Hoy dнa, en muchos paнses occidentales la nueva evangelizaciуn es, de hecho, un primer anuncio si se considera la secularizaciуn general de las costumbres y la cultura. Mбs que la ignorancia, debemos lamentar una cultura formada por la lengua mediбtica y su recurso a la instantaneidad y a la efectividad.

Por este motivo, la nueva evangelizaciуn, en este contexto, debe unir en un mismo esfuerzo el testimonio de la fe y una pedagogнa de la cultura.

El testimonio de la fe es mбs perceptible cuando manifiesta la comuniуn que une a todos los miembros de la Iglesia y cuando se expresa en todos los campos de la acciуn eclesial: enseсanza del magisterio, declaraciones pъblicas sobre diversos argumentos, la vitalidad de las parroquias y de las comunidades cristianas, la referencia concreta de cada cristiano a la vida de Cristo mediante la palabra y la manera de vivir. Su credibilidad se apoya, en buena parte, en el testimonio vivido de los cristianos y en la visibilidad de su participaciуn en la vida de la Iglesia.

La pedagogнa de la cultura se desarrolla con el compromiso de los cristianos en todos los sistemas educativos y con su contribuciуn a una autйntica educaciуn de la inteligencia que es la condiciуn necesaria para el ejercicio de una verdadera libertad.

Por otra parte, debemos invertir todos nuestros medios en la formaciуn de los sacerdotes y de los laicos para que sean capaces de demostrar que la adhesiуn a la fe cristiana no estб en contradicciуn con la razуn humana.

Finalmente, debemos desarrollar las consecuencias йticas de una antropologнa cristiana que tiene sus raнces en la Revelaciуn y que se explica en un diбlogo con las demбs sabidurнas. Debemos ser mбs conscientes de que somos depositarios de un tesoro para el futuro de la humanidad y portadores de una esperanza.

Card. Andrй Vingt-Trois, Arzobispo de Paris.

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