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Venezuela –Belarús: “NO BASTA REZAR”

Olga Ràvchenko, Belarús
22 de Agosto de 2008
Muchachos de “Maraca Ensamble”
Al principio de los años 70 en el Museo Estatal de Bellas Artes tomé bautismo de fuego como cicerone del grupo “Ballet de Venezuela”.

En el octubre de 2006 tuve ocasión de trabajar con un talentoso ingeniero de mina quien a veces me llamaba “mamita”, ya que una vez le serví café igualito al modo que usaba su mamá, y en vista de que ayudé al primer joven especialista llegado de Venezuela a Belarús a dar sus primeros pasos por la tierra bielorrusa y bajo la tierra.
Este año me encontré en situación de déjàvu más acompañando a los muchachos de “Maraca Ensamble”.

En marcos de la Semana de la amistad bielorruso-venezolana sincronizada con la Jornada de la Independencia de la República Bolivariana de Venezuela en Belarús el cuarteto musical de “Maraca Ensamble” y el grupo de música “Folklor Cochense” visitaron nuestro país.

Los habitantes de Gómel asistieron al concierto del cuarteto de los virtuosos fundado en 2000, y la edad total de ellos no supera un siglo. Todos los cuatro músicos desde la infancia estudian la música con los mejores maestros diventando hoy ilustre grupo de adeptos persiguidores del objetivo de conservar tradiciones multisecolares de la música popular y de la música clásica inherentes al mínimo a los cuatro continentes. No es casual puesto que en las venas de Eddy Alejandro Díaz corre sangre español, italiana y árabe, en particular, mientras Orlando Velásquez y Leonardo Franco son los más próximos a la población autóctona de Venezuela.

Los tres primeros conciertos pasaron en la capital bielorrusa: en el Jardín de Simón Bolívar durante la inauguración de la placa conmerativa en honor del héroe latinoamericano; en el Palacio de la República durante la recepción oficial tributada por el señor A. Díaz Núñez, Embajador Extraordinario Plenipotenciario de la República Bolivariana de Venezuela en Belarús; en la sala de conciertos de la Sociedad Filarmónica de Belarús.

Al llegar a Gómel la delegación de Venezuela visitó en primer lugar el conjunto arquitectónico de “Palacio y Jardín de Rumiántsev y Paskévich” para conocer el pasado histórico de la ciudad. Resultó que los huéspedes estaban informados muy bien de la amistad entre Piotr Rumiántsev, uno de los fundadores de la ciudad, y Francisco de Miranda, héroe nacional de Venezuela, pero il tiempo avanzando inflexiblemente no permitió que los invitados se enfrascaran en la historia.

La ciudad sobre el río Sozh tributó una calurosa acogida a los músicos en la sala de conciertos de la escuela de música de Gómel “Piotr Chaikovsky”. La “música latina” es muy conocida en todo el mundo, por eso aunque los oyentes nunca sepan el título de la pieza o el apellido del compositor, el auditorio se sienta con confort, ya que la melodía hasta cierto grado es suya, carnal, y no tiene importancia que sea: un tango, un vals, una polka o un joropo… Otrosí que en los tiempos soviéticos los oyentes conocían muy bien la canción de protesta y a sus mejores representantes, particularmente, a Alí Primero: “Como la incarnación de la misma Venezuela”, según la opinión de Jerardo Estrada. Uno de sus mejores hits tiene el siguiente refrén: “No basta rezar: hace falta muchas cosas para conseguir la paz”.

Unos habitantes de Gómel se emocionan escuchando la melodía romántica de “Venmi a buscar” de Henry Martínez, a otros les llega al alma “Pajarillo”. Para mí número uno es “Moliendo café”, la cual no sonó…

En escena los músicos andan como Pedro por su casa. Jerardo Estrada hasta saluda al público en el ruso: “¡Priviét, Gómel!”

El auditorio es extremo: de la gente casual hasta los admiradores apasionados. Gracias a los últimos por la ciudad corre una cassette de sonido amateur la cual ayude a reconstruir la atmósfera de aquella noche de julio.

Emma Pribýlskaya estaba componiendo improvisaciones por las huellas frescas mientras el microbús se llevaba a los músicos a “La Casa del Pescador” donde les esperaban habitaciones del chiquito hotel privado y una cena compuesta de ujá (la sopa de pescado típica) y otros platos de pescado “del jefe”.

Después de cenar se calentó el baňo tradicional ruso, pero los músicos venezolanos por ahora no entienden colorido local y prometen sin reflexionar: “La próxima vez!”, tampoco pensando de las consecuencias del 17 de diciembre en Belarús, no en Venezuela.

Los moradores de “La Casa del Pescador” estaban dispuestos a ir a la cama quando los huéspedes de Venezuela, ejecutado el concierto para el Casateniente en el salón, se trasladaron al balcón pasado de todos los aires de donde se abría la vista al lago y al río la cual punto por punto aparecía a una laguna venezolana, según la opinión de Eddy Alejandro.

En “La Casa del Pescador” tuve la suerte de ser testigo de una cosa imposible en marcos del formato indicado por una escuela de música: de algo con que soňaban hispanistas de nuestra ciudad sintiendo morriňa por una canción hispanohablante in vivo. Sin exageración los muchachos cantaban toda la santa noche haciendo el cuarto pasar por el círculo.

Por la maňana, entregadas las flores a las arrebatadas admiradoras y distribuidos los autógrafos, no se olvidó de dar las gracias al hospedador hospitalario y hacer una anotación en el libro de impresiones de visitas.

Luego se fue a la granja combinada del estado de “Sozh” donde se presentó un concierto improvisado más en el Centro de la Cultura local. Los oyentes se entusiasmaron no solamente de la irreprochable ejecución en el estilo clásico in vivo, sino de los instrumentos musicales excepcionales, en particular, de percusión, cuyo encanto después del concierto podía experimentar cada uno: “Cómo Usted hace esto?” Es decir cada uno pudiera tocar la misma exotiquez con la mano. Orlando Velásquez descubrió con mucho gusto los secretos de su passión por el tambor, por el pandero, por el “palo de la lluvia”, de los 15 aňos de su passión por las maracas, subrayando siempre que éste último instrumento, la ejecución están evolucionando constantemente y que sonar virtuosamente las maracas y la mandola sepan solamente los venezolanos y los columbianos.

Jerardo Estrada compareció ante tres canales de la TV bielorrusa subrayando en particular la importancia de la diplomacia de los publos y de la amistad bielorruso-venezolana no sólo para los pueblos de nuestros países, sino para toda la comunidad mundial.

Despidiéndome del grupo abracé a cada uno de los integrantes de “Los cuatro de Carabobo” con esperanza de volverles a ver en diciembre, sintiendo mucho de que la vida voló rápidamente – no sólo la juventud y los aňos estudiantiles – y alegrándome de que más de treinta aňos después de los estudios en la Universidad sé no sólo conservar amor al idioma espaňol y al arte latinoamericano, sino concientemente subir al nivel siempre más alto en las relaciones con uno de los pueblos del mundo.

Directamente de Belarús “Maraca Ensamble” voló a Madrid donde le esperaba la tournée por Espaňa. Los muchachos no sospechaban que con su partecipación en marcos de la Semana de la amistad bielorruso-venezolana se planeó un acto cultural más el cual desgraciadamente no coincidió con los términos de la visita: 70° aniversario de “El Faro”. El periódico regional planeó la partecipación simbólica de los músicos en la erección de un faro de arena de 3, 5 m de altura. Finita la construcción se organizaría un concierto de “Maraca Ensamble” en un balneario de Chonki.
Ahora para realizar un acto cultural conjunto de la juventud tenemos que esperar la llegada del invierno bielorruso.



INTEGRANTES DE LA AGRUPACION
MARACA ENSAMBLE

Prof. Eddy Alejandro Díaz. (Bajo, Guitarra y Bandola)
Nace el 02 de junio de 1982, comenzó sus estudios musicales de piano y órgano a la edad de 4 años de manera particular con el profesor Carlos Tamayo y la profesora Sinaí Tamayo, en 1991 ve clases con el Prof. Pedro Mendoza, donde aprendió a ejecutar El Cuatro, La Guitarra La Mandolina El Bajo Eléctrico entre otros instrumentos. Conoce al Prof. Patrick Ross y el reino de las Bandolas que se ejecutan en el país. Ingresa en El Conservatorio de Música de Carabobo donde ve clases con Hernán Matute ejecución de Contrabajo. Entra a formar parte de la Cátedra de Mandolina Clásica con el Prof. Sigesmundo Romero y también es fundador de La Agrupación Plectro Continuo. Dentro de la Universidad de Carabobo forma parte de La Estudiantina Universitaria Rafael Dalmau, ejecutando el Contrabajo, Mandolina y Mandola en la agrupación. Ha sido integrante de la Estudiantina Integrada Pedro Mendoza, Estudiantina de San Diego, Estudiantina Luís Ernesto Quintero Infantil y Juvenil, Orquesta Típica del Sur de Aragua, Orquesta Típica de Carabobo, entre otras. Como pedagogo realizo una intensa labor en la Cátedra de Instrumentación en la Unidad Educativa María Auxiliadora, diseño el método de enseñanza de Cuatro CAMBUR PINTON y lo aplico en la U.E.I Lomas de Funval, fue Subdirector de la Estudiantina del Colegio María Auxiliadora. Ha recibido las siguientes condecoraciones: Orden Universidad de Carabobo en 1era Clase, Orden Batalla de Carabobo en 1era Clase. Miembro fundador y Subdirector de las Orquestas Salazar-Friedman que más tarde pasara a ser La Orquesta Sinfónica Bolivariana del Estado Carabobo. Actualmente realiza estudios de contrabajo con el Prof. Rubén Ramos, de composición y arreglos con el Prof. Giovanni Di Bartilomeo también forma parte de la Agrupaciones: Gajillo de Venezuela, Armonía Venezolana y Ensamble D`arratico. Es contrabajista y arreglista de la Orquesta Sinfónica Bolivariana del Estado Carabobo.

Mtro. Gerardo Estrada. (Violín y Percusión)
Nace en la ciudad de caracas, realiza estudios de Violín a la edad de 4 años en el colegio Emil Friedman. Recibió clases en el Conservatorio de Música Juan José Landaeta. Ha recibido clases de dirección orquestal con los maestros Rodolfo Saglimbeni y Alejandro Beraldi. Como Violinista ha sido concertino de la Orquesta Sinfónica de Anzoátegui, ha realizado distintas giras por Rep. Checa, Argentina, Chile, Estados Unidos, España, Ecuador, Rep. Dominicana entre otros. Ha sido Fundador de las agrupaciones The Flower Of Quinchoncho, La Orquestas Salazar-Friedman y el Ensamble Ad Libithum. Actualmente es el Secretario de Cultura del Gobierno Bolivariano del Estado Carabobo y Director de la Orquesta Sinfónica Bolivariana del Estado Carabobo. Ha recibido las Siguientes condecoraciones: Orden Batalla de Carabobo en 1era Clase, fue nombrado Visitante Ilustre de la Población de Barahona (Rep. Dominicana) por parte del ayuntamiento de la Población de Barahona 2.007 y recibió el Botón Dorado de la Real Academia de la Música Valenciana (España) 2.008.

Prof. Orlando Velásquez (Percusión y Cuatro)
Nace en Valencia el 12 de noviembre de 1984. Inicio sus estudios musicales de cuatro, guitarra mandolina percusión y teoría y solfeo bajo la tutela del Prof. Víctor Salazar, también estudio lenguaje musical con los profesores Margarita Marrero y Paris Milona en la Escuela de Música Sebastián Echeverría Lozano, también con el Prof. Pedro Mendoza recibió clases de cuatro guitarra, mandolina, bajo eléctrico. Conoce al Prof. Patrick Ross y recibió clases de guitarra, mandolina y percusión. Y con los Profesores Gustavo Rojas y Juan Carlos Mejías recibió clases de Percusión Sinfónica. Ha participado en distintas agrupaciones culturales entre las cuales se mencionan la Estudiantina Pedro Guzmán Gago, Estudiantina Integrada Pedro Mendoza, Estudiantina del Colegio María Auxiliadora, entre otras agrupaciones. Ha formado parte de la Estudiantina Universitaria Rafael Dalmau de la Universidad de Carabobo. Como docente ha participado en el sistema de enseñanza de cuatro CAMBUR PINTON en la U.E.I. Jacinto Lara y en la U.E. Santa Ana de la ciudad de Valencia. Ha participado como músico invitado en la Orquesta Sinfónica de Falcón. Ha realizado distintas giras tanto dentro como fuera del país entre las cuales se puede mencionar Rep. Checa, Bonaire y Rep. Dominicana. Ha compartido tarima con María Teresa Chacin, Saúl Vera, Paul Gillman, Oscar d`Leon, entre otros. Actualmente es integrante de las agrupaciones The Flower Of Quinchoncho, Orquesta Sinfónica Bolivariana de Carabobo, y la Banda Sinfónica 24 de Junio.

Prof. Leonardo Franco (Cuatro y Bajo)
Nace en la ciudad de valencia el 12 de marzo de 1985, inicia sus estudios musicales integrales de cuatro, guitarra, mandolina, y bajo con el Prof. Pedro Mendoza a través del sistema de formación de estudiantinas en el estado Carabobo. ha realizado cursos de lenguaje musical y técnica vocal en la Escuela de Música Sebastián Echeverría Lozano, también realizo cursos de técnica vocal y dirección coral con los profesores Domingo Corona, Hugo Lino Jiménez, Juan Pablo Correa, entre otros; y cursos de armonía con los profesores Jorge Castillo y Frank Hernández. Como músico ha participado en distintas agrupaciones entre ellas la Orquesta Típica de Carabobo, la Estudiantina Rafael Dalmau de la Universidad de Carabobo, entre otras.

Como pedagogo musical ha formado y fundado estudiantinas y coros infantiles en las instituciones educativas como I.E. María Montessori, Colegio Patria Soberana, I.U.T.E.P.A.L, y la Universidad Arturo Michelena. Ha realizado distintas giras tanto dentro como fuera del país entre las cuales se pueden mencionar Rep. Checa, Rep. Dominicana y Bonaire. Actualmente es integrante de la Orquesta Sinfónica Bolivariana de Carabobo, integrante de la Banda Sinfónica 24 de Junio y director del Coro Penitenciario de Carabobo perteneciente a la Red de Orquestas Penitenciarias de Venezuela. Actualmente es cursante del Último Semestre en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Carabobo.
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