Laura Chinchilla se convierte en la primera mujer en ser electa presidenta de Costa Rica
14 de Febrero de 2010
Según el resultado emitido por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) costarricense, Chinchilla ha obtenido el 46,82 por ciento de los sufragios.
Chinchilla fue secundada en la votación por el candidato del Partido Acción Ciudadana, Ottón Solís (24,41 por ciento), el representante del Movimiento Libertario, Otto Guevara (21,44 por ciento) y el postulado por la Unidad Social Cristiana (PUSC), Luis Fishman (3,97 por ciento).
En un discurso ante una multitud de seguidores congregados en un hotel de San José, la candidata oficialista aseguró que los costarricenses que la votaron habían dado su aprobación a la gestión de Oscar Arias, que la eligió para sucederlo.
"No traicionaré esa confiaza, porque tengo claro que no me ha sido dada como un regalo", dijo esta polítologa de 50 años y experta en temas de Seguridad.
Desde 1990, Chinchilla ha sido consultora para diversos organismos internacionales y conferencista en foros mundiales. A lo largo de su carrera ha mostrado especial interés en las reformas del Estado y el sistema judicial, la lucha contra la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado.
Como parte de su campaña electoral, Chinchilla manifestó que se opone a la despenalización del aborto, al matrimonio gay y a que se elimine la religión católica como culto oficial del Estado.
La inseguridad y la economía centraron la campaña, pero no se esperan grandes cambios en el 'Estado de Bienestar' que impera desde la guerra civil de 1948 (tras la cual fue abolido el Ejército), en el país más próspero de América Central.
Durante el actual gobierno del presidente Óscar Arias, Chinchilla fue vicepresidenta y ministra de Justicia, cargos de los que dimitió en octubre de 2008 para aspirar a la presidencia. Anteriormente había sido diputada y ministra de Seguridad.
La que será la primera presidenta en la historia de este país centroamericano, considerado la democracia más antigua de América Latina, comenzó su día con entrevistas y reuniones de trabajo.
Luego se movilizó a la basílica de Los Ángeles para visitar a la Virgen de Los Ángeles, patrona de Costa Rica, a fin de agradecerle su triunfo en las urnas.
Allí fue recibida por una multitud de simpatizantes que abarrotó el templo y la aclamó portando aún carteles de la campaña. Tras esta visita se trasladó al cementerio de Desamparados, donde se encuentran las tumbas de sus abuelos.
La presidenta electa afirmó a la prensa local que en los próximos días se concentrará en “tender puentes” con los diferentes actores sociales y políticos, tomando en cuenta que su partido no alcanzará la mayoría simple en el Congreso. “Tenemos que aceptar la victoria con humildad. Independientemente de cómo quede integrado el Congreso, el diálogo tiene que convertirse en un instrumento permanente para el ejercicio del poder, pero este no debe ser una excusa para ganar tiempo y no resolver los problemas”, expresó.
Chinchilla adelantó que en los primeros días de su gobierno “la seguridad es el principal tema” prioritario, seguido por otros como la eliminación del exceso de trámites y la competitividad.
Explicó que hará una revisión del marco institucional para buscar maneras de mejorar la organización para el combate al crimen organizado y la delincuencia.
Mientras tanto, los sectores sociales y laborales, entre ellos la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP), el sindicato más importante del país, han tomado la palabra y piden dialogar.
“La ANEP le toma a doña Laura su propuesta de diálogo, pero sin dobleces, de altura y con transparencia de cara a la ciudadanía y en estricto apego a los principios de la promoción del bien común y, particularmente, los que tienen que ver con la maltrecha situación de la clase trabajadora”, según un comunicado.
Para la ANEP, que tuvo una ríspida relación con el actual gobierno de Óscar Arias, “el diálogo es más que necesario e imprescindible” en temas como las libertades sindicales, la justicia tributaria, salarios mínimos y la mejora del poder adquisitivo de la clase trabajadora.
La Cámara de Industrias de Costa Rica, que ha tenido una buena relación con la administración de Arias, aseguró que este país necesita “un gobierno visionario” que “promueva el desarrollo productivo”. Entre las peticiones de los industriales se destaca el fortalecimiento del Ministerio de Economía, Industria y Comercio, una mejora en la competitividad, la atracción de inversiones e infraestructura.
Laura Chinchilla nunca soñó con ser presidenta ni con la posibilidad que su nombre ingrese a los libros de historia como la primera mujer en alcanzar un cargo tradicionalmente exclusivo para hombres.
Vestida de forma sencilla pero elegante, esta mujer de rasgos fuertes contrasta su baja estatura con voz y palabras decididas. Afirma que su única lealtad “será para el pueblo costarricense” y enfatiza que “lo que sigue será mi gobierno, no el de Óscar Arias”. Casada en segundas nupcias con el abogado español José María Rico, Chinchilla se reconoce católica y por sus creencias no está de acuerdo con temas como el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero dice respetar la diversidad de opiniones.