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Las elecciones presidenciales en El Salvador: Apoyo al FMLN y condena campaña sucia de extrema derecha

Agencias
10 de Marzo de 2009
Las elecciones presidenciales en El Salvador: Apoyo al FMLN y condena campaña sucia de extrema derecha
El 15 de Marzo más de cuatro millones 200 mil salvadoreños están convocados para elegir el próximo presidente de entre el candidato del FMLN (El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional) y el de derechista Arena (el partido Alianza Republicana Nacionalista), Rodrigo Ávila.

El candidato presidencial de la izquierda, el periodista Mauricio Funes, cerró su campaña con un llamado a los salvadoreños: apostar por la “alternancia” en el poder y sacar a la derecha de la Presidencia.

“Durante décadas no hemos tenido alternancia, sino una sucesión de partidos oficiales. Hoy debemos terminar con esa usurpación de la voluntad ciudadana. Debemos ponerle fin a la historia de los gobiernos de partido, que han sido un obstáculo para la democracia”, destacó Funes en un manifiesto público a esa nación.

En su manifiesto, Funes, un experimentado y agudo periodista de 49 años, señaló que “el horizonte” de su gestión, en caso de ganar la elección del 15 de marzo, será buscar “el bienestar” de los salvadoreños, pero principalmente de aquellos que “padecen pobreza, marginación y exclusión”.

También promete trabajar “por el impulso de la reactivación económica del país”, en momentos que El Salvador padece los efectos de la crisis financiera internacional con sectores como la banca, que endurece sus medidas para el acceso a créditos. En política exterior, Funes aseguró que, de llegar a ser presidente, su política será “independiente, sin sujetarse a ningún poder extranjero”.

Con banderas rojas del FMLN y coreando consignas como "el pueblo unido, jamás será vencido" y "ya viene el cambio", los manifestantes coparon más de 10 cuadras de la importante arteria capitalina, en una de las mayores manifestaciones registradas.

El FMLN se ha convertido en la primera fuerza política del país luego de las elecciones parlamentarias y municipales del 18 de enero, en la que obtuvo el mayor número de escaños en la Asamblea Legislativa y casi 100 alcaldías.

El partido de extrema derecha Arena, que gobierna en El Salvador desde 1989, cerró su campaña proselitista con un llamado a cerrar filas para evitar la llegada del "socialismo" al país centroamericano.

El FMLN, que libró una lucha insurgente contra el Gobierno de El Salvador durante doce años hasta consensuar un acuerdo de paz en 1992, tiene ante sí la oportunidad de llegar por la vía pacífica al palacio presidencial.

Funes encabeza las encuestas de opinión frente a Avila, y durante la campaña electoral se presentó como un agente de cambio, al estilo de Obama, e incluso utilizó la misma consigna, en inglés y en español, de "Sí, se puede!".


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Las elecciones presidenciales en El Salvador, que enfrentan al candidato del derechista, Rodrigo Ávila, con el del izquierdista, Mauricio Funes, son las primeras en el continente americano desde la investidura de Barack Obama en enero pasado.

En una carta enviada a Clinton y divulgada este lunes, los expertos pidieron que Estados Unidos "se distancie de la campaña de miedo" a la que presuntamente ha recurrido el partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y exprese su disposición a trabajar con quien gane en los comicios del 15 de marzo.

La misiva, firmada por académicos de las principales universidades públicas y privadas de EE.UU., condena las declaraciones que hizo en septiembre de 2008 la canciller salvadoreña, Marisol Argueta, en las que "solicitó la intervención del Gobierno estadounidense para prevenir la victoria del candidato del FMLN".

Según los firmantes de la misiva, las elecciones de El Salvador serán una "importante prueba para la Administración Obama y su compromiso de forjar una nueva política hacia América Latina".

Los académicos piden que Clinton deje en claro que ni Arena, Fuerza Solidaria, Cruzada Pro Paz y Trabajo ni ningún ciudadano estadounidense privado "habla en nombre del Gobierno de EE.UU.", que rechace "categóricamente" la "campaña de miedo", y enfatice que EE.UU. trabajará "con cualquier partido político que gane la presidencia".
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