Masivas protestas agrarias en Brasil

17 de Junio de 2008
Organizaciones agrarias en Brasil han lanzado una ola de protestas no solamente en el área rural, sino también en regiones urbanas en 13 Estados del país.

Innumerables propiedades rurales han sido ocupadas, generalmente haciendas improductivas y sedes de industrias que, según los manifestantes, perjudican el campo o contaminan el medio ambiente. Asimismo fueron bloqueadas carreteras y se paralizaron ferrocarriles. Estas acciones fueron conducidas por la organización Vía Campesina y ejecutadas por diversas organizaciones del campo, entre ellas, el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra. Las protestas también fueron secundadas por una Asamblea Popular, una reunión de agrupaciones populares urbanas articulada por sectores progresistas de la Iglesia Católica de Brasil.

En un comunicado de prensa, estos movimientos explicaron que los motivos de esas acciones son demostrar el descontento con el modelo agrícola del país. Las organizaciones aclaran que el modelo estatal favorece a las grandes empresas del llamado agro negocio, especialmente a las extranjeras. Asimismo demandan la creación de un sistema de concesión de créditos y de incentivos por parte de los bancos y del Gobierno para la agricultura familiar y el pequeño productor.

Los manifestantes portaban pancartas en las que se podía leer "queremos producir alimentos". En Sao Paulo, unas 400 personas ocuparon la sede de una industria (Votorantim) que está construyendo una planta hidroeléctrica que ocasionaría daños a tierras aptas para la agricultura e invadiría tierras indígenas. La policía intervino para evitar daños materiales en el edificio.

En el Estado de Minas Gerais, los activistas han interrumpido el tráfico ferroviario paralizando así el transporte de minerales de la empresa Vale do Rio Doce, a pesar de haber una prohibición oficial que obliga los organizadores a pagar los daños que pueda ocasionar la interrupción de los trenes.

En el Estado de Bahia han ocupado la sala de mando de una hidroeléctrica y en el Estado de Ceará, mas de mil activistas obligaron a suspender las actividades del puerto de Pecém en protesta contra un proyecto de instalaciones de una refinería, un centro de industrias de siderurgia y cinco estaciones termoeléctricas.

En la llamada Zona da Mata, en el Estado de Pernambuco, fue ocupada la Estación Experimental de Caña de Azúcar, mantenidas por la Universidad y el sindicato de propietarios del Estado. Han sido destruidas las plantaciones de nuevas variedades de caña para la producción de alcohol en un área de cien hectáreas.

El MST es el mayor movimiento campesino de América Latina; mantiene escuelas rurales, cursos de capacitación de líderes, y en los últimos años actúa en las ciudades para presionar el Gobierno con el fin de que lleve a cabo la reforma agraria. El MST también trabaja en terrenos como la educación popular, la emancipación de la mujer, producción de medicinas y productos alternativos, siempre producidos de manera colectiva.

Antes se dedicaban, solamente, a ocupar tierras que no eran explotadas para la agricultura o que carecían de documentación legal. Hoy se han formado innumerables cooperativas de asentados en esas tierras que solamente eran dedicadas al ocio y luchan también para conseguir préstamos bancarios y del Estado. Su lucha ha llegado a también a las ciudades donde ocupan edificios gubernamentales, denuncian y atacan a empresas que contaminan el medio ambiente o plantan eucaliptos creando desiertos verdes, y otras acciones contrarias a la producción y explotación industrial del campo.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue históricamente apoyado por el MST, participó en acciones del movimiento y hace poco años, en el Palacio Alvorada en Brasil, se puso su boina. Pero hoy, la orden es reprimir al movimiento si las acciones resultan violentas. En Rio Grande do Sul, siete manifestantes resultaron heridos esta semana en una intervención policial para poner fin a la ocupación de una industria de alimentos.

El MST, y la Vía Campesina, son frontalmente contrarias a la política macroeconómica del Gobierno Lula que, según ellas, favorece las exportaciones de productos agrícolas, financia y da incentivos fiscales a los grandes empresarios de la caña, de soya, etc. Un buen ejemplo de ello es el gobernador del Estado de Mato Grosso, Blairo Maggi, el mayor productor de soja del mundo. Él apoya y recibe apoyo del Gobierno Lula, este caso será sometido a debate, y además se oponer al nuevo ministro de Medio Ambiente Carlos Minc. Estos hechos son de dominio público y hasta el momento Lula ha callado.

(Aporrea//Radio Nederland)
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