Luego de haber pasado dos noches sometido a intenso frío en el poco hospitalario altiplano, Alonzo de Mendoza continúo la marcha, encontrando en su camino la depresión de Chuquiago, en la que abundaban los riachuelos, no hacía tanto frío, había menos viento y se disfrutaba una hermosa vista del monte Illimani (de 6,500 metros de altura). Además, en el lugar había aldeas de indios aymara que en los verdes prados del valle criaban rebaños de llamas. Al capitán le gustó este nuevo valle mucho más que Laja por lo que, sin pensarlo mucho, “refundó” la ciudad de La Paz en las estribaciones del Illimani, lugar que ocupa hasta nuestros días.
Si el capitán Alonzo no hubiera cambiado de opinión, posiblemente La Paz se encontraría hoy en el altiplano y en el valle estaría la ciudad satélite de El Bajo.
El poblado de Laja también es conocido por su antigua iglesia de la plaza principal, que forma parte obligada del “paquete visual” tradicional de foto reportajes de Bolivia.
En 1545, tres años antes de la llegada del capitán Alonzo, los conquistadores comenzaron la construcción de una iglesia para sus necesidades rituales. Más de cien años después, en 1680, la iglesia fue reconstruida, incorporándole los rasgos de la arquitectura renacentista que aún hoy pueden apreciarse. A ambos lados de la entrada, en la fachada, se incorporaron columnas con 4 relieves de monos y águilas bicéfalas. Las águilas representaban el símbolo de la colonia y los monos, la milenaria cultura de Los Andes. Como resultado se obtuvo este mestizaje arquitectónico.
Es probable que la iglesia haya sido sometida a nuevas reconstrucciones más tarde, toda vez que en uno de sus campanarios se aprecia la inscripción “1903” en la piedra.
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Entre los habitantes de La Paz y El Alto, el poblado de Laja tiene fama por su pan, para ser más exactos, por sus galletas. Las galletas que se traen de Laja a estas ciudades “vuelan” como “merengues en la puerta del colegio”, según reza el refrán. A los turistas en ruta hacia Tiwanaku pueden incluso recomendarles no comprar pan en los puntos de venta próximos al punto de acceso (tranca de Laja), sino comprarlo sólo en el propio poblado.
Un cuadro más detallado de la plaza principal del poblado de Laja:
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