26 de Septiembre del 2000
Tiwy.com
Una película argentina propone un plan para conquistar las Islas Malvinas
Quizás la bella y rubia joven que atiende un negocio en las Islas Malvinas no debería haber mostrado su ombligo con un aro a ese turista argentino. La muchacha terminó siendo una involuntaria estrella de "Fuckland", una película filmada en secreto en las ventosas islas del Atlántico Sur que añadió un problema a las siempre conflictivas relaciones entre los 2.000 malvinenses y sus cercanos, pero no queridos, vecinos argentinos.

Fabián Stratas no era un turista común que intentaba charlar con una empleada de un negocio. Era un actor, y debajo de su abultado abrigo llevaba escondida una pequeña cámara digital.

Su tarea en la ficción era seducir a jóvenes malvinenses y embarazarlas para que de esa manera los genes argentinos pudieran conquistar las islas, objetivo que Argentina no logró al perder una guerra con Gran Bretaña en 1982.

"Básicamente estoy tomando esa frase de los sesenta --hagamos el amor y no la guerra-- literalmente", dijo a Reuters de regreso en Buenos Aires Stratas, quien usó su verdadero nombre en "Fuckland".

La película se estrene en 40 cines de Argentina el 21 de septiembre.

Filmada en las Islas Malvinas en tan sólo una semana en diciembre, "Fuckland" es una mezcla de vídeo de vacaciones y una obra improvisada interpretada por una actriz inglesa.

Camilla Heaney interpreta a una malvinense que se enamora de Fabián. Ella y Fabián son los únicos actores de "Fuckland".

Como era predecible, la película de título grosero en inglés --que también remeda el nombre británico de las islas, Falklands-- y un argumento que algunos consideran ofensivo, ha generado un gran malestar en las Malvinas, un archipiélago frío e inhóspito con 2.000 habitantes y un número similar de tropas británicas.

Los isleños, en su mayoría descendientes de ingleses, llevan una vida tranquila a pesar de estar rodeados por minas dejadas por los argentinos, a quienes sólo el año pasado se les permitió visitar las islas en condición de turistas.

El director de la película, José Luis Marques, quien viajó a las Malvinas simulando estar en viaje de pesca y llevó consigo una de las cámaras, dice que el filme no es contra los isleños.

"Por un lado, el British Film Institute invita a la película al festival de Londres y a hacer una gira por Inglaterra y, por el otro lado, y paralelamente, los kelpers ni siquiera quieren hablar de la película", dijo Marques a Reuters.

El término "kelper", que hace referencia a algas marinas en las islas, es una denominación utilizada por los ingleses en el pasado y por algunos argentinos en la actualidad para referirse a los isleños, que algunos malvinenses consideran ofensivo.

Stratas, un actor desconocido en Argentina quien durante un tiempo realizó actos de magia en las calles de Nueva York, no está molesto por la indignación de los malvinenses. "No estoy avergonzado de lo que hice. Entiendo que mucha gente pueda sentirse herida. Así es la vida. Uno se siente de esa manera cada día y sigue adelante", afirmó Stratas.

Esta fue la primera película de Marques, quien hasta "Fuckland" sólo había hecho comerciales televisivos. No había un guión establecido.Hasta el título ha causado problemas. Marques no había advertido cuánto asustaría a los distribuidores de los países de habla inglesa, pero insiste en que no lo cambiará.

Los argentinos llaman Malvinas a las islas que reclaman desde 1833.

En privado, los funcionarios británicos se ríen de la película y se muestran poco preocupados por los isleños, que en ocasiones molestan al gobierno del Reino Unido por su reticencia a cooperar con los argentinos.

Sin embargo, no todos los isleños muestran sus dientes a los argentinos, de acuerdo con Lisa Riddell, periodista del periódico isleño Penguin News. "Nadie ha estado aterrado u horrorizado. Creo que sólo lo ven como otra cosa argentina. Sólo otra locura argentina".

La mayoría de los isleños que aparece en la película no hace más que hablarle a Fabián de la manera correcta en que lo harían con cualquier turista.

Pero una cosa que es segura. Fabián no planea más viajes de seducción a Puerto Stanley. "Estoy loco, pero no tan loco", dijo. (Reuters)