad el control de los energéticos. Para lograr su fin, este país se vale de mecanismos como instalación de bases militares, combate de movimientos armados contrarios a sus intereses, políticas de cooperación económica, actividades humanitarias y de protección del medio ambiente.

Esta política tiene su razón de ser en la dependencia extranjera que tiene el citado país en cuanto al suministro de petróleo, el cual consume en grandes cantidades, ya que de este depende su flota industrial.

Por otro lado, Juan Edgardo González plantea en su trabajo, El petróleo recurso natural estratégico no renovable, que las guerras que se desarrollaron y que se desarrollan en este momento, tienen como principal motivo el control del petróleo.

Según González, las guerras las hacen las potencias económicas que paradójicamente no son petroleras, pero sus economías dependen en gran porcentaje de este recurso. Las guerras en los últimos tiempos, caso especifico de Irak, se han realizado en nombre de la libertad y la democracia.

De acuerdo con sus planteamientos, Estados Unidos, artífice de la guerra por y para la libertad de los pueblos, necesita garantizar el suministro de crudo en el futuro, cuando el mundo entre en la crisis de la energía y los precios del crudo se eleven de manera insospechable.

(Por: Dexy García / Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información, Venezuela)
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