Chile: El antipoeta gana el Premio Cervantes
4 de Diciembre de 2011
El poeta chileno Nicanor Parra fue galardonado con el prestigioso Premio Cervantes, el considerado Nobel de las letras españolas, “por su capacidad para crear e investigar nuevos lenguajes poéticos y ofrecer una poesía tan variada y distinta, y por su iniciativa en crear la llamada ‘antipoesía’”, según el jurado.
La ministra de Cultura española, Ángeles González Sinde, no le pudo dar la noticia porque nadie contestó el teléfono en su casa de Las Cruces, al sur de Isla Negra, donde vive. Fue su nieto, Cristóbal Ugarte, de 19 años, quien después de ver la nota en la edición digital de un diario español le habló para avisarle que se había convertido en el tercer chileno en recibir el premio, dotado con unos 170 mil dólares.
Juan de Dios Parra, el hijo mayor del poeta, se mostró “extrañado y feliz” con la noticia. “Él escribe antiliteratura y creí que estos premios se los dan a escritores más formales”.
Mientras, José Emilio Pacheco, ganador en 2009, dijo a una agencia de noticias que le daba muchísimo gusto que Nicanor Parra hubiera ganado. “Teníamos una deuda con él”. , dijo recién llegado de la Feria del Libro de Guadalajara donde su mujer, Cristina Pacheco, recibió un homenaje. “Parra es un poeta al que he leído con muchísima admiración. Y, pese a leerlo y seguirlo, aún me queda mucho por descubrir, pues hay que tener en cuenta que en México no es fácil conseguir libros chilenos”.
Nacido en el seno de una familia humilde y de artistas -es hermano de la cantante Violeta Parra-, Nicanor Parra Sandoval vivió en Santiago y en Chillán hasta que en 1940 viajó a EU con una beca para estudiar Física y Mecánica Avanzada. Tras cuatro años y pasar por Gran Bretaña regresó a Chile.
En 1937 inició su carrera literaria con Cancionero sin nombre, que destaca por su estilo antihermético escrito en el ámbito de una corriente que propugnaba la vuelta a la claridad expresiva. Y en 1954 publicó el libro que marcó su obra y parte de la poesía latinoamericana de la segunda mitad del siglo XX, Poemas y antipoemas, y que fue acogido como una obra revolucionaria en el ámbito de la poesía hispanoamericana de esos años. Sobre todo en Chile, dominado entonces por el tono solemne y grandioso de Pablo Neruda. Su coloquialismo supuso un profundo cambio e introdujo un modelo alternativo, opuesto a la poesía de Neruda, abierto a la ironía y al humor, comprometido políticamente y desmitificador. Desde entonces se le conoció como el antipoeta por excelencia.
En 1977 vio la luz Sermones y prédicas del Cristo de Elqui, sobre un visionario místico que predicaba por las minas del norte de Chile. A la que siguieron Coplas de Navidad (1983), Poesía política (1983), Hojas de Parra (1985), Páginas en blanco (2001), Discursos de sobremesa (2006) y Obras completas I & algo + (2006), entre otras muchas.
A lo largo de su vida, Nicanor Parra compaginó los versos con la enseñanza, hasta que en 1996 dejó sus clases de Mecánica Teórica después de 51 años de docencia en la Universidad de Santiago de Chile, donde fundó el Instituto de Estudios Humanísticos de la Facultad de Ingeniería junto con otro poeta, Enrique Lihn.
Apasionado defensor de la democracia, en 1988 participó en su país en el Frente Amplio de Intelectuales por el No, que se constituyó con motivo del plebiscito de reafirmación convocado por Augusto Pinochet para ese año.
A lo largo de su vida ha recibido el Premio Municipal de Santiago (1937 y 1954), el Premio del Sindicato de Escritores de Chile (1954), el Nacional de Literatura de Chile (1969), el Internacional de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo (1991) y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2001). Además posee la Medalla Abate Molina de la Universidad chilena de Talca (1998), la Medalla Rectoral de la Universidad de Chile (1999) y el Premio Bicentenario de la Universidad y la Corporación del Patrimonio Cultural chilenas (2001). Y ha sido y sigue siendo el eterno candidato al Nobel.
Comparaciones injustas
“Como ha señalado José Emilio Pacheco: antes que Nicanor Parra, los antipoemas ya los había escrito Jaime Sabines, nada más que no les puso antipoemas”, señaló el poeta y editor Marco Antonio Campos al comentar la obra de su colega chileno de 97 años que obtuvo el Premio Cervantes.
El poeta, narrador, ensayista y traductor dijo que la poesía de Parra era más leída en los años 70, cuando él era joven. “Cuando los jóvenes opinan sobre sus autores favoritos, Nicanor Parra realmente no aparece mucho; además, el tipo de poesía que se está escribiendo ahora es una en la que hay una tela delgadísima, donde no se sabe bien dónde empieza la prosa y dónde la poesía”.
Para Campos es injusto que comparen a Parra con Neruda; sin embargo dice que “es uno de esos poetas al que consideran como el último grande en Chile. En España no oigo que lo citen mucho y en Latinoamérica tampoco, creo que es ante todo la mayor gloria de la poesía chilena en Chile en este momento”.
Campos reconoció que Parra no es un poeta que lo entusiasme especialmente y aunque tiene poemas con mucha gracia y muy incisivos “no me parece tampoco el gran poeta, con toda sinceridad”. Y llamó la atención sobre un asunto, que espera que el comité que otorga el Cervantes haya premiado la poesía de Parra y no su edad.
Aseguró que la mejor forma de entrar a la poesía de Parra es a través de una selección de poemas. “Es uno de esos autores que necesitan seleccionarse y la selección que hizo el crítico literario Julio Ortega para el Fondo de Cultura muestra lo mejor de Nicanor Parra. Yo creo que si leemos eso podemos ver lo esencial y lo mejor de él”. Dijo que Parra es en Chile de una de esas familias en las que “el que no es bueno es muy bueno en lo que hace en el arte”. (Con información de Yanet Aguilar)