27 de Marzo del 2019 |
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La derecha latinoamericana se fortalece con Prosur y sus políticas pro imperialistas
Francisco Sepúlveda // http://www.laizquierdadiario.cl/
Con la firma del documento de seis puntos que será “su hoja de ruta”, este viernes se dio por formado el Foro para el Desarrollo de América del Sur (Prosur), entidad que desde sus bases tiene un carácter pro imperialismo que busca el fortalecimiento de la derecha Latinoamericana.
Esto porque, a pesar de ser un organismo de integración sudamericano, y de definirse como una estructura por encima de ideologías, su composición es de la casi totalidad de Presidentes de derecha de la región. Más claro queda aún, con el hecho de la negativa a participar directamente del foro como pasó con Uruguay y Bolivia, o como se le prohibió a Venezuela su invitación al considerarse que el país como uno donde no hay plena vigencia de la democracia, y de no respetar la constitución y los DDHH.
A pesar de que sus firmantes (entre los que se encuentran los presidentes de Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Ecuador y Perú) no quieren que un bloqueo ideológico impida la toma de decisiones, en una clara contradicción a lo anterior, hacen una invitación a Juan Guaidó, presidente autoproclamado de Venezuela y títere de la Casa Blanca, quien busca imponer sus políticas nuevamente en su patio trasero, como lo ha hecho por décadas.
La búsqueda de políticas “integradoras” entre los gobiernos derechistas es otra de las causales de la declaración y formación del Foro, y ya se han podido palpar algunos de los intentos por pasar políticas de ataque a las y los trabajadores, las mujeres, la juventud y los pueblos originarios.
La llegada de Bolsonaro a la presidencia de Brasil, vino de la mano del “Chicago Boy” Paulo Guedes, quien busca imponer políticas de ajuste, disminución del gasto público y privatización y entradas de capital extranjero a las grandes empresas como lo es Petrobras. Plan muy parecido al que quiere implementar Guaidó de llegar a gobernar Venezuela, y es que su “Plan País”, busca también un avance hacia la privatización de PDVSA, esto en conjunto a el traspaso del control de los servicios básicos al empresariado, que en Chile conocemos muy bien gracias a los gobiernos de la “transición” de la Concertación y la Alianza.
El no garantizar los derechos básicos, también se evidencia con el gobierno de Macri, quién pasó tarifazos a los servicios que han ido empobreciendo aún más al pueblo Argentino, esto con tal de dar respuesta a las presiones del FMI de pagar la deuda externa de ese país. Y es que con empresas ya sea privadas o mixtas, los gobiernos de derecha buscan empobrecer a las y los trabajadores con tal de dar respuesta a las exigencias de sus aliados, los grandes empresarios.
También se preparan ataques directos a las y los trabajadores, con Reformas Laborales de Vizcarra en Perú como de Piñera en Chile, este último con un aumento de la flexibilización laboral así como también buscando coartar las fuerzas de los trabajadores que se organizan, atacando a los métodos históricos de lucha, como la huelga, garantizando el funcionamiento de las empresas debilitando el derecho de los trabajadores a movilizarse.
La reforma previsional es otro ejemplo, y como en Brasil se buscará imponer un sistema de pensiones que ya ha demostrado su completo fracaso en Chile como las AFP. Pero a pesar de como la derecha pro imperialista busca imponer sus reformas, es la unidad de los más precarizados, organizados y dando la pelea en las calles como estos gobiernos no logren tan fácilmente pasar fácilmente sus ataques, como a fines del 2017 en Argentina, donde los jubilados se movilizaron junto a obreros y estudiantes, por el plan de reforma de pensiones de Macri.
Pero ante esto, la respuesta será con represión, la cual es transversal a los gobiernos del recientemente formado Prosur, visto en Colombia el 2018, donde Duque ha mandado a reprimir a los estudiantes universitarios que luchan por la educación gratuita y de calidad, tal como lo hizo Piñera en el año 2011, y que se repite hoy, con la represión a portuarios, a estudiantes secundarios (con las leyes de Aula Segura y el Control de Identidad a Menores), o la militarización de la Araucanía, que a fines de 2018 cobró la vida de un activista Mapuche, Camilo Catrillanca.
Todos estos ejemplos, son de claros ataques a las poblaciones más precarizadas en Latinoamérica, quienes deben enfrentar el saqueo de los grandes capitales nacionales y extranjeros (principalmente de Estados Unidos) y mantener una vida con sueldos de miserias, precarización de la vida y sin poder garantizar sus derechos básicos. Porque mientras la derecha latinoamericana avanza, es el pueblo trabajador, las mujeres, la juventud, los pueblos originarios los que retroceden.
http://www.laizquierdadiario.cl/La-derecha-latinoamericana-se-fortalece-con-Prosur-y-sus-politicas-pro-imperialistas?fbclid=IwAR3h4oXqXV3CazKiujyyoaRKc-om5O-xCx8mf4-cN3RTiQZIKpxtfN73eRI
Esto porque, a pesar de ser un organismo de integración sudamericano, y de definirse como una estructura por encima de ideologías, su composición es de la casi totalidad de Presidentes de derecha de la región. Más claro queda aún, con el hecho de la negativa a participar directamente del foro como pasó con Uruguay y Bolivia, o como se le prohibió a Venezuela su invitación al considerarse que el país como uno donde no hay plena vigencia de la democracia, y de no respetar la constitución y los DDHH.
A pesar de que sus firmantes (entre los que se encuentran los presidentes de Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Ecuador y Perú) no quieren que un bloqueo ideológico impida la toma de decisiones, en una clara contradicción a lo anterior, hacen una invitación a Juan Guaidó, presidente autoproclamado de Venezuela y títere de la Casa Blanca, quien busca imponer sus políticas nuevamente en su patio trasero, como lo ha hecho por décadas.
La búsqueda de políticas “integradoras” entre los gobiernos derechistas es otra de las causales de la declaración y formación del Foro, y ya se han podido palpar algunos de los intentos por pasar políticas de ataque a las y los trabajadores, las mujeres, la juventud y los pueblos originarios.
La llegada de Bolsonaro a la presidencia de Brasil, vino de la mano del “Chicago Boy” Paulo Guedes, quien busca imponer políticas de ajuste, disminución del gasto público y privatización y entradas de capital extranjero a las grandes empresas como lo es Petrobras. Plan muy parecido al que quiere implementar Guaidó de llegar a gobernar Venezuela, y es que su “Plan País”, busca también un avance hacia la privatización de PDVSA, esto en conjunto a el traspaso del control de los servicios básicos al empresariado, que en Chile conocemos muy bien gracias a los gobiernos de la “transición” de la Concertación y la Alianza.
El no garantizar los derechos básicos, también se evidencia con el gobierno de Macri, quién pasó tarifazos a los servicios que han ido empobreciendo aún más al pueblo Argentino, esto con tal de dar respuesta a las presiones del FMI de pagar la deuda externa de ese país. Y es que con empresas ya sea privadas o mixtas, los gobiernos de derecha buscan empobrecer a las y los trabajadores con tal de dar respuesta a las exigencias de sus aliados, los grandes empresarios.
También se preparan ataques directos a las y los trabajadores, con Reformas Laborales de Vizcarra en Perú como de Piñera en Chile, este último con un aumento de la flexibilización laboral así como también buscando coartar las fuerzas de los trabajadores que se organizan, atacando a los métodos históricos de lucha, como la huelga, garantizando el funcionamiento de las empresas debilitando el derecho de los trabajadores a movilizarse.
La reforma previsional es otro ejemplo, y como en Brasil se buscará imponer un sistema de pensiones que ya ha demostrado su completo fracaso en Chile como las AFP. Pero a pesar de como la derecha pro imperialista busca imponer sus reformas, es la unidad de los más precarizados, organizados y dando la pelea en las calles como estos gobiernos no logren tan fácilmente pasar fácilmente sus ataques, como a fines del 2017 en Argentina, donde los jubilados se movilizaron junto a obreros y estudiantes, por el plan de reforma de pensiones de Macri.
Pero ante esto, la respuesta será con represión, la cual es transversal a los gobiernos del recientemente formado Prosur, visto en Colombia el 2018, donde Duque ha mandado a reprimir a los estudiantes universitarios que luchan por la educación gratuita y de calidad, tal como lo hizo Piñera en el año 2011, y que se repite hoy, con la represión a portuarios, a estudiantes secundarios (con las leyes de Aula Segura y el Control de Identidad a Menores), o la militarización de la Araucanía, que a fines de 2018 cobró la vida de un activista Mapuche, Camilo Catrillanca.
Todos estos ejemplos, son de claros ataques a las poblaciones más precarizadas en Latinoamérica, quienes deben enfrentar el saqueo de los grandes capitales nacionales y extranjeros (principalmente de Estados Unidos) y mantener una vida con sueldos de miserias, precarización de la vida y sin poder garantizar sus derechos básicos. Porque mientras la derecha latinoamericana avanza, es el pueblo trabajador, las mujeres, la juventud, los pueblos originarios los que retroceden.
http://www.laizquierdadiario.cl/La-derecha-latinoamericana-se-fortalece-con-Prosur-y-sus-politicas-pro-imperialistas?fbclid=IwAR3h4oXqXV3CazKiujyyoaRKc-om5O-xCx8mf4-cN3RTiQZIKpxtfN73eRI