¿Quién es el pastor millonario que pidió matar a Hugo Chávez?

24 de Agosto de 2005
En el pasado, ‘Pat’ Robertson criticó a E.U. por no aprovechar el golpe contra el mandatario venezolano.

Marion Gordon 'Pat' Robertson, el líder religioso que pidió que asesinen al presidente venezolano, Hugo Chávez, es un reconocido personaje en la vida pública de E.U. que suele hacer noticia por sus posiciones polémicas y extremistas.

El lunes pasado, mirando a los ojos a miles de televidentes que
sintonizan cada noche su programa El Club 700 –transmitido por la cadena CBN (el canal cristiano en E.U que llega a más de un millón de estadounidenses)– Robertson sugirió al gobierno del presidente George W. Bush, "deshacerse" del mandatario venezolano.

"(Chávez) es un peligro terrorífico para Estados Unidos y convendría asesinarlo antes de que convirtiera a Venezuela en una plataforma de lanzamiento para la infiltración comunista y el extremismo musulmán (…) Tenemos la capacidad de eliminarlo y creo que ha llegado el momento de ejercer esa capacidad", dijo Robertson, a su audiencia.

Robertson representa a una minoría del Partido Republicano, razón por la cual sus declaraciones nunca son echadas en saco roto. No en vano, el presidente George W. Bush lo ha recibido en varias ocasiones en la Casa Blanca e incluso y le ha concedido varias entrevistas.
La postura del pastor frente a Chávez no es nueva. Durante el golpe de Estado de 48 horas contra el presidente venezolano (2002), Robertson, –multimillonario fundador de la Coalición Cristiana de E.U– acusó al gobierno Bush de "no actuar oportunamente en un momento crucial".
El pastor, ex candidato a la presidencia de E.U. por el partido republicano (1992), se ha declarado abierto partidario del movimiento sionista.

Es un fuerte opositor de los matrimonios gay, el aborto, y la pornografía, a los que califica como "amenazas tan peligrosas para el país como los mismos lugartenientes de Osama Ben Laden o los talibanes en Afganistán".

En el 2002, sostuvo que el Corán, libro sagrado de los musulmanes, estimulaba el asesinato de los miembros de otras religiones. También ha equiparado a algunos jueces estadounidenses, entre ellos miembros de la Corte Suprema de Justicia, con "terroristas".

"El presidente venezolano, Hugo Chávez, consiguió un nuevo mejor amigo esta mañana: el evangelista de televisión Pat Robertson. Con su asombroso llamado para asesinar al líder izquierdista (...), Robertson con seguridad logrará hacer de Chávez un ícono antiyanqui aún más popular en Venezuela, Latinoamérica y alrededor del mundo". (Tim Padgett, columnista de la revista 'Time')

El vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, catalogó de "declaración terrorista" las palabras del pastor ultraconservador evangélico estadounidense Pat Robertson, quien el lunes dijo, a través de su programa de TV Club 700, que "ha llegado la hora" de asesinar a Hugo Chávez para evitar una guerra costosa.

"Existe una normativa legal en E.U. que condena y castiga declaraciones de esta naturaleza. Es de una hipocresía inmensa mantener un discurso contra el terrorismo y al mismo tiempo que en el seno de esa nación haya declaraciones evidentemente terroristas, como las producidas por el pastor de la Coalición Cristiana", dijo.

El representante del Departamento de Estado de E.U., Sean MacCormack, rechazó que las palabras del pastor, un "ciudadano privado", representen la posición del gobierno Bush.

"No compartimos sus puntos de vista y nos parece que su comentario es imprudente. Cualquier acusación o insinuación de que estemos considerando acciones hostiles contra Venezuela o su gobierno es totalmente carente de fundamento", añadió.

El secretario de Defensa de E.U., Donald Rumsfeld, también rechazó la declaración del pastor arguyendo que el gobierno estadounidense "no hace ese tipo de cosas".

Para el embajador venezolano en E.U., Bernardo Álvarez, hace falta una condena "más firme y clara por parte de la Casa Blanca", pues estas declaraciones no son "de una persona cualquiera (…) es una persona de mucha exposición pública, con vinculaciones con la administración actual".

Chávez, que se encontraba en Cuba visitando a su colega y amigo, el presidente Fidel Castro, prefirió ser poco expresivo, según dijo, porque en ese momento no había sido informado de las declaraciones de Roberston: "Ahora, lo que opinen, ni me va ni me viene", añadió.

(«EL TIEMPO», Colombia)
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