Rusia se ha fortalecido, y ya no hace falta ir a la Horda

Israel Shamir / Notas: Andrés Pierantoni / Traducción: Dmitri Strauss
9 de Febrero de 2015
Rusia se ha fortalecido, y ya no hace falta ir a la Horda (Foto: http://www.kremlin.ru)
Hace pocos días Toro Hardy analizaba la “incomprensible amalgama entre factores extremos de modernidad y tradicionalismo” en Estados Unidos (http://www.eljoropo.com/site/alfredo-toro-hardy-eeuu-pais-del-futuro-o-pais-del-pasado/). El siguiente artículo, aunque no de corte analítico como aquel, también “pinta” la actual amalgama de valores del pueblo ruso (cercanos a nosotros algunos, distantes otros): un pueblo que viene del “desmerengamiento de la URSS”, las humillaciones – entre otras – del ataque a Serbia y a los ruso-ucranianos, el saboteo “occidental” al gasoducto “South Stream”, las sanciones “occidentales” y la caída de los precios de los hidrocarburos, el cerco de la OTAN, la devaluación del rublo en más del 40%, inflación, etc. pero también de la victoria en Siria, la alianza con China, el relanzamiento del BRICS, el reacercamiento con Irán y América Latina, etc… Frente a estos retos, así estaría reaccionando el pueblo ruso.

Cuando los líderes europeos le hacían una recepción con honores al presidente ruso, eso estaba bien. Pero mejor cuando no tenga que ir a ninguna parte. Me gusta (como suele decirse en las redes sociales) la vuelta de Putin hacia Rusia y la vuelta de Rusia hacia si misma. Esta vuelta ya no puede pasar desapercibida. El Presidente ya no va a la Horda, él no necesita un yarlyk (1) para reinar, él tiene el consentimiento del pueblo, a quien le llegó.

El no fue a exhibirse frente a la multitud sosteniendo una pancarta “Soy yo, soy yo ese Charlie”, él no se abría paso a codazos para estar en primera fila para que lo filmaran, como hizo Netanyahu; él no estuvo de ocioso por las calles de París, como un primer ministro europeo cualquiera. Él no necesitaba escupirle a Mahoma. Él no es Charlie, y tampoco su pueblo es Charlie. En Rusia a los sacrílegos de ese tipo nadie los mata; las autoridades curan su locura con dos años de trabajos forzados (3).

Los problemas europeos son asunto de los europeos, que se enredaron en su propio juego, demasiado complicado. Los grandes líderes de EE.UU., China y Rusia no estaban allí, en “Europa”.

Putin no necesita preparar una invasión a Siria y a Yemen. Si él va para allá, el pueblo le tenderá una alfombra roja. El Medio Oriente quiere a Rusia, porque Rusia siempre ha apoyado a Palestina, y Palestina es el corazón del Medio Oriente. Putin no necesita “apretar tuercas” e implementar una “matriz de control total”, como el primer ministro inglés y el presidente francés, ya que su pueblo lo apoya. Nadie en el mundo de hoy tiene tanto apoyo popular, el último fue Hugo Chávez.

Él no va a Auschwitz para jurar su lealtad al imperio judeo-americano, construido sobre las victorias despojadas (4) al Ejército Rojo. Los rusos liberaron a Auschwitz, salvaron a sus prisioneros, les dieron la vida. El presidente ruso no necesita demostrar nada allí.

Que vaya para allá Yatseniuk, porque, según sus palabras, los rusos en 1945 invadieron y ocuparon no solamente a la Alemania nazi, sino también a “Banderolandia”(5), la Ucrania de Yatseniuk, y no permitieron que el papá de Yatseniuk matara al papá del primer ministro israelí en Auschwitz. Que vaya para allá “Benia” Kolomoysky(6) y que se justifique por su apoyo a los nazis de los Batallones “Aydar” y “Azov”.

Que vayan los franceses, que enviaron a Auschwitz a sus judíos. Que vayan los norteamericanos, cubriéndose ante la traición a sus aliados de antaño. Ellos tienen que estar parados y justificarse. Los rusos no. Si los polacos y los judíos no se levantarán y no exigirán a sus gobernantes que les traigan al mandatario moscovita, al heredero de sus salvadores, entonces no hay que ir para allá.

Por fin a Rusia está regresando su honor y orgullo, el mismo honor y orgullo que mostraban el severo mariscal de bigotes que gustaba de “Herzegovina Flor”(7) y su fiel “Mister Nyet”(8). Ya era hora. Daba dolor ver a Putin cuando fue a Irlanda para la cumbre de los ocho y a Australia para la cumbre de los veinte. Se veía como un príncipe ruso en la Horda, entre los arrogantes kan (9) y baskak (10). Ellos lo humillaban y presumían de su dominio. Pero Rusia se ha fortalecido, y ya no hace falta ir a la Horda.

Si ustedes me preguntan cuándo se efectuó este viraje, desde una prolongada “Grande espera en el río Ugrá” (11) hasta la libertad de Rusia, les voy a decir: en la noche navideña, cuando Putin fue al servicio de medianoche, y no fue vestido en traje de gala, ni fue a una de los grandes catedrales de Moscú o Petersburgo, ni estuvo al lado del Patriarca, sino fue a un remoto pueblo de la provincia de Vorónezh, vestido con un sencillo suéter tejido; celebró la Navidad junto a los refugiados de la provincia de Lugansk (12).

Era algo así como su boda con la Rusia profunda y auténtica.

También era una elección religiosa, como la que hizo el príncipe Vladimir(13). No un culto al Holocausto, no la tolerancia a un “culto de género”, no un culto a “Europa”, no una reverencia hacia los valores norteamericanos. El escogió a Cristo.

No fui sólo yo quien notara y comprendiera el sentido de ese paso. Mijaíl Deliagin, un político con experiencia, murmuró “Él se fue de los liberales capitalinos, y ellos no se lo perdonarán. Tendrá tiempo de llegar a Rusia?”. Lo tuvo. Lo vemos por su brillante ausencia en el vergonzoso show de Paris y en la ceremonia de besar la mano del kan en Auschwitz (14).También lo entendió su compañero Serguey Lavrov: en París dejó a los demás líderes que se tomaran fotitos con la multitud, mientras él fue a una iglesia rusa ortodoxa.

Hay muchas pruebas difíciles por delante. Los que en el año 1991 restregaban en la cara a los veteranos “mejor que hubiesen perdido la guerra, ahora estuviéramos tomando cerveza de Baviera” dirán hoy “Mejor hubiese ido a besar la mano del señor, y nosotros estuviésemos tomando champaña”.

Pero más vale la libertad que apariencias pretenciosas y Rusia, para la fecha de su extraña festividad del Antiguo Año Nuevo, obtuvo no solamente la libertad: por fin, se encontró a sí misma y a un gobernante digno de ella.

(1) Shamir compara “Occidente” con la Horda de Oro mongol que dominó a los principados rusos desde principios del siglo XIII hasta mediados del XV. El rey mongol ponía el sello – Yarlyk – al edicto nombrando determinados príncipes como “gobernantes”-súbditos de diferentes regiones rusas.

(2) Controvertido periodista y escritor ruso, de origen judío y anti-sionista. Vivió en Israel y vive actualmente en Suecia: http://en.wikipedia.org/wiki/Israel_Shamir

(3) Se refiere al caso de las Pussy Riot: http://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/europe/russia/9482190/The-punk-prayer-that-landed-Pussy-Riot-in-court.html

(4) El término usado es “privatizadas”: término que apareció cuando, en el gobierno Yeltsin, grandes empresas estatales fueron “privatizadas” por sus burócratas, de manera poco ortodoxa…:

http://www.lasegunda.com/Noticias/Internacional/2013/03/834454/como-amasaron-su-fortuna-con-la-ayuda-de-los-amigos-correctos

(5) Stepán Bandera: líder ucraniano colaboracionista de los nazis: http://slavyangrad.es/2015/01/01/quien-es-stepan-bandera/ Shamir llama “Banderolandia” a la Ucrania post-Maidan, por la fuerte presencia de grupos neonazis.

(6) Igor Kolomoysky: el mayor oligarca ucraniano y, desde Marzo pasado, también gobernador de la provincia de Dnepropetrovsk (al Oeste de las independentistas Lugansk y Donetsk) y financista de los Batallones neonazis “Aydar” y “Azov”: http://www.mundoobrero.es/pl.php?id=4151

“Benya” es un apodo, por Benya Krik: elegante cabecilla de una banda de atracadores en el barrio judío de Odessa (un personaje de los “Cuentos de Odessa” del escritor Isaak Babel).

(7) La marca de cigarrillo ruso preferida de Stalin. De esos cigarrillos sacaba el tabaco para llenar su pipa.

(8) El Ministro de Relaciones Exteriores de Stalin: Molotov. James F. Byrnes, Secretario de Estado de Truman (Presidente de los EEUU, 1945-1953) lo apodó “Mr. Nyet” (Nyet=”No” en ruso) por su postura inflexible en defensa de la línea de Stalin en las negociaciones de la postguerra.

(9) Reyes mongoles, herederos del “rey de reyes”: Gengis Kan.

(10) Gobernadores de los reyes mongoles: básicamente cobradores de impuestos, acompañados de tropas para reprimir rebeliones.

(11) En 1480 los ejércitos del Kan Ahmed de la Gran Horda de Oro y del Gran Príncipe Iván III quedaron acampados tres semanas a ambas riberas del río Ugrá sin entrar en combate. Iván maniobró hábilmente para ganar tiempo y lograr que se le unieran sus príncipes hermanos, mientras su aliado – el Kan de Crimea – atacaba a Polonia, para impedir al rey polaco acudir en refuerzo de su aliado, el kan Ahmed. Hasta que este, vista la correlación de fuerzas, decidió retirarse. Se considera como el fin de la dependencia de Rusia de la Horda de Oro.

(12) Lugansk y Donetsk son las dos provincias de Ucrania Oriental que no han aceptado al gobierno ucraniano nacido del golpe de estado del “Maidán”. 850.000 ucranianos han huido a Rusia, básicamente de esas dos provincias: http://www.elmundofinanciero.com/noticia/37892/Exterior/Rusia-permite-trabajar-libremente-a-los-refugiados-ucranianos.html

(13) Vladimiro I de Kiev: con su conversión y bautizo en Crimea (año 988) inició la cristianización (ortodoxa) del Russ de Kiev. http://es.wikipedia.org/wiki/Vladimiro_I_de_Kiev

(14) Suponemos que se refiera a Obama en la ceremonia del 70 aniversario de la liberación del campo de exterminio en Auschwitz este Martes, cuya asistencia el pasado 17 de Enero fue sustituida por la del Secretario del Tesoro: http://www.enlacejudio.com/2015/01/25/obama-repite-viejos-patrones-participara-en-la-conmemoracion-del-70-aniversario-de-la-liberacion-de-auschwitz/

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