Prueban que la DINA actuó bajo directas órdenes de Pinochet

24 de Diciembre de 2004
Un documento publicado por el diario chileno La Nación revela de manera inequívoca la relación de confianza y de mando explícito que tenía el general Augusto Pinochet Ugarte con el creador y jefe de la DINA, Manuel Contreras.

A poco más de tres meses del golpe de septiembre de 1973, Augusto Pinochet designó a Manuel Contreras como su delegado personal, con plenos poderes, para poder empezar a echar las bases de la DINA, organismo creado oficialmente en junio de 1974.

El texto, que fue depositado en Santiago en la notaría de Sergio Antonio Carmona Barrales, y que hasta ahora era absolutamente desconocido por los jueces y la opinión pública, señala: “Santiago, 13 de noviembre de 1973. El Presidente de la Junta de Gobierno, certifica que el teniente coronel MANUEL CONTRERAS SEPÚLVEDA, es su Delegado para realizar diligencias ante diferentes organismos autónomos, fiscales y particulares, los cuales deberán prestarle apoyo y solucionar lo que solicite. Firmado: Augusto Pinochet Ugarte, General de Ejército, Presidente de la Junta de Gobierno”.

De esta manera queda evidenciado que, además de nombrar Pinochet como su “delegado” personal al general Sergio Arellano Stark en septiembre de 1973, con el fin de organizar el operativo Caravana de la Muerte que derivó en el asesinato de prisioneros inermes en el sur y el norte de Chile, también designó en esa calidad al entonces teniente coronel Manuel Contreras, con el fin de dar los primeros pasos para organizar a la DINA, la policía secreta del régimen que se reportaba directamente ante Pinochet Ugarte.

“Hasta ahora, algunos oficiales ya retirados –indica la crónica-, como Juan Chiminelli Fullerton, miembro de la DINA y jefe de Estado Mayor de Arellano para la operación Caravana, habían declarado en diversos procesos y ante la Comisión Rettig que la DINA se comenzó a organizar ya en noviembre de 1973, cuando se realizó el primer curso de agentes en Rocas de Santo Domingo, donde uno de los instructores fue el actual alcalde de Providencia, coronel retirado Cristián Labbé”.

No obstante, hasta el día de hoy Pinochet mantiene su versión de que nunca se relacionó con Contreras para las tareas de la DINA, en cuanto a su formación y trabajo sucio, así como tampoco habría influido, de acuerdo a su versión, en los métodos que empleó dicho organismo para ejercer su labor represiva.

Pinochet declaró ante el juez Juan Guzmán, cuando éste lo interrogó el pasado 25 de septiembre acerca de su relación con Contreras, “mire, yo me reunía con él para que me informara de la situación limítrofe que se vivía en Argentina. Por eso me reunía con él, para saber lo que había pasado”.

Al ser consultado respecto a las eventuales órdenes que Pinochet dio a Contreras para organizar la DINA y sus operativos, como el asesinato del general Carlos Prats y su esposa en Buenos Aires, y los informes que Contreras le entregaba casi a diario acerca de las tareas de la DINA, el hombre al que finalmente Guzmán decidió procesar contestó: “mire, yo era Presidente, a mí no me iban a informar de cosas chicas. Me informaban de cosas grandes, como lo de Argentina”. Y agregó: “el servicio de inteligencia era un servicio de mandos medios. Yo era Presidente de la República y, como Presidente de la República, se me informaba de la seguridad nacional, no de la seguridad chica”.
Con estos dichos, Pinochet quiso desvincularse de su relación con Contreras y la DINA, organismo que recién tuvo existencia legal a través del decreto ley 521, del 18 de junio de 1974.

Militares retirados y expertos en inteligencia que analizaron el contenido de este documento, coincidieron, según La Nación Domingo, en que fue a través de este certificado que ahora sale a la luz que Pinochet concedió a Contreras amplios poderes para comenzar a sacar personal de los regimientos, divisiones, ministerios, servicios públicos y oficinas particulares para formar los equipos de agentes.

El término “delegado” fue profusamente analizado por los tribunales en el proceso por la Caravana de la Muerte, llegándose a concluir en los estrados –basado en el análisis, entre otras cosas, de textos de formación interna del Ejército-, que un “delegado” es la “voz oficial” del comandante en jefe del Ejército y, en este caso, también del Presidente de la Junta de Gobierno.“Cuando Pinochet extendió a Contreras esta suerte de salvoconducto para hacer y deshacer en cualquier parte –concluye La Nación-, Contreras estaba actuando en nombre de Pinochet”. ("El Mostrador")
Compartir
URL Copiado!