El Museo de Evita
Si todo marcha como se proyecta, el 26 de julio de 2002, en consonancia con el 50° aniversario de la muerte de Eva Duarte de Peron, Buenos Aires tendra un museo que la recuerde.
Para llevar adelante la idea, el Instituto Nacional de Investigaciones Historicas Eva Perón, que preside la arquitecta Cristina Alvarez Rodríguez -nieta de Blanca Duarte de Alvarez Rodríguez, una de las hermanas de Eva- cuenta con algo tan fundamental como la casa. Y se la deben a Carlos Menem.
En efecto, dos días antes de entregarle el mando a Fernando de la Rua, el ex Presidente firmó un decreto por el cual se le entrego al Instituto -que depende de la Secretaria de Cultura de la Nacion- una casa ubicada en Lafinur 2988, en el barrio porteño de Palermo. Allí, en tiempos de Eva Peron, funcionó el Hogar de Tránsito Nº 2 de la fundacion que llevaba su nombre.
A partir de septiembre de 1955, la casa quedó en manos del Estado nacional y fue sede de distintas dependencias gubernamentales.
Se trata de una importante construccion de estilo provenzal y 2 mil metros cuadrados cubiertos que pertenecio a la familia Carabassa, ubicada en una posicion inmejorable, dentro de lo que se ha dado en llamar el corredor cultural de la ciudad, integrado por el Museo Nacional de Bellas Artes, el de Arte Decorativo y el futuro Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) como pnncipales exponentes.
Despliega, entre otros ante cedentes, un trabajo de campo donde los encuestados locales aseguran que, si existiera el proyectado Museo Evita en Buenos Aires, lo visitarían 'sí, o probablemente' en el 73 % de los casos. Esa misma respuesta dio el 68% de los turistas interrogados.
Cristina Alvarez Rodríguez adelanta que en el museo se exhibirán los objetos de Eva que permanecen en manos de las hermanas Duarte, como vestidos, zapatos, sombreros, joyas, condecoraciones, documentos, fotografías, pero que también sera clave lo que aporte la gente,
"Contar la historia de Evita no es una historia individual sino colectiva. Es la memoria de un pais", dice. Y recuerda que cuando en 1996 se hizo la exposición "Las mil y una Evtta" en el Palais de Glace -que luego se llevo a Entre Ríos, Formosa y La Plata- el público llegaba con autitos, trenes, máquinas de coser y todos aquellos objetos que repartía la Fundación Eva Perón y que los visitantes decían guardar como reliquias".
Después de casi 50 años de controversias y de desencuentros, la mujer más amada y más odiada, el personaje que entró en la historia mundial, sigue despertando controversias entre los argentinos. Pero el mito esta vivo y todo hace prever que, finalmente, tendrá su museo biográfico. ("La Naclón", GDA)
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