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La CIA en contra de Chávez: se ciñeron las sombras de "la revolución blanca"

Nil Nikandrov - http://es.fondsk.ru
14 de Junio de 2009
La CIA en contra de Chávez: se ciñeron las sombras de "la revolución blanca"
Los actuales ataques de EEUU en contra de Venezuela, esgrimiendo las acusaciones de "la ayuda al narcotráfico", "el estímulo al terrorismo", "el desencadenamiento de la carrera armamentista en el continente", "el atentado a la libertad de la palabra", etc. la administración de Barack Obama los heredó en su totalidad de la época de Jorge Bush Junior. Sin embargo hoy a Chávez no se presentan demandas de carácter de ultimátum. La situación todavía no ha madurado. Al presidente de Venezuela está apoyando de una manera estable del 67 al 70 por ciento de la población. Los programas sociales son eficaces. El desempleo se reduce indoblegablemente. La crisis económica mundial prácticamente no se ha hecho sentir en Venezuela como resultado de la línea hacia la construcción del socialismo del siglo XXI. Las fuerzas armadas están llenas de patriotismo y son leales a Chávez. Los potenciales rivales en la futura lucha por el cargo superior del país están neutralizados: el ex gobernador del estado de Zulia, Manuel Rosales, se fugó al extranjero, salvándose de la persecución judicial. Un coetáneo hasta hace poco de Chávez, el ex ministro de la defensa ambicioso y falso Raúl Baduel, ha sido arrestado, acusado por la corrupción.

Chávez nunca tuvo ilusiones respecto al Imperio y la posibilidad de un mejoramiento cardinal de las relaciones conjuntas. Junto con sus partidarios está seguro que para la administración de Obama la liquidación del “régimen hostil” de Venezuela sigue siendo una de las principales tareas de su política exterior. Aunque los esquemas, que ayudaron a derrocar los gobiernos progresistas de Jacobo Arbenz en Guatemala (1954) o Salvador Allende en Chile (1973), no pueden ya ser utilizados – los tiempos han cambiado. América Latina de hoy es capaz de responder con una fuerte explosión de protestas a una intervención directa de EEUU en Venezuela. Chávez le previene a Washington contra la agresión: “Si se atreven, recibirán mil años de una lucha tenaz y despiadada en el continente del Río Negro hasta Tierra del Fuego”.

Como opinan los politólogos latinoamericanos (los de la derecha y de la izquierda), la administración de Obama se propone a resolver “el problema de Chávez” de acuerdo al esquema de “las revoluciones de colores”. Es precisamente eso, a lo que orienta la oficina de la CIA en Langley a sus agentes en la región. Según la información de los servicios especiales venezolanos, en Venezuela trabaja por este programa no menos de la mitad de los 100-110 funcionarios de la oficina del servicio secreto. La embajada de EEUU en Caracas se convirtió en algo parecido a una sucursal de Langley. Una actividad parecida en “la dirección venezolana” revela la oficina del servicio secreto norteamericano en Bogotá (Colombia), aunque allí se especializa principalmente en operaciones de “carácter agudo”, a las cuales se atraen agentes del servicio colombiano de contraespionaje (DAS) y “paramilitares”, miembros de las agrupaciones militarizadas de la ultraderecha. Al trabajo, relacionado con Venezuela, “están cargadas” las representaciones de la CIA en el Perú, Costa-Rica, Salvador, Guatemala, Chile y México. Algunas operaciones se realizan desde los estados isleños en el mar Caribe, principalmente desde Aruba, Curazao y Bonaire. .

A juzgar por todo, “la revolución” que la CIA está preparando en Venezuela, será denominada de “blanca”. Aún durante la presidencia de Bush la oposición venezolana usó el blanco como “el color de la esperanza a la liberación del dictador”. Durante los últimos dos o tres años la ropa blanca la vestían en las manifestaciones estudiantes de las universidades privilegiadas. Sin embargo ellos no resultaron capaces para los prolongados combates revolucionarios. Corrieron de acá para allá, hicieron relajo, quemaron una decena de árboles, derrumbaron varios quioscos de venta a precio ventajoso de bienes de primera necesidad a los pobres, insultaron a los partidarios de Chávez de "chusma" – allí terminaron sus logros revolucionarios. El líder "blanco" Yon Goicoechea recibió el premio de 500 mil dólares del Fondo de Milton Fridman, pero no fue reconocido por sus coetáneos como el líder indiscutible, ya que otros aspirantes al liderazgo (y el dinero americano) quedaron ofendidos.

Para la preparación de la primera acción considerable en los marcos de "la revolución blanca" en Venezuela no se necesitó mucho tiempo. A finales de mayo en Caracas tuvo lugar un foro internacional bajo el nombre de "El desafío Latinoamericano: Libertad, Democracia, Propiedad y Combate a la Pobreza". Aún en la etapa preparatoria los medios de comunicación masiva pro occidentales preparaban a la opinión pública a que Chávez iba a hacer todo lo posible para no permitir la realización del foro: "¡No permitirá discusión libre, en Venezuela desde hace mucho no hay libertad de la palabra!"

Con las declaraciones parecidas se destacó el escritor peruano Mario Vargas Llosa, apenas pisó la tierra venezolana: "En Venezuela se está jugando dramáticamente el futuro de la libertad en el continente”, “Los venezolanos han luchado de una manera heroica (por la democracia), esto todavía no es Cuba por esa lucha”, dijo Vargas Llosa. "Envío un mensaje de “optimismo” a los opositores venezolanos. El “régimen populista y autoritario” de Chávez, que ha generado un “deterioro acelerado de la libertad en el país", “es reversible. Lo demuestra el destino de otros gobiernos en América Latina con características similares". Llosa no escatimó expresiones tanto respecto a la revolución bolivariana, como respecto a Chávez. Evidentemente, él esperaba una reacción por parte de las autoridades, en primer lugar, su expulsión del país. Pero las autoridades revelaron al máximo la tolerancia y la firmeza respecto a la figura significativa de la resistencia de la derecha conservativa a "la dictadura".

El foro tuvo lugar en el hotel "Caracas Palace", que antes se llamaba "Four Seasons" y adquirió la fama después del fallido golpe de estado, cuando en él se basaron los disidentes-conspiradores militares. La selección del sitio para las discusiones sobre "el reto latinoamericano" tuvo, claro está, el sentido simbólico: "Entonces no logramos nada, pero comenzaremos de nuevo y alcanzaremos sin falta el éxito".

La oposición a Chávez siempre se caracterizó por broncas internas. El foro de Caracas hizo público que a la arena entraron los profesionales de verdad "desde afuera". Ellos financiaron generosamente la actividad, convencieron a los participantes a trabajar en colectivo y moderar la lucha por el liderazgo personal.

Los chavistas radicales llamaron a los participantes del foro, que llegaron a Caracas, "la escoria" del frente internacional de la ultraderecha. Al escritor Llosa lo acompañaron el hijo Alvaro, autor de libros publicitarios de carácter neoliberal; Eduardo Montealegre, candidato a la presidencia de Nicaragua, quien le perdió a Daniel Ortega; el político Jorge Quiroga, quien le perdió a Evo Morales en las elecciones presidenciales; Jorge Castañeda, ex ministro de relaciones exteriores de México y al mismo tiempo agente de la CIA (según los datos del servicio secreto cubano). Para dar al foro un mayor prestigio, llegaron a Venezuela representantes de una serie de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) pro americanas y periodistas-mercenarios, que se especializan en las guerras propagandísticas en contra de "los regímenes populistas". Como los organizadores de la fachada del foro se presentaron la ONG "CEDICE", famosa por su divulgación de las mentiras en el sentido de que Chávez se propone poner fin a la propiedad privada y el Instituto Cato de Washington, que se especializa en la defensa de los ideales conservadores de la derecha en los países con "la situación inestable".

Un coordinador más del enjambre en Caracas intervino "La Fundación Internacional Libertad" (FIL), dirigida por Mario Vargas Llosa y Gerardo Bongiovanni, quien mantiene estrechas relaciones con la CIA. Esta Fundación es patronada por el Instituto Cato, se financia por los canales USAID-NED y es usada para cubrir las operaciones de la CIA. Además del Instituto Cato dentro de las instituciones norteamericanas, protectoras del "Fondo", se encuentran Heritage Foundation, Manhattan Institute y Atlas Research Foundation. A los socios iberoamericanos del "Fondo" se refieren la Fundación Iberoamérica Europa – FIE (España), la Fundación Libertad (Argentina), el Instituto Atlántico (Brasil), el Instituto de Políticas Públicas (Ecuador), el Instituto Libertad y Desarrollo y el Centro de Estudios Legales (Chile).

Dentro de los participantes venezolanos del foro estuvieron los oposicionistas activos Antonio Ledesma, Emilio Graterón, Leopoldo López, Enrique Capriles Radonski, Yon Goicoechea, Miguel Enrique Otero, Carlos Ocariz, Marcel Granier, Américo Martín y otros. Prácticamente todos ellos en el pasado reciente han sido partidarios de las variantes violentas del derrocamiento del poder bolivariano, incluso en abril del 2002. Ahora esta gente disfraza su extremismo, presentándose como demócratas de principio, dispuestos a luchar contra "el autoritarismo" de Chávez dentro de los marcos estrictamente constitucionales. Ellos sueñas con la revancha y si la logran, el país será sumergido en prolongados combates sangrientos. Los partidarios de Chávez los llaman de fascistas teñidos, recordando los salvajismos de los representantes de estos círculos en Chile, Guatemala, Colombia, Salvador, Honduras, Argentina y en la propia Venezuela en el año 2002.

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El tema principal del foro ha sido "la amenaza de muerte" a la libertad de la palabra en Venezuela "debido al fortalecimiento de la dictadura de Chávez". Desde el inicio el foro fue diseñado como una provocación de gran envergadura, llamada a recibir las pruebas de "la intolerancia del dictador venezolano a cualquier manifestación de la libertad de la palabra". Sus organizadores pensaban, que las autoridades venezolanas iban a prohibir la realización del foro, negarán los visados a sus participantes o tomarán medidas represivas contra los organizadores. Pero no ha pasado nada parecido.

Como una jugada inesperada de Chávez ha sido su invitación a los opositores conservadores de la derecha, que participaron en el foro, a participar en la discusión en el palacio presidencial de Miraflores con los intelectuales de la tendencia izquierdista, que en aquellos días estaban realizando en Caracas su conferencia internacional. Al principio la invitación fue hecha a través del programa "Aló Presidente" № 331, después fue ampliada y extendida. Además, Chávez se refirió con respeto a la obra de Mario Vargas Llosa, mencionando el hecho, de que leía sus libros en la escuela y en la academia militar. Chávez declaró, que estaba dispuesto, con el consentimiento de las partes, de ser el moderador de la discusión, y propuso concentrarla en tales temas preferidos de Llosa, como "la superioridad del capitalismo sobre el socialismo" o "la inevitabilidad del deslizamiento de Venezuela a la dictadura". Durante los últimos años Llosa dijo muchas cosas ofensivas sobre Chávez (incluso lo comparó con Hitler) y sobre el "injustificado" apoyo de su gobierno ("los pueblos también pueden engañarse"). Se le concedió la oportunidad de apoyar todo lo dicho con argumentos en el programa directo desde el palacio presidencial.

Para los organizadores del foro de la derecha la proposición de realizar la discusión en tal formato "no fue seria, fue un mero gesto o tal vez una emboscada". Ellos aún estaban listos para discutir con Chávez, pero la participación en los debates de los intelectuales progresistas de la izquierda no correspondía de ninguna manera a sus intereses. "¿Cuáles son los intelectuales del Presidente Chávez? ¡No sabemos quiénes son!", dijo con desprecio Vargas Llosa. Pero dentro de ellos estuvieron el famoso filósofo mexicano Fernando Buen Abad y el escritor publicista venezolano Luis Britto García, ganador del premio Casa de las Américas (Cuba). Evidentemente, Llosa no quería una discusión abierta. Al explicar su posición, Chávez dijo: "No me considero intelectual, soy sólo soldado y presidente de este país. "Y si fuera por grado político, tendría este caballero (Vargas Llosa) que ir a Perú, recuperar su nacionalidad, que parece que renunció a ella; lanzarse a candidato y que gane la Presidencia, para que haya igualdad".

Como resultado Llosa no se aguantó y, perdiendo completamente el dominio, le llamó al presidente de "mentiroso": "Tengo la impresión de que nunca pensó seriamente que se diera ese diálogo, y la manera despectiva, burlona y que mostraba una profunda incomodidad con la que ha respondido esa propuesta. Él jamás se propuso seriamente tener un intercambio, no lo ha tenido nunca, jamás ha aceptado debatir con nadie, siempre lo suyo ha sido un monólogo autista, y desgraciadamente eso es lo que ocurre siempre con los hombres fuertes, con los caudillos: no saben dialogar, por eso no dialogan".

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Bajo la "cobertura" del foro, fueron organizados los cursillos interactivos de 3 días para 50 estudiantes venezolanos, adversarios activos del "régimen", el destacamento de choque de "la revolución blanca". La lista de los oyentes fue hecha por "la sección juvenil" de la red de espionaje de la CIA en Caracas. Al trabajo con la juventud, como regla general, se dirigen los encargados operativos, que tienen experiencia en la realización de "revoluciones de colores" en los países de Europa Orientes y la CEI.

Durante los días del foro en Venezuela se activó la propaganda de odio hacia el gobierno bolivariano, hacia sus planes de construcción de la sociedad socialista. Los medios de comunicación masiva de la oposición de nuevo concentraron su fuego en la personalidad del presidente Chávez, acusándolo de usurpar el poder, perseguir a los disidentes, copiar "el modelo castrista del comunismo".

Más y más desde las pantallas y en el éter suenan amenazas a Chávez. A veces se presentan en forma de asociaciones históricas ("le espera el destino de Mussolini"), a veces en la forma de funestas predicciones o amenazas directas: "El problema de Chávez lo resolverá el fusil de francotirador". Al intervenir en los días del foro en el programa "Aló Presidente", Chávez por enésima vez llamó la atención de la opinión pública al peligro de las acciones instigadoras de los medios de la comunicación masiva, que aportan el odio y la irritación. No dudó en caracterizar la situación creada por los medios privados de comunicación venezolanos como un "problema de salud pública", y señaló que, sin importar lo que diga el mundo, el Estado venezolano actuará. "Nuestro país no puede permitir que este envenenamiento que, aunque a nosotros no nos afecta directamente, sin embargo, está afectando a un número importante de venezolanos, y que los está convirtiendo en unos enfermos ambulantes (...) Es un virus, es un veneno que pude llevarlos a cometer graves delitos, a atentar incluso contra la vida de alguien y eso es lo que se busca".

Advirtió que la violencia mediática es un problema de todo el Estado, de la sociedad en su conjunto, y no, exclusivamente del Ejecutivo. "Ese problema no es mío nada más, no me lo pueden dejar a mi; es de todo el pueblo, de toda la sociedad.” Chávez llamó a los órganos del poder a reaccionar a tales llamamientos de acuerdo a la constitución vigente y el código penal.

Y por último. La preparación por "los americanos tranquilos" de las "revoluciones de colores" en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua no excluye otras variantes de "neutralización" de los gobiernos populistas. En la práctica de la CIA siempre hubo el medio tan radical, como la liquidación física de los líderes no deseables. Al comienzo de junio Hugo Chávez se negó por las razones de seguridad de participar en las actividades, que tenían que ver con la inauguración del presidente de Salvador Mauricio Funes ¡(otro presidente de la izquierda en el continente)! Según la información obtenida por los servicios especiales de Venezuela, se preparaba un atentado con el uso de cohetes tierra-aire contra el avión de Chávez, junto con quien tenía que estar en el avión el presidente de Bolivia Evo Morales.

Al tener en la cuenta esta situación el presidente Chávez dijo: “Yo no estoy acusando a Obama. Creo que Obama tiene buenas intenciones, pero más allá de Obama hay un imperio, la CIA y todos sus tentáculos: terroristas y paramilitares.”
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