16 de Junio del 2015 |
Ahora describe a Hugo Chávez de manera muy diferente a como lo hacía antes. Actualmente brindan una imagen positiva del fallecido presidente y de sus políticas. Según ellos, él era el verdadero líder, pero que sus sucesores han despilfarrado su legado, se han empantanado en la corrupción y actúan contra los intereses del pueblo.
Los políticos y los militares bolivarianos son denigrados por ser sólidos en la defensa de los intereses del país y por luchar contra los planes expansionistas de Estados Unidos. Las acusaciones –carentes de toda prueba—están dirigidas contra los comandantes de distritos militares y actuales líderes extranjeros y nacionales de las agencias de contra-inteligencia. Se lanzan furiosos ataques contra el Presidente Nicolás Maduro y contra Diosdado Cabello Rondón, Presidente (vocero) de la Asamblea Nacional de Venezuela.
En varias oportunidades, dirigentes de oposición han discutido con los servicios especiales norteamericanos las vías para derrocar a Maduro y a su régimen. Les preocupa la posibilidad que Diosdado Cabello llegue a la presidencia. Su lealtad a la ideología del chavismo y su política anti-norteamericana son bien conocidas. De ahí que el actual presidente del parlamento sea el principal blanco de la campaña de calumnias. La maquinaria propagandística norteamericana entera ha concentrado sus esfuerzos para arruinar su imagen. A Cabello se le describe como jefe del más grande cartel de la droga en la historia de América Latina, con los generales venezolanos ocupando altos cargos en la estructura delictiva.
Los mismos esfuerzos difamatorios fueron dirigidos contra Hugo Chávez y su círculo íntimo. Pero las falsificaciones no dan fruto. Diosdado Cabello rebatirá las infamias con dignidad. Por otra parte, el parlamento venezolano ha tomado medidas para luchar contra el narcotráfico, incluso ha autorizado el derribamiento de aviones en "tránsito" que transportan drogas desde Colombia, Perú y Bolivia. Nadie en América Latina alcanza la talla del Presidente Maduro quien ha asumido una posición inflexible en el esfuerzo de lucha contra el narcotráfico. Hasta la agencia norteamericana para el control de drogas, DEA, tuvo que admitir que Venezuela había tomando medidas efectivas para contrarrestar las actividades delictuales relacionadas con los estupefacientes. Los aviones en tránsito han cambiado sus rutas a través de las islas del Caribe.
Muchas veces el gobierno de Maduro ha denunciado las operaciones patrocinadas por el gobierno norteamericano. Los círculos financieros y empresariales venezolanos han causado enorme daño al país y al gobierno que quieren controlar. Hacen todo lo que pueden para agravar la crisis económica. Estimulan la inflación y llevan a cabo acciones que estimulan el contrabando de extracción de artículos de primera necesidad y alimentos subsidiados fuera del país. A pesar de las medidas que se han tomado para reforzar la seguridad fronteriza, se emplean vías secretas para extraer toda clase de productos, desde jabón de baño hasta derivados del petróleo fuera del país hacia Colombia. La gasolina es contrabandeada en grandes cantidades mediante rutas acuáticas. El mercado negro existe en forma casi abierta ofreciendo mercancías a precios que exceden muchas veces el precio original.
La tasa delincuencial está en aumento en países bajo el control de Estados Unidos, tales como México, Guatemala, Honduras y Colombia. Pero aun así, la propaganda de Estados Unidos se enfoca en Venezuela. Esta se basa en estadísticas fraudulentas. La gente está asustada, temen ser víctimas de los delincuentes. Los guerreros de la propaganda norteamericana tratan de imponer la opinión que los órganos policiales venezolanos no son capaces de mantener el orden. Instalaciones petroleras y de generación eléctrica, son constantemente blanco de acciones de sabotaje.
Últimamente, Nicolás Maduro se ha dirigido en dos oportunidades a la nación informando que existen evidencias que corroboran el hecho que tales actividades si se están realizando. El presidente pidió una mayor vigilancia.
Eruditos políticos venezolanos han comenzado a utilizar el término "colombianización" al referirse a las formaciones paramilitares que están penetrando al país desde Colombia. El conflicto con el vecino país se ha prolongado durante medio siglo. El proceso de normalización ha encontrado obstáculos en el camino. A pesar de eso, algún progreso se ha logrado. Representantes del gobierno de Juan Manuel Santos participan en conversaciones con las organizaciones guerrilleras en La Habana (Cuba actúa como mediadora). Sectores del gobierno de Estados Unidos consideran este proceso de détente en la región como algo indeseado que pone en cuestión la presencia de instalaciones militares norteamericanas en Colombia.
Los medios de comunicación de masas de Colombia controlados por Estados Unidos, publican constantemente materiales arremetiendo contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo, FARC-EP movimiento guerrillero involucrado en el continuo conflicto armado desde el año 1964 con el objeto de obstaculizar el proceso de negociaciones. Estas mismas razones hacen que Estados Unidos haga todo lo que puede para exacerbar la situación en Venezuela. El gobierno de Obama considera al país como una amenaza para Estados Unidos. Según algunos informes, el Presidente Maduro hace poco canceló una visita a Italia luego de recibir información acerca de provocaciones armadas a ser perpetradas por la oposición radical.
El ex Primer Ministro de España, Felipe González planea visitar Venezuela durante el período pre eleccionario para reunirse con los denominados presos políticos. En el año 2014 estas personas provocaron gran agitación en las calles causando docenas de muertos, incluyendo entre ellos, policías y militares. A este hecho se le aplica la vista gorda. La dirección política bolivariana ha mantenido auto control, confianza y disposición para el diálogo con la oposición.
El Presidente Maduro ofreció a la oposición MUD que comprende más de 20 organizaciones políticas llegar a un acuerdo con el PSUV para reconocer los resultados de la elección. ¿Cumplirá la oposición (y los promotores que representan a los servicios especiales de Estados Unidos) esta iniciativa a medio camino? Se plantean grandes dudas.
Semejante acuerdo bloquearía el camino de los esfuerzos que apuntan a incitar mayores confrontaciones.
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