Continúan críticas a ejercicios militares norteamericanos en Paraguay

12 de Agosto de 2005
La continuación de los ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Paraguay levantan una ola de protestas en Paraguay y en el exterior ante las intenciones ocultas de la Casa Blanca.

Aunque ambos países han mantenido maniobras de ese tipo por lo menos desde hace medio siglo sin interrupción, la aprobación de 13 misiones hasta diciembre de 2006 -con inmunidad incluida para las tropas extranjeras- removió el polvo y levantó numerosas interrogantes.

Ese ingreso de los militares ya tuvo un episodio polémico cuando el Congreso paraguayo concedió en mayo pasado inmunidad similar a la que tienen los diplomáticos de Estados Unidos hasta que concluyan su misión el año próximo.

El premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel calificó la actuación de los parlamentarios de entreguista tras advertir en un documento del Servicio Paz y Justicia, que cuando Washington entra a algún país ya no sale.

Escondidos tras un ropaje humanitario (algunas misiones contemplan el apoyo sanitario de poblaciones necesitadas), el gobierno estadounidense pretende tener una base militar en el corazón de Sudamérica para controlar las venas gasíferas y petrolíferas del Chaco.

Para diversos analistas ese es el principal propósito, aunque no descartan que deseen apuntalarse en la región con mayor reserva de agua dulce en el mundo.

Por las concesiones otorgadas a esas tropas -que pueden actuar libremente dentro del territorio-, no es difícil suponer que la Casa Blanca consiguió finalmente colocar sus fuerzas en la Triple Frontera (Brasil, Argentina y Paraguay).

Los cuestionamientos tienen que ver, además de las prerrogativas, con la extensa permanencia de los uniformados (hasta el 31 de diciembre del próximo año) y las facilidades de infraestructura ya existentes en la zona de la Triple Frontera.

(PL)
Compartir
URL Copiado!