29 de Febrero del 2016
Tiwy.com
Agentes estadounidenses ocupan cargos importantes en Argentina
Nil Nikandrov - http://www.strategic-culture.org
Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
El presidente de Argentina, Mauricio Macri.
En diciembre del 2015 Macri se convirtió en el nuevo presidente de Argentina. Washington estaba eufórico por su victoria. Naturalmente que esta alegre disposición también se manifestó en la embajada norteamericana en Buenos Aires donde Macri siempre ha sido considerado como "su hombre". Existe amplia evidencia que él no está exactamente tratando de ocultar esta estrecha relación con aquellos enviados norteamericanos.

Las pistas incluyen materiales publicados por Wikileaks tales como detallados informes emitidos por diplomáticos acerca de sus conversaciones con Macri en las cuales en una oportunidad exigió que "Estados Unidos asumiera una línea pública más dura con los Kirchners" e incluso adelantó que Cristina Fernández de Kirchner sería derribada antes del fin de su período presidencial.

Tal como se esperaba, Macri llegó al palacio presidencial e inició la revisión de las instituciones del estado "limpiando" al gobierno y a los medios de comunicación de masas de seguidores de Kirchner. Macri explicó estas medidas señalando que durante los doce años de los "populistas" Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner las instituciones de la rama ejecutiva del gobierno estuvieron colmadas por miles de asignados políticos provenientes del Partido para la Victoria, mezcla de peronistas, radicales y socialistas. Toda esta gente es hostil al programa neoliberal que Macri ofreció aplicar una vez que asumiera el mando y por lo tanto él necesita deshacerse de ellos.

Los seguidores de Kirchner y representantes del Frente para la Victoria y sus aliados dominan el Congreso Nacional de Argentina –en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores. El Congreso reanudará sus actividades los primeros días de marzo luego de un largo período de receso y Macri tendrá que demostrar un milagroso nivel de flexibilidad y disposición para comprometerse con el propósito de reunir el apoyo parlamentario para su programa. ¿Estará preparado para eso? Resulta extremadamente dudoso. Por eso exactamente los analistas políticos piensan que el presidente comenzó a gobernar el país recurriendo a decretos de "emergencia". Actualmente, más de cuatro docenas de estos están en vigencia. Las resoluciones fueron forzadas para imponer el alza en las tarifas eléctricas y del gas domiciliario. Fueron levantadas las restricciones para las cotizaciones del dólar y el peso. Los despidos masivos de trabajadores se volvieron rutinarios, sin tomar en cuenta para nada las leyes que limitan las acciones arbitrarias de parte de los patronos.

Anticipándose a la resistencia pública el presidente le dio a la policía carta blanca en el empleo de la fuerza –incluyendo el empleo de balas de goma—para reprimir las protestas. Todos los días los medios de prensa argentinos y los blogueros publican nuevas historias acerca de la represión a las manifestaciones.

Tal como lo prometió, el presidente Macri de inmediato comenzó a detener los juicios contra los criminales de guerra. Bajo lo que se dio a conocer como el Proceso de Reorganización Nacional la junta que gobernó Argentina desde 1976 hasta 1983 libró una

guerra contra sus propios ciudadanos. En consecuencia, más de 30 mil argentinos, la mayoría de ellos profesando ideologías de izquierda fueron asesinados. Un macabro capítulo de esa guerra sucia fue la práctica de "apoderarse" de niños recién nacidos para entregarlos a familias de oficiales militares o políticos que apoyaban a la junta. Por lo general las madres fueron asesinadas. La búsqueda de aquellos niños todavía continúa dirigida por la asociación de Madres (ahora Abuelas) de Plaza de Mayo. Los seguidores de Macri se burlan de lo que hacen esas mujeres. Ha habido acusaciones en el sentido que la labor de la asociación mantiene una "actitud beligerante", más las amenazas de "querellas por sus llamados a desobedecer a las autoridades."

Desde los primeros días de gobierno Macri ha hecho todo lo posible para expresar su gratitud al Grupo Clarín, la más grande agrupación de medios de prensa del país, que aportó una ventaja propagandística durante su campaña electoral y actuó como su principal financista. De ahí que toda la documentación contentiva de información incriminatoria sobre el Grupo Clarín y su gerencia fue retirada de las instituciones de gobierno por orden personal de Macri. Con el objeto de asegurar el dominio de Clarín en el ámbito de los medios de prensa del país, las funciones de las agencias federales que supervisan las emisiones de radio y televisión están siendo revisadas. Las restricciones legales sobre los medios de prensa monopólicos están siendo levantadas y se están empleando varios pretextos para despedir a los periodistas que apoyaban las políticas de

Cristina Fernández. La última represalia de este tipo fue el despido de Víctor Hugo Morales, popular comentarista que trabajó en Radio Continental. Luego de su victoria, Macri despidió al periodista. Este hombre manifiesta una admiración demasiado abierta por Hugo Chávez y una imprudente, abierta y dura crítica por la nueva agenda.

Los argentinos están particularmente pendientes de la nueva lista de nombres de quienes van a dirigir las instituciones administrativas del país. No es ningún secreto que algunos de los nombramientos del gobierno le fueron recomendados a Macri por el gobierno norteamericano y que él aprobó sin hacer preguntas. Así es precisamente como Susana Malcorra se convirtió en ministro de relaciones exteriores. Los norteamericanos le tenían el ojo puesto desde el tiempo en que ella trabajaba para IBM Argentina. Posteriormente, su carrera incluyó altos cargos en la ONU incluso una pasantía como jefa del personal de Ban Ki-moon. Malcorra siempre mantuvo una constructiva relación de trabajo con el Departamento de Estado norteamericano orientando a diplomáticos norteamericanos y a agentes de inteligencia hacia cargos operativos y de administración dentro de la ONU. Materiales publicados por Wikileaks brindan copiosas evidencias sobre las persistentes y positivas respuestas a tales planteamientos de parte del Departamento de Estado.

De ahí que Diosdado Cabello, que hasta hace poco encabezó el parlamento venezolano, tuvo algo que decir sobre ella: "Ella estuvo aquí, yo la recibí en mi oficina. Ella es la CIA en persona." Los líderes venezolanos han criticado ácidamente las declaraciones hechas por Malcorra con relación a la puesta en libertad de los supuestos presos políticos en Venezuela cuyas acciones provocadoras causaron la muerte de decenas de venezolanos, incluyendo entre estos a funcionarios policiales y personal militar.

Malcorra cree que las potencias más importantes del mundo son Estados Unidos y China. Sus declaraciones iniciales no abrigan muchas esperanzas para el avance de las relaciones entre Argentina y Rusia. Pareciera que para ella Rusia figura siempre en un lugar secundario. Malcorra aparentemente ha asumido enteramente la opinión de Obama en el sentido que Rusia solo es una potencian regional.

Casi todos los nombramientos ministeriales de Macri tienen una muy estrecha relación con la embajada norteamericana. Por ejemplo el Ministerio de Seguridad está encabezado por Patricia Bullrich, quien también fue recomendada por Washington. Bullrich supervisa a la policía federal, la seguridad aeroportuaria a la Gendarmería Nacional (responsable de la vigilancia de las fronteras del país como también sitios de importancia estratégica) y a la Prefectura Naval (responsable de la seguridad de las vías acuáticas). Bullrich tendrá que trabajar activamente con Estados Unidos cuando se hagan planes para establecer un servicio especial para el combate contra el narcotráfico y establecer una red de estaciones de radar y fortalecer el patrullaje fronterizo.



Los nombramientos de Kirchner están siendo sistemáticamente retirados de las fuerzas de seguridad. Funcionarios policiales potencialmente desleales son obligados a jubilarse. Según informaciones disponibles, "servicios de inteligencia amistosos" ayudarán a llenar los vacíos creados de personal. Como parte de esta feroz batalla contra el legado de Kirchner, Macri considera la colaboración con la CIA, la NSA y la DEA como críticamente importante.

Macri nombró a Gustavo Arribas, viejo amigo en el que "confía incondicionalmente" para encabezar la Agencia Federal de Inteligencia, AFI, Silvia Majdalani, ex primer ministro y miembro del Partido Propuesta Republicana ha sido nombrada subdirectora de esa agencia de inteligencia. Ella tuvo a cargo cuestiones de seguridad en el parlamento, hizo un curso en la Escuela de Inteligencia Nacional y recibió cursos de especialización en el extranjero, incluso en Estados Unidos. Anteriormente, Majdalani más de alguna se halló en el epicentro de graves escándalos. Por ejemplo, como una "hija no reconocida", trató de utilizar una documentación falsa para reclamar una herencia multimillonaria en dólares de un hombre que no había dejado herederos. Fue condenada a tres años de prisión por estafa y habría servido toda la sentencia si no hubiera sido amnistiada. Resulta claro que los servicios de inteligencia de Argentina están en buenas manos,

Marcos Molina Viamonte, ciudadano norteamericano, fue elegido para encabezar el Secretariado Legal y Técnico de la Presidencia de la República Argentina. El presidente ignoró las protestas de profesionales argentinos que trabajan en ese campo, quienes le recordaron que bajo la ley solo un ciudadano argentino puede ejercer ese cargo, que el nombramiento de Viamonte es una amenaza a la seguridad nacional y que la NSA con certeza lo utilizará para favorecer sus intereses.

Por otra parte, Laura Alonso va a dirigir la Oficina de Anti-Corrupción la cual forma parte del Ministerio de Justicia. Aunque otros miembros del equipo de Macri no hacen notar sus vínculos "no oficiales" con Estados Unidos, Alonso se exhibe abiertamente los suyos. Ella es miembro del consejo administrativo del Instituto Argentino Norteamericano de Cultura, ICANA. Ella siempre ha estado pendiente de la lucha contra la corrupción. Es por eso que Alonso comenzó a trabajar con la ONG Voces Vitales que tiene su cuartel general en Estados Unidos. Esa ONG está dedicada a entrenar a una nueva generación de dirigentes femeninas con el objeto que puedan hacerse cargo de los movimientos progresistas (léase neoliberales) y aseguren la promoción de "valores democráticos". En el año 2008 Hillary Clinton, entonces Secretaria de Estado, entregó a la Alonso el galardón Liderazgo Global garantizando así su muy prometedor futuro.

En el mes de octubre del año pasado, en medio de la campaña electoral argentina, Alonso publicó un libro titulado "El Circo de Kirchner" que parece un folleto de comiquitas pero que incluía citas de los discursos de Néstor y Cristina, citas que fueron cuidadosamente seleccionadas para describir un cuadro poco halagador. El libro fue propagandizado a través de todos los medios de propiedad del Grupo Clarín lo cual es un indicio que fue mandado a escribir. En numerosas entrevistas la Alonso declaró que ella está buscando información sobre el "enriquecimiento ilegal" de los Kirchner y describió sus planes para luchar contra "aquella familia" que está "causando tan malos efectos sobre el país".

Las señales que emite el presidente Macri y su equipo confirman que sus planes son para "neutralizar" políticamente a Cristina Fernández, que ya ha anunciado su intención de regresar a la política en el mes de febrero con el objeto de impedir el desmantelamiento de los logros sociales y económicos alcanzados por el Kirchnerismo. Las tácticas más sucias serán empleadas para comprometer a la ex presidenta. Horacio Verbitsky es un influyente periodista que ha denunciado las reales metas de la cacareada querella que se está planteando contra Cristina Fernández. El Grupo Clarín ha pavimento del terreno y su meta es aislar a la ex presidenta y dividir las filas de sus seguidores.

Los ataques contra Cristina Fernández serán lanzados desde la Oficina Anti-Corrupción. Laura Alonso está lista para esta misión.

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