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La Inteligencia Cubana Versus La CIA

Nil Nikandrov - http://www.strategic-culture.org
Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
2 de Abril de 2011
La Inteligencia Cubana Versus La CIA
Hace unos días, la televisión cubana exhibió el documental titulado “Los Peones del Imperio” que trata de las actividades subversivas de la CIA en la Isla de la Libertad. El film trae reveladoras historias relatadas por los agentes de contrainteligencia cubana Carlos Serpa Maceira (Emilio), Dalexi González Madruga (Raúl) y Moisés Rodríguez (Vladimir). Todos ellos estaban bien relacionados con la oficina de representación de los intereses de Estados Unidos en la Isla. En su condición de “peones útiles” ellos cumplían las tareas que de la CIA con relación a ciertas áreas de “actividades de oposición”.

Como director del Sindicato de Periodistas Libres de Cuba Carlos Serpa cubría para los medios masivos occidentales (incluyendo a la televisora José Martí) los casos más evidentes de “confrontación” entre grupos disidentes y las agencias del gobierno. Las informaciones sobre las damas de blanco tenían mucha demanda en EU. Este grupo fue establecido por recomendación y financiamiento con fondos de la oficina de la CIA en La Habana. Los norteamericanos emplearon los servicios del ingeniero de radio Dalexi González Madruga para la instalación secreta de una conexión a un canal de Internet con EU.

Durante una de las reuniones secretas, él recibió de manos de la CIA todo el equipo necesario, incluyendo antenas que estuvieron escondidas en tablas de surfing. En cuanto a Moisés Rodríguez, él era el jefe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y Reconciliación.

Los instructivos, el equipo para espionaje y el dinero entregado por la CIA, todas estas cosas, terminaron finalmente en las manos de las fuerzas de seguridad de Cuba (conocida tradicionalmente como G-2). Como norma, la información para la CIA fue procesada por los agentes del G-2 y sus puntos principales fueron “resaltados.”

Ellos entregaron a los funcionarios de la CIA información sobre gente del gobierno, del cuerpo diplomático, de las fuerzas armadas, como supuestos “potenciales informantes.” En la permanente confrontación con la CIA, la cual es superior en cuanto a poder y opciones técnicas, el servicio de inteligencia cubano se desarrolló rápidamente y empezó a prevalecer cada vez más frecuentemente. El patriotismo y el espíritu de sacrificio son los principales elementos de su éxito.

La Isla de la Libertad ha sido el blanco de ataques represivos por parte de Estados Unidos por más de 50 años. La Cuba socialista, ubicada a 90 millas de las costas norteamericanas resulta un factor irritante que EU apenas puede soportar. El imperio arrogante y egoísta, que incluso desprecia a sus “amigos”, se empeña por establecer un nuevo orden global –la Pax Americana. Cuba ha sido uno de los pocos países capaces de decir “no” a la política imperialista de Washington en las actuales circunstancias históricas.

La principal herramienta del imperio es la fuerza bruta. La arrogancia de la fuerza, pareciera que muchos países tuvieran que aceptar esta característica de la conducta norteamericana en la arena internacional. Aquella minoría que se atreve a objetar a Washington, está en peligro. Los líderes políticos que se oponen al imperio son desplazados de la arena política uno por uno. Estos son “neutralizados” mediante venenos y materiales radiactivos (el presidente paraguayo Fernando Lugo es un ejemplo reciente) o son enviados a prisión en EU o sencillamente ahorcados “por no observar las normas generalmente aceptadas de la democracia.”

Estados Unidos es el único y principal terrorista activo “en el sitio cubano” y sus alrededores. Desde el año 1959 el imperio ha llevado a cabo por lo menos unos seis mil (6.000) ataques contra Cuba. Esta cifra incluye unos 800 ataques en gran escala, lo cual ha ocasionado miles de víctimas entre pacíficos ciudadanos. En Estados Unidos, la CIA administra unos 300 grupos militarizados anti-castristas con un total de cuatro mil (4.000) individuos. Estos terroristas que cuentan con “licencia imperial para matar” han llevado a cabo 550 “liquidaciones físicas” –en otras palabras, asesinatos—mientras que el número de heridos alcanza varios miles. En el año 1971 la guerra biológica de EU contra Cuba resultó en la destrucción de medio millón de muertes en la población porcina. Se trató de un intento de producir hambruna debido a que la carne de cerdo es una comida tradicional en Cuba.

Durante la década de los 80 agentes de la CIA esparcieron zancudos con dengue en áreas rurales de Cuba. Los mosquitos fueron incubados en laboratorios secretos de la CIA Trescientas cuarenta y cuatro mil personas (344.000) fueron infectadas con fiebre dengue que es particularmente hemorrágica. En consecuencia, murieron 158 personas, incluyendo niños.

Pudo haber más ataques por parte de la CIA si la inteligencia cubana no hubiese trabajado duramente para descubrir las organizaciones extremistas entre los emigrados cubanos en EU. La detención de los “Cinco Espías Cubanos” por parte del FBI en Florida, demuestra la escala del trabajo preventivo realizado por el G-2 en Estados Unidos.

El trasfondo de este caso habla por si mismo. En el año 1998 la Habana recibió a una delegación de funcionarios de gobierno de EU., la cual también incluía funcionarios del FBI. Durante las reuniones con los colegas cubanos los funcionarios norteamericanos suministraron materiales acerca de las actividades terroristas de inmigrantes cubanos en Miami. Los hechos eran verdaderos y convincentes. Los norteamericanos dijeron que ellos estaban dispuestos a continuar la cooperación y que estaban dispuestos a “deshacerse” de los terroristas. Pero mintieron. En vez de detener a los terroristas que planificaban particularmente el asesinato de dirigentes cubanos, el FBI se enfocó particularmente en la detección de la gente de Castro en EU.

Los Cinco Cubanos son: Gerardo Hernández, René González, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Fernando González. Los cinco fueron arrestados en septiembre de 1998 acusados de espionaje político y militar, “planificando” asesinatos y para cometer otros delitos. Durante el juicio las normas de procedimiento legal fueron gravemente violadas.

La imparcialidad estuvo fuera de toda consideración. Hubo amenazas a los testigos, hostiles campañas por los medios, un jurado altamente perjudicial (el presidente de este, orgullosamente declaró que él siempre había opinado contra la “dictadura” de Fidel Castro). En el mes de junio del 2001 el jurado sentenció a tres miembros de los Cinco a cadena perpetua y a los otros dos a 15 y 19 años de prisión. El tribunal ignoró el hecho que los agentes cubanos habían solo ingresado a aquellas organizaciones que perseguían la meta de derrocar al gobierno cubano mediante la fuerza.

Son obvias las razones del veredicto contra la gente que verdaderamente combatió el terrorismo en territorio norteamericano. Tomemos por ejemplo, los agentes de la CIA Luis Clemente Faustino Posada Carriles y Orlando Bosch responsables en 1976 de la voladura del avión cubano que mató a 73 personas –no están en prisión. Carriles tiene muchas otras campañas terroristas impunes contra Cuba, Venezuela y otros países de Centro América en su lista. Esa es la razón por qué EU se opone a un juicio justo a este “veterano del terrorismo.” En el año 2003, mucha documentación que contenía evidencias contra Carriles fue destruida siguiendo órdenes emanadas de la Fiscalía General y del FBI.

La razón que se dio para esta acción fue la de “debido a la falta de condiciones apropiadas para su almacenamiento.”

Los miembros del Grupo de Los Cinco se han convertido en héroes: han sacrificado su libertad personal por la seguridad de Cuba. Sus nombres son conocidos en todo el mundo y algunos países han lanzado campañas en su apoyo.

Hasta en EU hay una organización denominada “Comité Nacional por la Liberación de los Cinco Cubanos.” Con el propósito de acallar estas campañas, los servicios especiales norteamericanos están tratando de comprometer las actividades del G-2 pero sin ningún éxito. Los reveladores materiales sobre el patrocinio del gobierno de Obama a los terroristas en Bolivia, Venezuela, Nicaragua y Cuba, en la mayoría de los casos son producto del buen trabajo del G-2. Por ejemplo, la información relacionada con la banda de terroristas que ingresó en Bolivia procedente de Irlanda y Europa del Este para organizar el asesinato de Evo Morales, fue recibida a través de los canales de la inteligencia cubana. Demás está decir que los servicios especiales cubanos gozan de gran respeto en los países de América Latina.

En el mes de mayo del 2004 se publicó en Estados Unidos el plan para “la liquidación del socialismo en Cuba.” En realidad se trata de una prueba de la participación directa de EU en un cambio de régimen en Cuba. Los anexos secretos contenían materiales acerca del uso de una amplia gama de operaciones secretas, incluyendo incentivos para el fomento de grupos de disidentes bajo la consigna de la democratización del sistema político y el desmantelamiento del “Castro-comunismo.” Disidentes bien conocidos fueron empleados como íconos, como ser, Héctor Palacios, Ángel Moya, Laura Pollán (dirigenta del grupo disidente cubano llamado Damas de Blanco) Osvaldo Paya y otros.

La competencia entre los dirigentes disidentes se ha tornado más intensa y pareciera que el frecuente rumor, en el sentido que habría agentes del G-2 entre ellos, tendría base.

El presidente Obama ha solicitado al Congreso el aumento del presupuesto de la oficina que atiende los intereses norteamericanos en Cuba y para la Oficina de Asuntos Cubanos en el Departamento de Estado. Para el año 2012, se planea asignar por lo menos 20 millones de dólares para todos estos menesteres. Para los programas propagandísticos de radio y televisión se destinarán 30 millones más. Así mismo, también se está promoviendo con más y más intensidad a los blogueros de oposición. Resulta notable que mientras el gasto federal de asistencia a otros países está siendo recortado, el gobierno norteamericano planea un considerable aumento del “presupuesto cubano” oficial, para la formación de un “frente de resistencia.” De acuerdo con los cálculos de algunos expertos, la parte secreta del presupuesto podría rondar entre 60 y 70 millones de dólares

El juicio al “contratista” de la USAID, el norteamericano Alan Gross de 61 años, se realizó hace poco en la Habana. A Gross se le acusó de implementar un proyecto que apuntaba a involucrar a círculos universitarios, culturales y religiosos en actividades contra el gobierno. El norteamericano “distribuyo” entre sus grupos de disidentes, aparatos de telecomunicación satelital con el objeto de establecer contacto permanente con la base operativa de la CIA en Miami. El tribunal concluyó que las actividades de Gross socavaban la soberanía del país y amenazaban su integridad territorial. Gross fue condenado a 15 años de prisión.

Por su parte, las autoridades norteamericanas amenazaron que no habría ningún mejoramiento en las relaciones entre Washington y la Habana si Gross no era liberado. En la Habana, esta declaración se tomó con calma. El hacer promesas y no cumplirlas se ha tornado una práctica común de parte del imperio. De acuerdo con las autoridades cubanas, la única variante aceptable para resolver este problema, sería el intercambio de Gross por los miembros del Grupo de los Cinco.

Nota. Sus comentarios y opiniones sobre este artículo serán bienvenidos en editorial@strategic-culture.org

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