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La “balcanización” de Bolivia es un peligro real.

12 de Mayo de 2008
La “balcanización” de Bolivia es un peligro real (Imagen: http://molierico.blogspot.com)
La aplicación de un curso consecuente de la administración de G. Bush con vistas a “balcanizar” la situación en Bolivia es parte de la idea global a gran escala para derrocar a los regímenes “hostiles” de Venezuela, Ecuador y Nicaragua. Por supuesto, Cuba también figura en la lista de países que deben ser “democratizados” como parte del interés geopolítico de los Estados Unidos dentro de los parámetros de completa subordinación al imperio (siguiendo el modelo salvadoreño - georgiano).

Por el momento, Washington se abstiene de aplicar las variantes tradicionales para derrocar a estos gobiernos indeseables. No obstante, analistas objetivos destacan la preparación metódica que llevan a cabo los servicios especiales norteamericanos de las premisas para realizar golpes de estado en Bolivia, Venezuela y otros países recurriendo a la experiencia exitosa de las “revoluciones de colores” en Europa del Este y en el espacio post soviético. Las condiciones políticas y socio - económicas internas para estos fines ya existen en los países latinoamericanos antes mencionados.

Desde el punto de vista de los halcones de Washington, el eslabón más débil en la cadena de “Estados hostiles” es Bolivia con su situación de crisis permanente, heredada de gobiernos anteriores, orientados hacia los EUA. Por largos decenios, los serios problemas del país no han tenido solución. Las relaciones entre Bolivia y los EUA se formaron sobre la base de una subordinación neocolonial. Los norteamericanos campeaban por su respeto en el país, controlaban su economía, disponían de sus recursos naturales, dirigían su política exterior, “organizaban” sus campañas electorales y designaban “sus” gobiernos. En todo este actuar, la mayoría indígena de la población (hasta un 60%) era ignorada o se hallaba bajo presión constante con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico. Se hacía ver que los campesinos cocaleros eran los culpables de suministrar la materia prima a los laboratorios secretos para producir cocaína.

Ahora resulta que tras dos años de gobierno de Evo Morales, indígena de procedencia aymara, la todopoderosa maquinaria propagandística del imperio lo responsabiliza de todas las dificultades de la vida boliviana. “¡Evo Morales es el responsable de todo!”, tal es tema de los ataques, acusaciones y de las más desvergonzadas calumnias contra este líder que se esfuerza por romper la trágica tradición de humillación nacional y de obediencia silenciosa a los dictados del imperio. En sus diarios ataques contra Morales, se aprovecha activamente de su influencia en el entorno de la élite burguesa, la que sistemáticamente ha rechazado al “elemento” indígena como algo “racialmente ajeno”. Para ella, el actual presidente de Bolivia no es más que un “macaco”, es decir, un “mono”, lo cual no cesan de repetir los medios de información masiva de la oposición

La diplomacia y los servicios especiales norteamericanos emprenden todo lo posible para que los esfuerzos reformadores del gobierno de Morales fracasen, de modo de poder acusar al presidente de “incapacidad para ejercer el cargo”. Bajo este pretexto pudiera ser separado de la presidencia, con la ayuda, por supuesto, de la influyente quinta columna que hasta el día de hoy aún ejerce un control significativo en la economía, las finanzas y los medios de información masiva (un esquema análogo es el que utiliza Washington también en Venezuela para desacreditar al presidente Hugo Chávez).

Como testimonio de las acciones antigubernamentales de los EUA en Bolivia está el reciente escándalo por espionaje en el que uno de los jóvenes voluntarios de los Cuerpos de Paz declaró públicamente que un funcionario del servicio de seguridad de la embajada de los EUA en La Paz intentó reclutarlo para que ofreciera informaciones acerca de los cubanos y venezolanos que se encuentran en Bolivia. Tuvieron gran resonancia las informaciones referidas a que algunas pequeñas unidades de la contrainteligencia boliviana reciben “subsidios” de fuentes norteamericanas y, como corresponde en estos casos, suministran informaciones no al gobierno boliviano, sino a la embajada de los EUA. A propósito, la investigación de este caso la está llevando el Senado del parlamento, dominado por la oposición. ¿Sabrá o querrá la comisión del Senado profundizar hasta la escala real de la subordinación de los servicios especiales bolivianos a aquellas fuerzas que pagan y “encargan la música”? Es muy dudoso… No por gusto en sus intervenciones, Evo Morales se ha referido en más de una ocasión a que su vida corre peligro.

Las tendencias separatistas constituyen un poderoso factor de desestabilización en Bolivia. Los gobernadores de los departamentos de Santa Cruz, Beni, Tarija y otros se pronunciaron a favor del derecho a la autonomía, afirmando hipócritamente que no son separatistas, sino que sólo persiguen el fin de “descentralizar” la dirección y la vida económica lo cual, a su modo de ver, resultaría beneficioso para el país.

El separatismo en Bolivia es atizado por los halcones de Washington. En opinión de Evo Morales, el embajador de los EUA en Bolivia, Philip Goldberg (su designación anterior fue en Kosovo) pasa mucho más tiempo en los departamentos separatistas que en La Paz.

El referendo sobre la “autonomía” y los “grandes derechos” sobre los recursos naturales de la región (los energéticos en primer lugar) se llevó a cabo en el Departamento de Santa Cruz el 4 de mayo y, según afirman sus organizadores, obtuvo un respaldo de la mayoría de la población (cerca de un 80%). El gobierno de Bolivia considera el referendo ilegal y sus resultados, manipulados. Para junio - julio está fijada la fecha de realización de los referendos en los otros departamentos “en la oposición”.

El 8 de mayo, sorpresivamente el Senado boliviano tomó la decisión de realizar en un plazo de 90 días un referendo sobre la confianza en el Presidente. Hace varios meses, el propio Evo Morales propuso realizarlo como opción para salir de una crisis política. El tema del referendo sobre la confianza en el Presidente y en 9 gobernadores se debatió largamente y se pospuso. Así es que ahora los bolivianos tendrán que responder una sola pregunta: ¿Está usted de acuerdo con que continúen las reformas que llevan a cabo el Presidente Evo Morales Aima y el Vicepresidente Álvaro García Linera?

El fuego bajo “la caldera boliviana” está siendo atizado por todos los enemigos del “socialismo indígena” que Evo Morales y sus seguidores pretenden construir. La perspectiva de la “balcanización” de Bolivia se va haciendo cada vez más real. Y si la caldera explota, la catástrofe afectará a toda la región, creando con ello las condiciones para una intervención directa del imperio.

Olga Lopez, Tiwy.com
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