Estudio de la CEPAL revela: incontenible entusiasmo de latinoamericanos por el automóvil
2 de Noviembre de 2000
Así como en décadas pasadas el transporte público tuvo problemas debido a una explotación estatal ineficiente o a malas regulaciones, la masifícación del uso del transporte privado y las presiones que ella genera sobre la red vial es el enemigo principal de una buena cahdad del transporte público.
Algunas medidas tomadas por los países para aminorar la congestión se orientan al sector de oferta, como ampliación de las vías. Ante la escasez de recursos públicos, se comienza a entregar en concesión a privados grandes inversiones viales urbanas que se recuperan mediante el cobro de un peaje por su uso, como se hace en Santiago y Buenos Aires. Pero los especialistas estiman que la creacíón de nuevas pistas o la ampliación de las existentes no resuelve el problema.
Otros estudios de la CEPAL concluyen además que la simple construcción de líneas de metro tampoco reduce significativamente la congestión en los períodos de punta si no se toman al mismo tiempo medidas complementarias que actúen sobre la demanda. En Ciudad de México, Bogotá, Santiago y Sao Paulo se han implantado medidas de restricción vehicular con resultados inmediatos alentadores· "Pero su grado de eficiencia disminuye a lo largo de los años, a medida que los ciudadanos adquieren más automóviles o descubren maneras de defraudar el sistema", señala el documento.
Para un adecuado control de la congestión, dice la CEPAL, "los países deberían incluir de manera simultánea medidas que actúen sobre la oferta -como pistas segregadas y buses de una categoría superior-y otras que operen sobre la demanda, como restricciones sobre la disponibilidad de estacionamientos"·