Sacrificio humano para desatar la revuelta en Venezuela

Nil Nikandrov - http://www.strategic-culture.org
Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
5 de Abril de 2012
Enrique Capriles Radonski, principal candidato de la oposición para las próximas elecciones presidenciales
Se dice que Hugo Chávez despachó al director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, SEBIN de Venezuela para reunirse con el jefe de los guardaespaldas de Enrique Capriles Radonski, principal candidato de la oposición para las próximas elecciones presidenciales. La misión del enviado de Chávez consistiría en advertirles –que SEBIN lo supo de fuentes confiables en Miami—de un plan que se está estructurando para asesinar a Henrique Capriles Radonski. Los detalles de la entrevista aun son desconocidos pero de seguro que se logró un acuerdo en relación a algunos esfuerzos sincronizados para proteger a Capriles durante sus giras de campaña.

Posteriormente, Chávez hizo hincapié en que la seguridad personal de todos los ciudadanos venezolanos es la mayor responsabilidad del gobierno, al margen de las preferencias políticas de estos y que a Capriles se le había ofrecido protección. El líder de la oposición desestimó la señal de alarma y respondió con una descarga demagógica a través de Twitter, señalando que era una “irresponsabilidad” el haberle indicado eso y que el presidente debería brindar seguridad a todos los venezolanos y no solo a uno.

Pareciera que los medios públicos han tomado la situación de manera más seria que la oposición con titulares tales como “Radonski enfrenta conspiración para asesinarlo pero se hace el tonto”, “Radonski ignora advertencia de asesinato.” “No hay alternativa sino proteger al bobalicón de Radonski.” “Hay que proteger a Radonski”, etc. Durante el proceso trascendió que comentaristas que habitualmente chocan en torno a la política y a las elecciones expresaron más o menos la misma motivación detrás de la posible conspiración criminal.

En círculos financieros y políticos norteamericanos, israelíes y venezolanos que han invertido en Capriles, existe la creciente noción que las opciones de su candidato están entre modestas y paupérrimas. Los actuales sondeos le dan Chávez entre 55 y 60 por ciento aunque debido a sus problemas de salud no ha podido realizar una campaña más enérgica. El equipo de Capriles incluye gurúes muy bien pagados con sólidas conexiones en el Departamento de Estado, la CIA, el Mossad, cuyos clientes han alcanzado resultados de primer orden en México, Guatemala, El Salvador y en otras partes de América Latina, pero que su desempeño en Venezuela ha sido mínimo ya que se han enfrentado a Chávez en 1998 año en que el líder carismático lanzó su primera campaña. Desde entonces, la única vez que Chávez perdió el timón del poder fue en el año 2002 cuando conspiradores lo derrocaron durante tres días en un violento golpe de estado.

De manera uniforme los observadores reconocen que la conversión de Capriles desde la ultra derecha al centro-izquierda progresista y autoproclamarse adepto de la doctrina de Mahatma Gandhi no pudo mejorar su posición. Su equipo y sus patrocinadores norteamericanos se han reunido algunas veces en Panamá, Colombia y Miami para evaluar la situación y han llegado a la conclusión que las perspectivas de su pupilo siguen siendo tenues a menos que su campaña se torne radical y crecientemente beligerante.

Capriles dio su primer paso en esa dirección cuando se hizo presente –con su equipo de apoyo y una pandilla de guardaespaldas—en Cotiza, barrio de Caracas de inclinación predominantemente popular, pero los lugareños no parecieron estar muy impresionados con el candidato que evidentemente fue incapaz de dar la talla. Repentinamente se produjeron disparos durante su visita al tiempo que motociclistas en rojas camisas “populistas” hicieron su aparición lanzando insultos y amenazas. Los guardaespaldas rápidamente cerraron filas en torno a Capriles y él, desafiante, se rehusó a abandonar el lugar. Posteriormente, el chavismo interpretó la conducta notoriamente poco profesional de la seguridad de Capriles como evidencia que todo el episodio había sido un montaje.

Episodios igualmente poco convincentes tuvieron lugar en las ciudades de Maracay y Maracaibo, con motociclistas, invariablemente vistiendo camisas rojas, provocando choques con los seguidores de Chávez y matoneando a los periodistas y a cualquiera que acertara pasar por el lugar, figuran ya como el distintivo principal de la oposición.

Sin duda alguna que más de lo mismo está en camino y la pregunta sería ¿cuánto tardará el juego en desarrollarse?

Los cálculos indican que el futuro de la campaña de Capriles sería fácil de medir dentro de dos o tres meses a partir de ahora y que –a menos que su promedio de algún modo comience a subir—los titiriteros de Washington no tendrían otra opción que cambiar al plan B lo cual sería desbaratar del todo las elecciones en Venezuela. Tal como lo señala la mayoría de los comentaristas, asesinar a Capriles y culpar del crimen a Chávez sería la solución más sencilla a la mano. Por ejemplo, el analista político Humberto Gómez García, estima que Capriles se aproxima a ser víctima de designios conspirativos a partir de su propio entorno. Con certeza el asesinato desataría una profunda crisis política, cosa que haría imposible realizar las elecciones como están programadas y pondría al gobierno venezolano al borde de una guerra civil total con los opositores de Chávez desde la oligarquía hasta grupos de paramilitares colombianos. En cuanto a los conspiradores, la meta final sería crear en Venezuela las condiciones que garantizaran una intervención directa norteamericana en los asuntos internos del país.

Está claro por qué Capriles sería el blanco escogido para la conspiración: su pasado nunca ha sido olvidado en Venezuela a pesar de su reciente cosmética política.

Capriles se hallaba en sus años de secundaria cuando ingresó a la Sociedad para la Defensa de la Tradición, la Familia la Propiedad (TFP) cuya agenda descansaba en un furioso anticomunismo. El gobierno venezolano puso a TFP fuera de la ley el año 1984 acusándolos de querer asesinar al Papa durante su visita a Venezuela. Capriles logró llegar al parlamento el año 1998 para convertirse en el presidente más joven de la legislatura en la historia de Venezuela. Se trata de un detalle significativo el hecho que él era el representante del Estado Zulia donde él nunca había estado cara a cara con sus constituyentes. Siendo descendiente de una familia rica, apoyado por el sionismo y por la CIA pudo contar con tener éxito fácilmente en el ocaso de la Cuarta República de Venezuela. En el año 2000 Capriles estuvo entre los fundadores de Primero Justicia, partido con una reputación de ser un favorito de la CIA. En el mes de abril del 2002 fue una figura destacada en el golpe anti-chavista, encabezó el asedio de los insurgentes contra la embajada de Cuba y persiguió a los seguidores del gobierno. Sus actividades delictuales le acarrearon una pena de cárcel de varios años y pretexto para auto denominarse como “prisionero político del régimen dictatorial.”

Capriles supero a su rival populista en las elecciones del estado Miranda en noviembre del año 2008 lo cual significa que si es asesinado sería fácil echarle la culpa al gobierno como una venganza de este.

El hecho que Capriles sea homosexual posiblemente sea utilizado durante la campaña de acusaciones contra el gobierno venezolano. Hasta ahora, los medios de comunicación de masas se han mantenido neutrales la mayoría de las veces al respecto, ya que referirse al tema sería considerado como una invasión de la privacidad. Un candidato presidencial soltero a los 40 años no es un candidato normal en la Venezuela esencialmente conservadora. El pasado mes de febrero The Independent acusó a Chávez de lanzar insultos homofóbicos a Capriles pero el periódico no fue capaz de concretar sus críticas y tuvo que publicar un desmentido en su versión electrónica. La comunidad homosexual si que ejerce cierto grado de influencia en la política en Venezuela, especialmente en el ámbito de los medios, las finanzas y los clubes masónicos.

Si los planes del campo anti-chavista de sacrificar a Capriles logran materializarse, Venezuela vería su estabilidad y los logros alcanzados durante el gobierno popular irreversiblemente socavados.

Chávez prevaleció en el mes de abril del 2002 en medio de un sangriento golpe de estado organizado por agentes de la CIA quienes no vacilaron en sacrificar vidas humanas por la causa de la “democracia” y la revolución de colores, pero ¿serán capaces de hacer lo mismo diez años después? Se necesitará una gran fuerza de voluntad y mucho apoyo popular para contrarrestar la arremetida propagandística del imperio, el montaje de disturbios callejeros y los ataques lanzados por la quinta columna venezolana. La CIA ha almacenado toneladas de armas en sus escondites en el país para armar a los contratistas de Estados Unidos, a los grupos paramilitares colombianos y a voluntarios con antecedentes de lucha en lugares como Libia, Irak y Siria.

Chávez hizo famoso su credo de defender la revolución a cualquier costo. Actualmente, el momento en que su resolución sea puesta a una prueba crucial está más cerca que nunca.

Nota. Sus comentarios y opiniones sobre este artículo serán bienvenidos en editorial@strategic-culture.org

http://aporrea.org/oposicion/a141284.html
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