La OEA sin EEUU. Una alternativa

Nil NIKÁNDROV, fondsk.ru
17 de Marzo de 2010
La OEA sin EEUU. Una alternativa
A finales de abril de 1948 en Bogotá, la capital de Colombia, en la 9-na Conferencia Interamericana, fueron firmados los documentos sobre la creación de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se planeaba por Washington como un instrumento de "la guerra fría" para la lucha contra "la penetración comunista" en los países del hemisferio Occidental.

Antes del comienzo de la conferencia en Bogotá, fue asesinado de una manera traicionera, con tres disparos en la espalda, el popular líder político Jorge Eliecer Gaitán. Su "liquidación" hasta ahora se considera como "un tema supersecreto" en la historia de la CIA. Prácticamente toda la documentación sobre la preparación y la realización de la operación, había sido liquidada. Sin embargo, se sabe de los recuerdos de una serie de su participantes, que el núcleo del servicio secreto de la CIA en Colombia informaba a Washington sobre Gaitán, como un político "potencialmente peligro" para EEUU. Se le predecía la victoria en las próximas elecciones presidenciales, lo que no le convenía al presidente Harry Truman, quien consideraba a Gaitán como "un títere secreto de Stalin".

El asesinato del político colombiano provocó protestas populares espontáneas por todo el país. Se tuvo que firmar los documentos de estatuto de la OEA en la conferencia de Bogotá bajo el acompañamiento de ráfagas de ametralladoras y el fulgor de los incendios. Tal fue el fondo simbólico de la aparición de la organización regional.

***
Recientemente, en la ciudad mexicana de Cancún, tuvo lugar la 23 cumbre de otra organización latinoamericana, "Grupo de Río". Como su resultado sensacional se hizo la resolución de los países miembros de formar nueva organización regional, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). La diferencia principal de la Comunidad de la OEA se hará el hecho de que la nueva organización no va a incluir EEUU y Canadá. Los objetivos principales de la CELAC es el aceleramiento de la integración regional, la protección de la posición común en la arena internacional, la defensa y la divulgación de la identidad latinoamericana y la caribeña.

El trabajo sobre los documentos de estatuto de la Comunidad ya ha comenzado. Por supuesto, problemas hay suficientes. Entre los futuros miembros de la CELAC existen bastantes discrepancias, desde ideológicas hasta las territoriales. Sin embargo la necesidad madura de superar conjuntamente los retos dramáticos del siglo XXI, la entienden todos, tanto los representantes del flanco de la derecha conservadora (el mexicano Calderón, el colombiano Uribe, el peruano García), como sus oponentes del bloque de la izquierda "populista" (el venezolano Chávez, el boliviano Morales, el ecuatoriano Correa). Por eso en Cancún se llegó al acuerdo: los documentos de estatuto de la CELAC tienen que ser preparados en cuanto antes y aprobados en la cumbre constituyente, que se planea realizar en Caracas el 5 de julio de 2011. "El Grupo de Río" pasará a la historia. Toda la plenitud de las obligaciones en la región se la tomará la CELAC, que tendrá que resolver una multitud de tareas, incluso en lo que se refiere a la normalización de la colaboración con el MERCOSUR, la Comunidad Andina, la Unión de las Naciones Sudamericanas, la Organización de los estados Iberoamericanos y la Alternativa Bolivariana para América Latina (ALBA).

Sin duda alguna, las relaciones de la Comunidad con la OEA serán conflictivas. Washington está acostumbrada a mangonear en América Latina, imponiendo resoluciones ventajosas para sí misma según todos los problemas estratégicos, y no está dispuesta a confiar a la nueva organización el control sobre los procesos en los países al sur del Río Grande.

Por la boca del vicesecretario de estado de EEUU para los países del Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, la administración de Obama definió así su postura respecto a este tema: "Washington no verá problema en la nueva organización hasta que intente sustituir pos sí misma la OEA". Con otras palabras, desde el punto de vista de la administración de EEUU, la OEA tiene que conservarse para que Washington continúe timoneando a través de ella los asuntos del hemisferio Occidental. Y en lo que se refiere a la CELAC, no importa, que vaya a funcionar para su propio auto-consuelo, de una manera periférica, sin pretender a algo serio. A Washington le cuesta mucho trabajo negarse a la OEA como un instrumento, probado por el tiempo (casi infalible), de la realización en el continente de la política norteamericana.

De una manera diferente ven las perspectivas de tal "coexistencia" muchos líderes latinoamericanos. Para los "populistas" la OEA es "un órgano represivo", que había sido usado por Estados Unidos para neutralizar a cualquier oponente "potencialmente peligroso" en la región. La OEA cubría en numerosas ocasiones las acciones agresivas de EEUU. Es suficiente recordar Guatemala (1954), Panamá (1964, 1991), la República Dominicana (1965), Granada (1985), Haití (1994), etc.

Bajo la bandera de la OEA Estados Unidos está llevando durante ya más de un medio siglo la lucha contra Cuba socialista. Aún en 1964, bajo la presión de Washington, la OEA adoptó la resolución sobre la ruptura por los países-miembros de la organización de sus relaciones con Cuba. Más tarde una mayoría aplastante de ellos normalizó las relaciones con La Habana, pero la posición dominante de Washington sobre la inadmisibilidad del retorno del "régimen dictatorial de Castro" a la OEA quedó insuperable. Esta circunstancia definió en gran medida el surgimiento en América Latina de la idea de "una OEA alternativa sin EEUU" ("Grupo Río" comenzó a desempeñar en alguna medida este papel).

Con la ayuda de la OEA Washington trataba de aplicar la política del aislamiento no sólo de Cuba. Esta política se usaba contra los sandinistas en Nicaragua, el gobierno de Omar Torrijos en Panamá, y en la época moderna contra los regímenes "populistas" de Ecuador, Bolivia y, sobre todo, de Venezuela. La obsesión, con que el Imperio está luchando contra "los enemigos" por todo el mundo, está tornando más y más contra él mismo. La perspectiva de la creación de la CELAC, esta "alternativa de la Organización de estados americanos sin EEUU", puede conducir al aislamiento en el continente del propio Estados Unidos. Hasta en la OEA, la máquina para la votación, elaborada durante la "época de la guerra fría", fallaba periódicamente. Ahora, durante los años pre-crepusculares para el Imperio, el dictado insolente está funcionando en cada vez más raras ocasiones. Es por eso que se tiene que ceder de tarde en tarde "el campo de la batalla" por los motivos tácticos.

En la asamblea General de la OEA en Honduras en junio de 2009 fue aprobada la resolución, que suspende la decisión del año 1962, que apartaba a Cuba de la participación en la Organización por "su adhesión al marxismo-leninismo". Los representantes de EEUU se oponían al principio a tal resolución, pero cedieron bajo la presión de los delegados de la asamblea. Para endulzar la píldora a los norteamericanos, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, precisó que "la resolución no significa el retorno automático de Cuba a la organización. Esto no ocurrirá ni mañana, ni pasado mañana, pasará aún bastante tiempo. El restablecimiento de la membrecía de Cuba se hará el resultado de un largo proceso, comenzado por la petición de La Habana, de acuerdo a la práctica, los objetivos y los principios de la OEA".

Fidel Castro dijo una vez, que la OEA tenía que ver en calidad del "caballo de Troya" con todos los crímenes, realizados por Washington en contra de Cuba y otros países latinoamericanos. Por eso La Habana no piensa en dirigirse con petición alguna a la OEA y, aún más, considera necesario disolverla. El presidente Raúl Castro le dio a esta declaración una tónica oficial: "Cuba no se propone retornar a la OEA, ya que desde el momento de su creación esta organización no intervino en defensa de un solo país latinoamericano, que se sometía a la agresión por parte de EEUU".

Sus pretensiones hacia la OEA las expresaba en numerosas ocasiones el presidente Hugo Chávez. La administración de J. Bush en el pasado y de Barack Obama actualmente, trataban de "frenar" al líder venezolano con la ayuda de los procedimientos bien elaborados de la OEA, dirigidos al aplastamiento de la heterodoxia política e ideológica dentro de algunos países-miembros de la organización. ¿"Quieren vigilar el gobierno de Venezuela con la ayuda de la OEA? ¡Por lo visto, están bromeando!- se pronunció Chávez con motivo de estas maniobras del imperio.- Si la OEA tiene que vigilar algún gobierno, es la administración de EEUU". Las comisiones de la OEA, en las que mandan los agentes de la CIA, están publicando constantemente distintos informes, en los que Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua y otros países, que "no corresponden" a los altos intereses del imperio, se someten a una crítica "argumentada" por "las violaciones" en el campo de los derechos del hombre, la ayuda al terrorismo, los vínculos con los narcocarteles, por la carrera armamentista y el lavado del dinero criminal.

Después de la 23 cumbre del "Grupo Río", los ataques propagandistas de Washington contra Chávez se reanudaron con la fuerza triplicada. El líder bolivariano unió esta campaña encarnizada con la resolución, aprobada en Cancún, sobre la creación de la CELAC, y la realización de una ceremonia constituyente en Caracas. Lo que le indignó más a Chávez, era la publicación del informe de la OEA sobre la situación con "los derechos del hombre" en Venezuela, confeccionado principalmente en los materiales, que se divulgan por los servicios secretos occidentales en los marcos de "las operaciones activas" subversivas en contra del régimen bolivariano.

Chávez declaró sobre la posibilidad de la salida de Venezuela de la OEA aún antes de la creación de la CELAC, con que provocó la crítica de aquellos políticos incluso, quienes consideran necesaria la conservación de la vieja organización. El secretario general Insulza declaró, que la OEA necesita de verdad reformas considerables. Con eso Insulza se refería a la infructuosidad de las acciones de la OEA después del golpe en Honduras, que condujo al derrocamiento del presidente Manuel Zelaya, elegido legítimamente, y prometió ocuparse de la modernización de la OEA, si va a ser reelegido al segundo plazo. Sin embargo, una parte de los países-miembros de la OEA, "los populistas" en primer lugar, casi no le tienen confianza. La pasividad de la OEA, colindante con la complicidad a Washington, favoreció al surgimiento de nuevas bases militares de EEUU en la región, a la transformación de Colombia en un narco-estado, al golpe en Honduras según las tecnologías "del desarrollo lento" del departamento de Estado, del Pentágono y los servicios secretos de EEUU. Es posible por eso, que dentro de "los populistas" surgió la idea de proponer, en calidad de candidato al cargo del secretario general, a Manuel Zelaya, quien no admitirá de ninguna manera el uso de la organización exclusivamente en los intereses de la hegemonía norteamericana. Se piensa, sin embargo, que no fue para eso, que la administración de Obama "excluyó" a Zelaya de la lista de los presidentes actuales, para admitirlo ahora en una de las posiciones claves del hemisferio Occidental.

***
El imperio se está preparando ya a "las operaciones activas" para suspender la cumbre constituyente de la Comunidad de estados de América Latina y del Caribe. Hugo Chávez avisó, que Washington va a organizar "un sabotaje" de esta iniciativa histórica. Los golpes principales en los marcos del complot se van a asestar en Venezuela. Serán usados todos los medios, desde "el guión hondureño" hasta los actos terroristas, sólo para que la nueva Comunidad "no se convierta en un problema".
Compartir
URL Copiado!