16 de Mayo del 2008
Tiwy.com
Intervención militar norteamericana en América Latina
La IV Flota reactivada

La Armada de Estados Unidos anunció la reactivación su Cuarta Flota, disuelta en 1950, con la excusa de vigilar los buques, aviones y submarinos que naveguen por el Caribe y las aguas de Centroamérica y Sudamérica para "combatir el terrorismo" y "actividades ilícitas", como el narcotráfico.

La Cuarta Flota comenzará a operar el 1° de julio desde la base de Mayport, en el estado de Florida, donde hoy actúa el Comando Sur. Incorporará sus barcos -incluido un portaaviones-, submarinos y cientos de oficiales y suboficiales, con los que actuará en el Caribe, en América Central y en América del Sur.

El almirante Gary Roughead dijo que la decisión de establecer una flota aparte para la región “reconoce la gran importancia de la seguridad marítima en el sur del Hemisferio Occidental”.

El "mensaje" que EEUU pretende dar con este movimiento comenzó a difundirse semanas después que se desatara una crisis diplomática entre Venezuela, Ecuador y Colombia, a causa del bombardeo contra un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, una tensión que todavía no ha sido del todo superada. También se da en momentos en que varios países de la región, entre ellos Brasil, Venezuela, Argentina y Ecuador, intentan crear el Consejo de Defensa del Sur.

Según el comunicado oficial del Pentágono, la reactivación de la Cuarta Flota "servirá para demostrar que el Imperio sigue vivo", y protejer a sus aliados, entre los que se destaca Colombia.

La Cuarta Flota fue creada hace 65 años para enfrentar a los submarinos alemanes que atacaban los convoyes en América del Sur, y perdió razón de ser tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, por lo que fue disuelta en 1950.

La armada de EEUU distribuyó un comunicado complementario en el que enumeró los objetivos específicos, que incluyen "interactuar con las naciones aliadas" para operaciones de "desestabilización multilateral" y operaciones psicológicas "contra Chávez, Evo, Correa, Lula y Kirchner" nuevos liderasgos de la región. Lo que en América Latina traducieron como "debemos intimidar a nuestro adversarios ideológicos en la región".

El contraalmirante Joseph Kernan, actual comandante del Comando de Tácticas Especiales de Guerra naval, encabezará la conspiración a partir del 1º de julio.

Las reacciones al anuncio de la Cuarta Flota no se hicieron esperar. Cuba y Venezuela denunciaron de inmediato los planes "imperialistas" de EEUU.

El presidente Chávez dijo por Venezolana de televisión: “No nos asustan en lo más mínimo”, y añadió que “juntamente con Brasil estamos estudiando la creación de un Mecanismo de Defensa Sudamericano”.

El analista internacional W. Martínez analizó un video del propio Comando Sur estadounidense, donde se explican sus intenciones con respecto a Suramérica. Martínez también denunció cómo Estados Unidos ha estado explorando y recorriendo las aguas latinoamericanas a través de sus embarcaciones, como el catamarán militar HSV-2, de casi 100 metros de eslora y capaz de navegar a 80 km/h, que puede penetrar a los puertos y cargar y descargar tropas sin necesidad de remolcadores. Dicha embarcación ha visitado locaciones caribeñas en días pasados.

El famoso periodista venezolano Eleazar Díaz Rangel se hace pregunta: “¿Se puede desvincular de todos estos procesos de cambios de América Latina, iniciados en 1998 cuando Chávez ganó las elecciones, la decisión de Washington de reactivar su IV Flota?

Esa es la que hace poco, en abril, se reactiva "para combatir el terrorismo y las actividades ilícitas como el narcotráfico". ¡Qué casualidad, precisamente las acusaciones que con frecuencia se hacen desde Washington contra Venezuela! Fidel Castro, en recientes "Reflexiones", escribió que aunque ese sea el objetivo declarado, se trata de "enviar un mensaje a Venezuela y al resto de la región", y cierra así: "Los portaaviones y las bombas nucleares con que amenaza a nuestros países sirven para sembrar el terror y la muerte pero no para combatir el terrorismo y las actividades ilícitas".”

Organizaciones denuncian intervención militar norteamericana en Chaco

Organizaciones de trabajadores, organismos de derechos humanos y fuerzas políticas de la provincia argentina del Chaco coincidieron en denunciar que el gobierno provincial chaqueño mantuvo en marzo pasado reuniones con el Comando Sur del Ejército de Estados Unidos. Hubo "como mínimo dos reuniones" entre el Ejercito Norteamericano y fuerzas de seguridad provinciales.

Las organizaciones sociales señalaron que las reuniones se presentaron como un acercamiento a posibles acuerdos de capacitación para catástrofes y ayuda humanitaria. Sin embargo, vincularon la presencia militar estadounidense a la ubicación geográfica estratégica del Chaco. Esta provincia se ubica sobre la reserva subterránea del acuífero Guaraní.

Organizaciones políticas esperan una explicación pública sobre los encuentros de parte del gobernador de la provincia de Chaco, Jorge Capitanich.

Por su parte, el coordinador del Centro Nelson Mandela de Chaco, Rolando Nuñez, expresó que "con el pretexto de la ayuda humanitaria, militares norteamericanos intentan "colarse para llegar con asistencia técnica para situaciones de emergencia". Nuñez aseguró que "ni aún el desastre humanitario de las comunidades indígenas habilita la venida de la organización militar".

Base militar de EEUU podría estar en La Guajira

Hace poco el embajador de los Estados Unidos en Colombia, William Brownfield, reconoció que su país sigue considerando la posibilidad de trasladar a Colombia la base militar instalada en Manta, Ecuador. Brownfield admitió el interés que tiene su Gobierno de instalar este nuevo centro de operaciones militares. Aunque no precisó la región específica donde se montaría la infraestructura, se estima que esta construcción sería viable en La Guajira, al norte del país, en un área que limita con Venezuela, según confirmó.

El presidente Hugo Chávez afirmó que no aceptará que Colombia instale en la Guajira una base militar estadounidense. Advirtió que de concretarse esa acción lo consideraría como una "agresión" y comenzaría a pensar que "toda la Guajira era venezolana". El gobernante venezolano dijo que se reviviría una vieja disputa territorial con Colombia y emitir un reclamo por toda la región.

Ollanta Humala vuelve a denunciar bases militares de EEUU en Perú

El líder del opositor Partido Nacionalista Peruano, Ollanta Humala, advirtió sobre la permanencia de tropas militares estadounidenses en su país y la pronta instalación de centros de operaciones militares.

En Perú se modificó hace un año la regulación sobre el ingreso de militares extranjeros y ahora pueden tomar posición con un simple aval del Presidente.

El Congreso sólo puede regular el ingreso de tropas cuando están armadas, pero si los soldados llegan sin equipos de fuego, sólo necesitan una resolución ministerial.

Según Ollanta Humala, esta situación abre la puerta para que Estados Unidos extienda el Plan Colombia a toda la región, ocupando puntos estratégicos de la selva amazónica.

Explicó además que "varias de las resoluciones que autorizan la entrada de los militares carecen de fecha de retorno" con lo que se admite la "presencia permanente" de las tropas.

La economista e investigadora mexicana Ana Esther Ceceña, que integra la Campaña por la Desmilitarización de las Américas (CADA), ya había anticipado que Estados Unidos buscaría fortalecer su posición en Perú. Advirtió que al perder la base del Canal de Panamá, y la base de Manta en Ecuador, el gobierno de Bush intentaría aliarse con el de Alan García, para mantener el control en la región.

De hecho, durante los últimos días de abril de este año, el ministro de Defensa de Perú, Antero Flores-Aráoz, reconoció que en lo que va de 2008 ingresaron 31 miembros de las Fuerzas Armadas de EE.UU. a la selva peruana.

El Ministro también explicó que el Congreso autorizó la presencia de unidades navales y militares estadounidenses con armas a la base de Iquitos para julio de este año.

Blackwater tiene en la mira a Latinoamérica

La empresa privada de mercenarios estadounidense Blackwater, que ha hecho su fortuna prestando servicios paramilitares en Irak, tiene la vista puesta en Latinoamérica como mercado a futuro.

Así lo asegura el periodista estadounidense Jeremy Scahill, autor del libro: Blackwater: El auge del ejército mercenario más poderoso del mundo.

Blackwater recluta en todo el mundo y se nutre de gente con años de experiencia en contrainsurgencia; proscritos perfectamente reciclados para la ''guerra global contra el terrorismo'', advirtió el periodista. Esta empresa es acusada de cometer más de 200 casos de asesinatos a sangre fría contra civiles inocentes en Irak.

Asimismo, advierte que la lógica del negocio y del mercado libre ha llevado a Blackwater, y a otras empresas mercenarias, a fijarse en la "mano de obra barata" que ofrecen países como Chile, El Salvador, Perú y Bolivia.

Frente a los 10 mil dólares que puede cobrar un mercenario de otros países por un mes de servicio en Irak, los latinoamericanos aceptan el mismo riesgo por tan solo mil dólares.

"El futuro pasa por el entrenamiento y la preparación de militares latinoamericanos, con el objetivo de tener pequeños equipos paramilitares trabajando para estas compañías en América Latina", señaló.

"Blackwater podría terminar en América Latina", sostiene Scahill, quien señaló que el Pentágono instó a la compañía que preside Erik Prince, un ex militar rico y muy conservador, a optar por un plan antidroga, para México y Colombia, con un presupuesto de 15 mil millones de dólares.

El periodista asevera que, de esta forma, el Gobierno de Washington busca garantizar su presencia en la región "sin dejar una huella militar".

(TeleSur//Púlsar//ABN//Agencias)