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El sindicalista y el presidente Lula

20 de Abril de 2005
"Soy presidente, pero lo que soy en realidad es sindicalista", dijo el jefe mayor de la República de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en la apertura XVI Congreso Continental de la CIOSL/ORIT.

Como presidente, hizo uso de la ocasión para firmar el decreto de la concesión de canal de televisión que alcanzará la región del llamado ABC de Sao Paulo (ciudades de San Andrés, San Bernardo y San Caetano) y cuyo consejo director será compuesto por sindicalistas – el primer del tipo en el país.

Pero fue como sindicalista que habló y fue por su trayectoria de 35 años como líder sindical que culminó en su elección a presidencia del país más grande de Latinoamérica que Lula fue aplaudido de pie, en tres ocasiones, por los representantes de las centrales sindicales de todo el continente e invitados de todas partes del mundo, a la inauguración del acontecimiento.

El presidente recordó que la lucha para una TV sindical, en Brasil, data de 1986, cuando él ejercía mandato de diputado, miembro de la Cámara de los representantes federales, y Vicente Pablo Da Silva era el presidente de la CUT brasileña. El ministro de comunicaciones de aquel entonces era el actual senador Antonio Carlos Magalhães. La mención del pasado introdujo la defensa de Lula en su actuación como presidente frente a las actuales presiones de los movimientos sindicales.

"Nunca antes en la historia de la humanidad el movimiento sindical tuvo tanta representación cuanto tiene en mi gobierno. Son nueve ministros y varios compañeros en importantes posiciones, como por ejemplo, la presidencia de la Petrobrás ", afirmó. Lula sostuvo que esta composición permite que se rompan tabúes y preconceptos en contra a la capacidad de los sindicalistas en ejercer posiciones de gobierno. Aún defendiéndose de las presiones, el presidente reconoció que las expectativa que se ha creado alrededor de su gobierno han sido muy altas, pero que la realidad impide que se hagan todos los cambios deseados en poco tiempo.

Lula también defendió los proyectos de reformas sindical y del trabajando que tramitan en el congreso brasileño, refutando las acusaciones de sea el Estado brasileño que las haya impuesto. "si no es perfecto, es porque no somos perfectos. El proyecto de la reforma sindical no es una tentativa del gobierno de remodelar a la estructura sindical en el país, pero si un sistema de los cambios sugeridos por los empresarios y los sindicalistas", añadió.


Cuanto a la reforma de las leyes del trabajo, dijo no tratarse de quitarle derechos a los trabajadores, pero si de adaptar el trabajo a la realidad contemporánea.


El presidente dijo que el rol de los sindicalistas ha cambiado desde la década de 70, cuando él actuaba al frente del sindicato de metalúrgicos del ABC. Considera que el gran reto a los sindicatos en el siglo XXI es, además de las protestas, proponer nuevas ideas.

Sobre las posibilidades de integración regional, el presidente fue contundente: "hace dos años que no se habla de ALCA porque nosotros sacamos el ALCA de la pauta". La prioridad es fortalecer los enlaces dentro del Continente suramericano primero y de Latinoamérica más adelante.

Lula pidió que las rivalidades sean dejadas de lado para facilitar acuerdos locales. Sin embargo manifestó que no se puede "luchar" con los EE.UU. y los países de la Unión Europea, aliado comercial esencial según el presidente.

Finalmente, refiriéndose al movimiento sindical en cuanto a su administración, dijo que, a las personas se le miden por lo que ellas hacen, por los símbolos que crean. Y reveló: "deseo tener el derecho, cuando deje la presidencia de la república, de seguir teniéndolos a todos como compañeros".


CIOSL/ORIT
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