Argentina: Hallan restos de un mítico café tanguero

Clarin.com
3 de Enero de 2009
Argentina: Hallan restos de un mítico café tanguero
En Buenos Aires hallan restos de un mítico café tanguero. Se trata del Café de Hansen, una de las cunas del tango en la Ciudad. Un grupo de arqueólogos halló restos del Café de Hansen, que funcionó desde finales del siglo XIX hasta comienzos del XX en Buenos Aires, y ha sido evocado tanto en crónicas como en letras de ese género musical.

En el cruce de las avenidas Figueroa Alcorta y Sarmiento, frente al Planetario, arqueólogos descubrieron parte del piso de ladrillos del mítico café a 50 centímetros bajo tierra en la zona norte de la ciudad

El café tomó su nombre del apellido de su primer dueño, Juan Hansen, quien lo inauguró en 1877 en un caserón que se alzaba en medio del actual parque de Palermo. "Era un salón de baile, concurrido por gente calavera (de la noche) de diferentes rangos. Era un ambiente bravo, pero muy divertido", escribió el fallecido compositor Enrique Cadícamo sobre el lugar. El compositor, uno de los preferidos de Carlos Gardel, delineó un perfil del lugar casi como si lo hubiera conocido. En el Café de Hansen "se bailaba un tango muy bien bailado, porque en sus inicios era un lugar elegante", recordó Gabriel Soria, directivo de la Academia Nacional del Tango.

El café tuvo dos dueños. El propietario original, Juan Hansen, transformó la vivienda. Desde una galería y terrazas del caserón se podía ver, hacia el frente, el Río de la Plata. Se dice que los parroquianos bailaban, sotto voce, en el patio trasero porque tango estaba prohibido, como en todos los sitios públicos por aquellas épocas. Para 1892 el café cambió de dueño y, ya con el tango instalado como un ritmo popular, hicieron su aparición orquestas, músicos y bailarines. Este arte comenzó a bailarse en Palermo, como apuntó el escritor argentino Jorge Luis Borges, y también se hizo popular en los barrios de San Telmo y Monserrat, en la zona sur de Buenos Aires.

Pese a su popularidad el Café de Hansen no se salvó de la picota y fue demolido en 1912 para dar paso a calles y otras obras viales.

Hoy sólo pueden verse, debajo de en una carpa que montó el Ministerio de Cultura porteña, los restos de una botella y un pequeño trozo del piso de ladrillos: "La idea es seguir excavando pero vamos a aprovechar el hallazgo para instalar la zona como un paseo en el que los vecinos conozcan el perfil que tenía la Ciudad en aquellos años", prometió el ministro de Cultura de la alcaldía de Buenos Aires Hernán Lombardi.

Lombardi recordó que los orígenes del tango se remontan a finales del siglo XIX, cuando llegaban al río de la Plata oleadas de inmigrantes europeos que contribuyeron con sus instrumentos musicales a la creación del popular género musical.

A metros del Café de Hansen el mismo equipo de arqueólogos halló una red de túneles. Los túneles son de 1883 y eran parte de la infraestructura de la que sería la primer usina eléctrica de la Ciudad. Por entonces no había un sistema centralizado de electricidad. Los túneles luego pasaron a transformarse en un depósito y para 1956 quedaron inutilizados.

Los túneles tienen alrededor de un metro de diámetro y están revestidos con ladrillos, sostenidos por vigas de hierro. Los túneles también puedan ser visitados por la gente. Pero los trabajos recién comienzan. Antes habrá que poner en valor los edificios que están sobre los túneles, ahora prácticamente en ruinas y abandonados.

Y en medio de la tierra y los escombros, los arqueólogos auguran más descubrimientos.
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