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Campesinos mexicanos contra TLCAN: «Sin maíz no hay país!”

29 de Enero de 2008
Con cadena humana contra el TLC los campesinos mexicanos recibieron el 2008. Ante la inseguridad que someterá la entrada en vigor de la próxima etapa del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en agricultura, a las 0 horas con un minuto del pasado primero de enero un contingente binacional de campesinos y activistas sociales efectuaron un plantón y un muro humano en el Puente Internacional Córdoba-Américas que une a Ciudad Juárez. Participarán, además, varias organizaciones de los Estados Unidos, como la Unión de Trabajadores Agrícolas de la Frontera.

La movilización estába organizada por el Frente Democrático Campesino y El Barzón, ambas organizaciones integrantes de la Campaña Nacional en Defensa de la Soberanía Alimentaria y la Reactivación del Campo Mexicano. También anunciaron el inicio de movilizaciones en todo el país en protesta por la apertura total de las fronteras nacionales a la producción de maíz, frijol, caña de azúcar y leche en polvo de Estados Unidos y Canadá, como parte de la entrada en vigor del capítulo agropecuario del TLCAN.

Formaron un muro humano con la consigna: "si hay muros de hierro para nuestros compatriotas, nosotros formamos un muro de gente para sus productos" y durante dos días efectuaron estrangulamientos esporádicos del tráfico de contenedores para que se devuelvan a los Estados Unidos lo que pretenden traer a México maíz, frijol, leche en polvo y azúcar de caña.

«Sin maíz no hay país, sin Frijol Tampoco ¡Pon a México en tu boca!” que aglutina a más de 300 organizaciones sociales de toda la República.

El acuerdo suscripto pos Estados Unidos, México y Canadá establece que desde el 1 de enero de 2008 se halla libre de aranceles la comercialización entre estas naciones de maíz, frijol, azúcar y leche, entre otros productos.

Sectores campesinos mexicanos aseguran que la liberalización comercial de estos alimentos tendrá graves consecuencias para los productores del campo que no podrán competir con los productos que ingresarán desde el norte.

Las organizaciones campesinas demandan que se saquen del TLCAN el maíz blanco y el frijol o, cuando menos, se establezca un mecanismo que controle las importaciones de los mismos sólo en caso de desabasto nacional controlado y las exportaciones sólo en caso de superávit nacional comprobado.

Dado que en México el gobierno ya no tiene una reserva estratégica de granos y alimentos básicos y que dos grandes empresas trasnacionalizadas, Cargill y Maseca controlan la importación y exportación de éstos, tanto los productores agropecuarios como los consumidores enfrentarán graves riesgos.

Los productores porque en cualquier momento se podrán importar enormes cantidades de granos a precio subsidiado en los Estados Unidos, en una abierta práctica desleal de competencia, derrumbando los precios que los agricultores nacionales reciben por sus productos y llevándolos a la quiebra. A los consumidores, porque en cualquier momento las dos citadas empresas podrán exportar el maíz blanco que quieran, aprovechando los altos precios internacionales, provocando un desabasto en la nación y la consecuente alza de precios, como sucedió con la tortilla.

Hay varias formas de hacerlo. Por ejemplo, apelar a Carta Magna de México que da primacía a los derechos fundamentales de las personas sobre los tratados comerciales suscritos por nuestro país. Todos estos son instrumentos jurídicos que el gobierno podría esgrimir si tuviera la voluntad política y el compromiso con su pueblo que todo gobierno debe tener.

El presidente Felipe Calderón defendió el tratado de Libre Comercio con América del Norte firmado hace 14 años porque aseguró que se ha dado buenos resultados para el país y México se ha convertido en el segundo socio en el campo agrícola de Estados Unidos y el tercero de Canadá.

A pesar de todo Calderón llama a embajadores y cónsules del país a diversificar las relaciones comerciales con Asia, especialmente con China, India, Japón, Corea e incluso Israel, en Medio Oriente a fin de dejar de depender de la economía norteamericana.

El mandatario reconoció que se avizoran tiempos difíciles en la economía de Estados Unidos y por ello giró instrucciones a los diplomáticos para que promuevan a México en nuevos mercados.

Sostuvo que el país debe ser la principal nación de enlace entre la Unión Europea y Latinoamérica pues señaló que México debe tener una participación más activa en el mundo.

Dijo que México debe ser difundido en el mundo como una nación con una posición geográfica estratégica, un destino seguro para inversiones, con estabilidad política y económica porque se requiere la llegada de capitales que generen empleo.

En estos días una serie de caravanas de campesinos mexicanos contra el Tratado marcha de diversos puntos del territorio nacional hacia la capital del país hasta llegar el próximo día 31 a la plaza del Zócalo, donde se efectuará un acto masivo contra el Tratado.

(Agencias)
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