El Pentágono prepara una guerra relámpago contra Venezuela

Nil Nikándrov - http://es.fondsk.ru
18 de Febrero de 2010
El Pentágono prepara una guerra relámpago contra Venezuela
En la isla Aruba está funcionando durante ya varios años una de las bases de avanzada de seguimiento del Comando Sur de las FFAA de EEUU (SOUTHCOM). Así ocurrió, que a su territorio entró sin problema alguno un "típico gringo", vestido en shorts, una camisa de colores y lentes contra el sol. Los guardias, los marines de guerra, sofocados por el calor, también vestidos en el "uniforme" tropical, estaban observando perezosamente los movimientos del huésped. Lo tomaron por otro visitante-compatriota. Habían sido muchos, quienes visitaron la base durante los últimos tiempos, ya que la preparación y la coordinación de "las actividades" decisivas en Venezuela están en su apogeo.

"El huésped" dio una vuelta sin prisa a lo largo de las típicas construcciones, echó una mirada al radar de gran tamaño, y después se paró por un largo rato en el umbral de una sala espaciosa con cuatro enormes pantallas. En ellas vio los contornos de los estados venezolanos, fronterizos con Colombia, de Táchira y Zulia, con los objetivos militares marcados con todos los detalles, los polígonos de tanques, los aeródromos, los sitios de la dislocación de las unidades militares, las ciudadelas de guarnición, así como los centros de extracción y elaboración del petróleo, los oleoductos, las fábricas y las plantas. Incluso una mirada superficial a estas pantallas electrónicas fue suficiente para comprender, que desde el territorio de Aruba se está llevando a cabo una observación de veinticuatro horas de la costa caribeña y las regiones occidentales de Venezuela.

La activación de los centros norteamericanos de seguimiento en Aruba y Curazao en el mar Caribe se está callando por la gran prensa del Occidente. Se somete a la censura cualquier otro dato (a favor del Pentágono), que demuestre la intensa actividad de inteligencia de los servicios especiales de EEUU en la dirección venezolana, sobre todo desde el territorio de Colombia, Puerto-Rico, Panamá, Guatemala, Honduras y Trinidad y Tobago.

El objetivo principal, planteado ante los centros de seguimiento son: la definición del potencial real de las Fuerzas Armadas de Venezuela, de los planes del despliegue defensivo de las unidades, del nivel de la modernización de los armamentos, de la lealtad del cuerpo de los oficiales del gobierno bolivariano, de la preparación combativa de los batallones de los reservistas, de su número real, de la capacidad de la realización de una "guerra asimétrica" prolongada con el uso de los métodos y medios guerrilleros.

Una preocupación especial de los agentes norteamericanos la provocan las prevenciones de Chávez de no permitir a cualquier precio la ocupación de los yacimientos petrolíferos y las fábricas en caso de una agresión directa de EEUU en contra de Venezuela. ¿Qué es lo que él tiene en cuenta? ¿Acaso todos los pozos productivos sean de verdad volados?

Los estrategas del Pentágono están preocupados en igual medida por las perspectivas potenciales del fortalecimiento de los frentes guerrilleros de la izquierda marxista en Colombia y de su surgimiento en aquellos países de América Latina, donde están ubicadas bases militares de EEUU. Como un síntoma alarmante para los analistas de la CIA, la inteligencia militar, la Agencia de la Seguridad Nacional y de otros servicios, es la aparición de grupos guerrilleros de tendencia izquierdista en México, o sea debajo del vientre de Estados Unidos. Los guerrilleros mexicanos ya han declarado sobre su participación en la organización de sabotajes en una serie de oleoductos. Vale la pena recordar, que el estado mexicano de Chiapas por si solo se encuentra durante muchos años bajo el control real de destacamentos guerrilleros del legendario comandante Marcos. Es poco probable, que él permanezca neutral en las condiciones de una agresión de EEUU contra Venezuela, el país, que ha hecho mucho para el renacimiento de pueblos indígenas en América Latina.

No hay dudas de que como una respuesta a cualquier acción agresiva de los norteamericanos contra Venezuela vendrá la radicalización general de la situación política en el continente. Ya ahora se presenta más evidente, que una revancha de las fuerzas de la derecha en una serie de países de América Latina y su retorno al rumbo despiadado neoliberal, conduce a la consolidación de los ánimos de protesta de tal envergadura, que el surgimiento de nuevos regímenes "populistas" en la región es sólo una cuestión del tiempo. Los candidatos más cercanos son México y el Perú, en los que los gobiernos de Calderón y García han llegado al poder con la ayuda de un bondadoso apoyo financiero de Estados Unidos y de las refinadas tecnologías preelectorales, que obstaculizan, en particular, la expresión libre de la voluntad de los electores de las capas más pobres.

En las condiciones de la crisis económica será imposible contener el empuje del "populismo", o sea, del descontento popular sobre el trasfondo provocante de "los propietarios eficaces". Para cortar este empuje, se hará necesario disparar contra el pueblo, como en aquellos "buenos y viejos" tiempos, cuando en América Latina gobernaban los dictadores sangrientos, creados con la bendición de los presidentes estadounidenses elegidos democráticamente. Sin embargo ¿acaso se deciden los gobernantes neoliberales del comienzo del siglo XXI, estos operadores rapaces de las privatizaciones y de la extorsión permanente, dar la orden "¡fuego!" contra la masa popular espontánea, enfurecida por el hecho de que le hayan quitado todos los derechos elementales y las posibilidades de cambiar la situación a su favor por la vía honesta democrática? El primer disparo de este tipo significará una sola cosa: el pueblo obtiene el derecho de responder de la misma manera, tomando las armas.

Precisamente por la misma razón la administración de Obama tiene prisa de acabar con "el régimen dictatorial" de Chávez durante el presente año 2010: "Venezuela es el centro líder y el organizador del antiamericanismo en el hemisferio Occidental". El derrocamiento de Chávez, esperan en Washington, "conducirá a la caída automática de todos los demás extremistas, criados por él en el continente". La operación propagandística global de encubrimiento de la agresión, que se está preparando contra Venezuela, se encuentra ahora en su pleno apogeo.

Eleazar Díaz Rangel, uno de los principales analíticos venezolanos, llamó la atención a que la llamada "gran prensa" ha desatado una nueva espiral de la guerra propagandística sincronizada, coordinada temáticamente, en contra de Chávez y su variante alternativa del sistema socio-político de la sociedad ("el socialismo del siglo XXI"). La posición de los medios neoliberales de comunicación masiva sigue siendo la misma: ¡aún no existe otro sistema, que se revelaría mejor del "únicamente posible", el capitalista! En una manera del ultimátum totalitario, estos lansquenetes del "nuevo orden mundial" le niegan a Chávez y a sus seguidores el derecho a las búsquedas y experimentos creadores, que demuestren, que "otro mundo es posible".

Díaz Rangel destacó la idea preconcebida, o la interpretación abiertamente poco concienzuda, de los acontecimientos en Venezuela por los medios de comunicación masiva tan conocidos, como la revista "Newsweek", la agencia Associated Press o la BBC. Ellas pronostican para este año "el derrocamiento de Chávez" por los militares (hay que entender, que los venezolanos, pero con la ayuda de sus "colegas" extranjeros norteamericanos y colombianos), "el fracaso terminante de su experimento socialista", y junto con él, el fin "del desorden y el caos, que reinan en el país". La mala fe de los periodistas occidentales la demuestra una multitud de hechos: se callan las manifestaciones multitudinarias en apoyo de Chávez, del nivel constantemente alto de la popularidad del presidente (dentro del límite del 59-60 por ciento, aunque las fuentes occidentales están repitiendo sobre el 45-48 por ciento), de la realización exitosa de diferentes misiones sociales, incluso la habitacional.

"Los registros" interminables de las pretensiones del Occidente a Venezuela se están proclamando constantemente. Más que todo aquí se están esforzando los servicios propagandístico-subversivos norteamericanos. Repiten, que Chávez está apoyando a los terroristas con sus petrodólares y diamantes, suministra armas a los grupos guerrilleros en Colombia y hasta en México, donde han sido confiscadas ametralladoras Kaláshnikov, supuestamente de la reciente fabricación rusa. Creyendo a los medios de comunicación masiva occidentales, resulta, que Chávez es el accionista principal de todos los narco-carteles de América Latina, aunque ahora es bien sabido, que el operador líder del narcotráfico regional es la DEA, el departamento cabecera en el sistema de los servicios especiales de EEUU, que se ocupa de este negocio rentable.

Hasta el año 2000 la propaganda subversiva de EEUU representaba a Cuba socialista como "el centro del mal" en América Latina, sometido al ostracismo de cualquier tipo, el aislamiento y, a fin de cuentas, a la liquidación. Después del fortalecimiento de las posiciones de la República Bolivariana en el continente, de la creación del bloque integracionista ALBA, del llamamiento a formar una unión militar dentro de sus marcos y de la promoción de otras iniciativas, inaceptables desde el punto de vista de Washington, "el centro del mal" ha sido declarada Venezuela.

Desde los primeros días de la presidencia de Chávez los medios occidentales de comunicación masiva, al presentar lo deseado por lo real, están repitiendo incansablemente sobre "el desorden y el caos" en Venezuela. Escriben mucho sobre la supuesta escisión y el descontento dentro del ejército venezolano. Sobre "la inseguridad" política de las fuerzas armadas aún se podía hablar antes del intento golpista de abril de 2002. Entonces una parte de los altos oficiales, quienes en su mayoría terminaron estudios en la Escuela de las Américas, el centro tristemente conocido de preparación de los maestros "de torturas", desplazó a Chávez por 72 horas del cargo presidencial y se proponía cumplir el encargo de la CIA de su liquidación física. Durante los años pasados el ejército venezolano ha sido reorganizado radicalmente, y sus cuadros renovados de oficiales se atienen en su mayoría aplastante a los ánimos revolucionario-nacionalistas. El factor importante de la conservación del control gubernamental sobre el ejército es su alta protección social y material: altos salarios según los cargos respectivos, el aseguramiento por viviendas confortables, el servicio médico de alta calidad para todos los miembros de la familia del militar, etc. Los militares de Venezuela valoran positivamente los esfuerzos del estado en el sentido de la modernización del arsenal defensivo del país, ante todo con la ayuda del Complejo Militar e Industrial de Rusia. Sin embargo la ilusión de la debilidad de Venezuela en el sentido militar, creada por los medios occidentales de comunicación masiva, es tan divulgada, que la administración de Obama se está preparando para una ejemplar represión relámpago dirigida contra el régimen indeseable. Todo se está planificando en el espíritu de las guerras relámpago alemanas de la etapa inicial de la Segunda guerra mundial, con la ayuda de "la quinta columna", agrupaciones paramilitares de la ultraderecha de Colombia y grupos subversivos terroristas de los marines estadounidenses, quienes ya ahora están realizando operaciones en las regiones fronterizas de Venezuela.

Ha sido preparada la infraestructura para una agresión. Anteriormente el Pentágono se aprovechaba de cualquier posibilidad para imponer bases militares por el perímetro de Venezuela. Son muchas, de ellas se ha escrito en numerosas ocasiones. Recientemente el terremoto en Haití se convirtió en el pretexto para enviar allí por los norteamericanos un cuerpo expedicionario armado hasta los dientes, un portaviones y otros buques de guerra. En la región caribeña apareció una base estadounidense más. Como suponen expertos militares, la agrupación, creada en Haití, puede ser usada por el Pentágono para neutralizar las acciones "pronosticadas" de Cuba respecto a la ayuda a Venezuela, su aliado estratégico, en el caso de una agresión. Sobre las obligaciones militares recíprocas de Caracas y La Habana han declarado en numerosas ocasiones Chávez y los hermanos Castro.

En septiembre de 2010 en Venezuela tienen que realizarse las elecciones parlamentarias a la Asamblea Nacional. La lucha de la oposición por los escaños parlamentarios va a adquirir el carácter con cada día más encarnizado. Chávez ya ha explicado al pueblo, que la pérdida del control sobre el parlamento puede conducir a la caída del poder bolivariano: "Y entonces ellos vendrán por mi cabeza".

Los enemigos de la Revolución Bolivariana, internos y del exterior, están activando en la víspera de las elecciones de septiembre todo el espectro probado de los métodos y medios, que incluyen los guiones de las revoluciones de colores, del golpe hondureño y de la agresión armada directa con el objetivo "del restablecimiento ejemplar de la democracia" en Venezuela.

La fresca experiencia de tal "restablecimiento" en Honduras está pintada en los colores de sangre. Las represiones, dirigidas contra los partidarios del derrocado presidente Zelaya, se están realizando metódicamente y se enmascaran debajo de la criminalidad callejera. Es difícil imaginar la escala de represiones, que van a ser acaecidas por "los ganadores" contra Venezuela.
Compartir
URL Copiado!