DERECHA CONTRAATACA EN VENEZUELA

3 de Diciembre de 2005
Por Emir Sader, intelectual brasileño.

Después del referendo de agosto de 2004, en el cual la derecha fue derrotada por el gobierno de Hugo Chávez, en pleito legitimado incluso por entidades como el Instituto James Cartes y la OEA, a través de su secretario-general, César Gaviria, quedaba en suspenso qué actitud tomaría la derecha de ese país ante la afirmación de la legalidad y del apoyo popular del gobierno de Venezuela.

Una posibilidad sería la participación en un sistema institucional consolidado, reformado y apoyado por la mayoría de los venezolanos ­ incluso por los que votaron en contra el gobierno, pero que así afirmaron su confianza en la nueva Constitución. Tendrían que enfrentar el creciente apoyo conquistado por el gobierno, pero por lo menos dispondrían de un marco definido de leyes e instancias jurídicas.

Otra alternativa sería seguir en camino nuevamente por la aventura del golpe militar, como habían tratado de hacer los años anteriores, hasta desembocar en el golpe de abril de 2002, en el cual llegaron, con la participación protagónica de los grandes medios de comunicación y del gobierno de los EUA, detener el presidente Hugo Chávez, hasta que un formidable movimiento popular, inédito en América Latina, consiguió reponer al mandatario en la presidencia, revirtiendo el golpe militar. A pesar del fracaso, es el método más coincidente con la actuación del gobierno Bush, cuyos asesores no se cansan, absurdamente, de proclamar que el problema mayor para la democracia en el continente no estaría en la conflagrada Colombia, pero en la Venezuela Bolivariana. Como parte de su ³guerra infinita², Venezuela pasó a ser uno de los objetivos centrales de la acción estadounidense, que tiene en los partidos opositores, su punta de lanza.

Cuando los venezolanos se preparan para votar, renovando sus instanciaspartidarias, la desmoralizada oposición, ante el fracaso que las encuestas apuntan ­ dando más que un 70% de apoyo al gobierno ­ decidieron, con toda la cobertura del gobierno Bush y de los grandes medios de comunicación internacionales que obedecen a esa orientación, boicotear las elecciones, alegando falta de condiciones de transparencia. Incluso el presidente de uno de esos partidos y otros altos dirigentes, no están de acuerdo con esa decisión y seguirán participando del proceso electoral, pero lo que interesa a esos grupos minoritarios y golpistas, es crear un clima que pueda favorecer una intervención militar de los EUA ­ objetivo de esas acciones desestabilizadoras que, no contando con apoyo interno, apelan a sus tradicionales apoyos externos.

Una gran acción de apoyo al gobierno legítimo y popular de Venezuela es absolutamente indispensable, para evitar más esa maniobra golpista, que viene a sumarse al golpe militar y a la huelga empresarial de 2002, que fueron superadas por el gobierno de Hugo Chávez, gracias al apoyo popular, así como a la solidaridad internacional.

El gobierno brasileño debe inmediatamente pronunciarse contra esa nueva maniobra del gobierno Bush y de sus aliados internos y externos, en el momento en que Venezuela se adhiere al Mercosur, en que firma importantes acuerdos con Brasil, con Argentina, con Cuba, entre otros países del continente, acelerando el proceso de integración regional. Esa contra- ofensiva derechista no es ajena a lo que hace la derecha brasileña, como parte de la acción desesperada del gobierno Bush, aislado por el rechazo continental a su política agresiva y belicosa. Forma parte de ella y, como tal, debe ser rechazada masivamente por el pueblo brasileño, por sus organizaciones políticas, sociales y culturales, así como por su intelectualidad crítica.

(Congreso Bolivariano de los Pueblos)
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