¿Hay o no un templo precolombino en el fondo del Titicaca?

12 de Septiembre de 2000
Cada amanecer de invierno, cuando bajan las aguas, una columna de piedra emerge del frío lago Titicaca. Los indígenas del lugar creen que es sólo una caprichosa formación rocosa, pero acaban de surgir fuertes indicios de que se trataría de los restos de un enorme templo sumergido hace unos 1.000 años.

La larga columna, a unos 200 metros de la Isla del Sol, se deja ver sólo unos 20 centímetros. Los suficientes para que buzos de varias nacionalidades siguieran su rastro hasta unos 20 metros de profundidad.

En el lago navegable más alto del mundo, a casi 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar y 180 kilómetros al noroeste de La Paz, la expedición científica "Atahuallpa 2000" encontró sorprendentes vestigios de lo que una antigua leyenda de los Andes señalaba como origen del imperio de los incas.

Dice la leyenda que Manco Kapac y Mama Ockllo, los primeros incas, partieron desde la Isla del Sol para fundar en el Cusco, hoy Perú, el gran imperio sudamericano que los españoles sometieron en el Siglo XVI. El origen de esos primeros incas nunca pasó de ser una anécdota en los textos de historia de las escuelas bolivianas, sin conexión con evidencias arqueológicas contundentes, aparte de algunas ruinas que la mayoría de los investigadores atribuye a culturas muy anteriores a la de los incas.

Los lugareños parecen escépticos. Juan Carlos Callisaya, joven capitán de una pequeña lancha con motor fuera de bordo que se gana la vida transportando turistas, contó que los aymaras del Titicaca no se preocupan por el origen de las rocas alineadas que aparecen en las madrugadas invernales. Simplemente las evitan, "sobre todo de noche, cuando es imposible distinguirlas y sólo se las siente si la embarcación choca", explicó, mientras bordeaba al mediodía la parte más elevada del supuesto muro pétreo, visible a menos de medio metro de profundidad. Callisaya, de 24 años y con 16 de experiencia al mando de una lancha lacustre, añadió que para los balseros del Titicaca el descubrimiento del supuesto templo sumergido será buena noticia, sólo si atrae a más turistas.

Más o menos lo mismo dijo que espera Faustino Ticona, recién iniciado a sus 43 años como sacerdote o "kallawaya" que oficia ceremonias en las que los turistas, entre incienso y alcohol, buscan la fortuna que les darían el dios Sol y la madre Tierra "pachamama". Agosto es el mes de mayor afluencia de turistas europeos al Titicaca, el "lago sagrado" que en la última década se ha convertido en la principal atracción boliviana, como complemento de los monumentos arqueológicos. La Isla del Sol, la Isla de la Luna y la península de Copacabana, sede de un renombrado santuario de la Virgen María, conforman el triángulo de mayor interés de los turistas en el lado boliviano del Titicaca. El turismo dio a Bolivia en 1999 ingresos de 200 millones de dólares, monto que se triplicaría en un plazo de cinco años, según cifras oficiales. (Reuters)
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