Chile: Memorial del MIR

LUCIA SEPULVEDA RUIZ, "Punto Final"
4 de Junio de 2010
Chile: Memorial del MIR (Foto por Eileen Smith, http://bearshapedsphere.blogspot.com)
Un memorial de homenaje a quienes cayeron luchando por los pobres del campo y la ciudad en las filas del MIR, fue inaugurado el 8 de mayo en el mismo lugar donde muchos de ellos fueron torturados y desaparecidos: la ex Villa Grimaldi, hoy reconvertida en Parque por la Paz, un dinámico centro de memoria y educación en derechos humanos. La iniciativa, en cuya materialización trabajó por cerca de tres años un anónimo grupo de ex miristas, fue sumando dentro y fuera de Chile a muchos con aportes en tiempo, recursos e ideas, y fue sellada por sus pares y su descendencia en un masivo y emotivo acto.

Caía la noche cuando padres, hijos y nietos presentes en el rescate de la memoria de la militancia mirista, depositaron claveles rojos en el memorial, desfilando unidos por la memoria y el amor por los ausentes. En el memorial están grabados en placas de cobre los nombres de 580 militantes del MIR caídos durante la dictadura, cuyos casos están documentados. Allí están los detenidos desaparecidos, los ejecutados, los internacionalistas; los conocidos y los desconocidos; los que eran de la ciudad y los campesinos; los pobladores, los obreros, estudiantes y profesionales.

En el acto también estuvieron ex militantes de base, otros familiares de los caídos, ex dirigentes y amigos del MIR. Corearon las viejas consignas y cantaron a media voz el himno “Trabajadores al Poder” cuando se exhibió un video con distintos momentos de la historia de la organización.

Forjadores de sueños

En el acto -que presentó la actriz Gloria Laso- la oradora fue la periodista Gladys Díaz Armijo, ex presa política, torturada en Villa Grimaldi y dirigente del MIR y del Frente de Trabajadores Revolucionarios de los Medios de Comunicación. Su discurso respondía a las nuevas generaciones que se preguntan si los miristas fueron héroes, altruistas, idealistas o ingenuos: “Fuimos todo eso y mucho más. Fuimos parte de una camada continental, de una casta de mujeres y hombres encantadores de ideales e idearios, ajenos a toda autorrealización, dispuestos a esfumarse en el colectivo, y a dar la vida si era necesario por la coherencia política. Nadie les puede quitar a nuestros hermanos desaparecidos y asesinados la memoria de lo que fueron, y a ellos y a nosotros mismos nada ni nadie nos puede quitar el inmenso orgullo de haber sido los revolucionarios de nuestro tiempo, forjadores de futuro, de sueños inconclusos que aún esperan ser retomados por las nuevas generaciones”.

Gladys Díaz señaló que es necesario traer a los caídos “desde más allá del infinito para volver a sentir sus risas, su canto, su grito libertario… Que en este recinto cada uno pueda encontrarse con los más cercanos, con los más queridos, con los nunca olvidados… Construyamos en este día una realidad que los contenga a todos, que no falte ninguno, que vengan de todos los espacios en que se les arrancó la vida a juntarse con nosotros y sintiéndonos nuevamente jóvenes, compartir con ellos la asamblea decisiva, el congreso aún pendiente. Y que el tema central de esta gran reunión que nos convoca a todos, sobrevivientes y muertos, sea el reconocimiento a nuestros héroes y mártires, a su compromiso ejemplar, a su sacrificio en la plenitud de su quehacer, a su legado de honor y dignidad. Ellos, como los héroes de mil leyendas, eternizaron su juventud y se quedaron para siempre fuertes, poderosos, bellos. Y quienes estamos aquí y muchos otros que nos acompañan desde la distancia, continuamos la brega y ya no somos los mismos. Y sería dramático que fuéramos los mismos. Sería lamentable que no fuéramos más conscientes, más tolerantes, más reflexivos, más experimentados, más inteligentes, más viejos y más sabios”.

Interpretando el espíritu unitario y fraterno que se vivía en ese atardecer, Gladys Díaz afirmó que desde distintos abordajes “todos deseamos poner nuestro grano de arena en la construcción de una sociedad mejor, más humana, más justa, sin explotadores y explotados. Porque los sesgos, la táctica y los matices pueden no ser los mismos. Pero nadie ha perdido el norte. Nuestros hermanos héroes y mártires, hoy entre nosotros, nos saludan, porque saben que para rendir tributo a su memoria, nos reunimos hoy, quizás por última vez, sin ponernos apellidos odiosos, sin descalificaciones, sin culpabilizarnos mutuamente, solamente unidos por un abrazo invisible que viene del pasado, que se hace hoy presente para compartir este justo homenaje que debíamos a los nuestros. Ya no somos los mismos, y tampoco el planeta, ni Chile son lo mismo, por lo tanto las preguntas y las respuestas a este momento histórico ya no nos parecen tan claras y absolutas, como lo sentimos en ese viejo ayer”.

Llamó finalmente a “crear esperanzas nuevamente, desde el desapego por lo material, desde el compromiso, desde la honestidad, desde el amor por los pobres del campo y la ciudad. Para tal vez llegar al límite al que llegan los físicos atómicos, a trabajar desde la probabilidad, donde nada es absoluto. Encontrar el wou wei de los chinos, la acción justa”. Y concluyó que el ejemplo de los caídos “está presente en los buscadores de respuestas, en los que indagan y cuestionan, en los que no se conforman, en los alternativos al sistema, en los constructores de tiempos mejores. Su ejemplo seguirá vivo en los sostenedores de la memoria y en las generaciones presentes y futuras que recorriendo caminos de sauces, cipreses o alamedas, producirán el cambio hasta levantar la sociedad sin explotados”.

580 nombres de héroes

El memorial del MIR ocupa un espacio rectangular de 2 x 3 metros, normado por el Parque por la Paz. Las obras no pueden ser en altura, por la calidad de monumento nacional de la ex Villa Grimaldi, centro de torturas de la Dina y la CNI. Incluso la excavación requirió autorización. El elemento distintivo es el clásico logo del MIR, realizado en fierro fundido.

Ya existen en el Parque memoriales de los partidos Socialista, Comunista y MAPU, y un jardín de rosas donde cada planta corresponde al nombre de las mujeres que fueron torturadas y desaparecidas en Villa Grimaldi.

A partir de la lista original incluida en la querella por genocidio presentada por familiares y amigos de miristas caídos hace ya una década, se corrigieron y agregaron nombres de los casos en que existe certeza de una vinculación orgánica con el MIR. Los familiares muchas veces no reconocían la militancia de los caídos por razones de seguridad. En prevención de que con el tiempo nuevos nombres puedan agregarse, se ha reservado un espacio en el memorial, que ya incluye 580 nombres.

Margarita Romero, presidenta del directorio del Parque por la Paz, recordó, al inicio del acto, a Sergio Ordenes Albornoz, cuyo nombre es uno de los últimos incorporados al memorial. Ese mirista está desaparecido pero no figura en el Informe Rettig, porque su familia no hizo la denuncia debido a que él -para desinformar- había dicho a sus padres que saldría del país. Su nombre fue mencionado reiteradas veces por sobrevivientes que lo vieron en centros de detención. A través de esas declaraciones su padre, Pedro Ordenes -quien asistió a la inauguración del memorial- pudo informarse de la verdad.

La lista también incluye los nombres de cerca de una decena de miristas que cayeron en misiones internacionalistas en Nicaragua, El Salvador y Argentina. Así también a compañeros argentinos, brasileños, uruguayos y paraguayos que militaron en la organización liderada por Miguel Enríquez, de clara vocación latinoamericanista.

(Más información, videos y audio en www.casademiguel.cl y www.memoriamir.cl)
(Publicado en Punto Final, edición Nº 709, 14 de mayo, 2010)
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