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La urgencia de una agenda social frente a la realidad global
Ricardo Lagos
En un articulo publicado 25.08.2002 en el diario venezolano El Comercio, el Mandatario reflexiona sobre los retos que enfrenta America Latina.
Hoy los paises de America Latina enfrentan uno de los retos mas dificiles que han marcado su historia. Se trata, ni mas ni menos, de encontrar los espacios de nuestra accion y presencia en un mundo de globalidad creciente, a la vez que renovamos el sentido y compromiso de la politica y la democracia. Por eso, tal vez es necesario pensar en una nueva proclama a los pueblos de este continente la cual, enraizada en los valores de independencia y construccion nacional de hace 200 anos, nos convoque a una nueva gesta de insercion en el mundo moderno a partir de un proyecto compartido capaz de generar sociedades mas justas, cohesionadas socialmente y solidamente democraticas.
Al hablar en el Parlamento de Ecuador hace algunas semanas, dije que referirse a estos temas desde su capital ubicada en el equinoccio, en el centro del planeta, era probablemente el mejor lugar para pensar los desafios del mundo global y su relacion con las tareas cotidianas y concretas presentes en cada uno de los paises latinoamericanos. Desde los anos 80, todos nuestros paises, en mayor o menor medida, hicieron suyo el asi llamado “Consenso de Washington”. Reformamos nuestras economias para lograr un marco macroeconomico equilibrado, abrimos los mercados para aumentar la competitividad, reconocimos a un sector privado eficaz y en expansion como el principal motor del progreso economico. America Latina realizo notables esfuerzos, para incorporarse a las tendencias principales del sistema internacional y aproximarse a la modernidad difundida por el proceso globalizador.
Sin embargo, si bien nuestra region logro avances importantes, el balance de hoy dista de ser positivo y una vez mas la frustracion asoma su rostro entre los pueblos del continente. Ello se debe a que los cambios de las politicas economicas no se han traducido en bienestar para gran parte de los ciudadanos y la desigualdad ha seguido reproduciendose.
Este malestar economico y social se ha extendido en muchos de nuestros paises al campo politico y amenaza la legitimidad de las democracias en el continente. Vemos que crece el desapego a las instituciones, a las organizaciones y a los liderazgos. Aqui tenemos un reto mayor. Como resultado de dificultades en el camino, los sistemas democraticos son percibidos por muchos de nuestros conciudadanos como insuficientes para dar respuestas a las demandas de las mayorias.
Creo que el problema puede resumirse en que las politicas economicas basadas en el Consenso de Washington no alcanzan por si solas a resolver los desafios de equidad y de igualdad de oportunidades, sin las cuales no es posible la cohesion social. Esta cohesion social requiere de politicas publicas orientadas a su consecucion. Por lo tanto, ello exige poner la misma fuerza con la cual hemos impulsado reformas economicas indispensables, en llevar adelante aquellas reformas sociales que brinden seguridad a la ciudadania. La gente espera vivir con mas certezas en ambitos como el trabajo, la salud, la educacion y el acceso a la vivienda, garantizando proteccion social mediante sistemas universales, solidarios, eficientes e integrales.
Como todos sabemos, estas reformas no son faciles de implementar. Ellas provocan la resistencia de distintos intereses corporativos y, en muchos casos, concitan el rechazo de los fundamentalistas del mercado. Ante ellos cabe hablar con claridad: el mercado asigna recursos y asigna bien los recursos, pero actua en tanto somos consumidores. Esa es su dimension, no otra. Ciudadanos y consumidores somos todos, pero los consumidores solo participan segun su bolsillo. Los ciudadanos tenemos todos un voto y en ello se funda la igualdad democratica. Las sociedades deben articularse a partir de los ciudadanos, no de los consumidores. Ello esta ligado directamente con la calidad del debate publico y apunta a construir democracias serias y responsables, que rechazan el populismo y la falta de transparencia en el manejo de los asuntos publicos y saben decir “no” cuando las prioridades y los recursos lo indican. Lo que estamos viendo en la America Latina de hoy no es consecuencia de un fracaso de la democracia ni lo es de determinados planteamientos economicos. Pero si debemos asumir que no hemos sido capaces de sostener con la misma fuerza la necesidad de impulsar politicas economicas serias en paralelo a politicas sociales impostergables. Esa es la unica via para superar los riesgos sociales instalados entre nosotros a partir de la globalizacion, a la vez que dar calidad a la democracia y cohesionar sociedades escindidas durante siglos. Los cambios vividos en los anos recientes nos convocan a entender los procesos de globalizacion en todas sus dimensiones. Hay quienes ven en ello solo los aspectos negativos, otros ven sobre todo sus oportunidades. La verdad es que la globalizacion es un proceso irreversible y ambivalente que conlleva peligros y posibilidades. La caida del Muro de Berlin fue una conquista importante de la libertad, sin embargo no hizo caer el Muro entre ricos y pobres, entre alfabetos y analfabetos, no hizo caer el muro entre los que tienen y no tienen acceso a oportunidades de educacion o de salud, esos muros existen, y esos muros plantean desafios frente a los cuales todos somos llamados a actuar. Lo anterior hace que frente a la nueva realidad global, los paises de America Latina debemos tener una posicion activa.
No queremos una globalizacion sin reglas porque en ese caso las reglas las pondran los mas fuertes. El mundo de hoy tiene reglas, pero muchas de ellas marcadas por su origen tras la Segunda Guerra Mundial. Y esa realidad plantea interrogantes: ?Cual es la carta de Naciones Unidas que necesitamos hoy? ?Donde se debate el futuro? ?O se debate en el Grupo de los 8, y en ese caso, cual es nuestra voz ahi? ?Que ocurre con los acuerdos de Bretton Woods levantados para reconstruir la Europa devastada por la guerra? ?Y que tiene que ver el mundo economico de 1944, ese de Bretton Woods, con el mundo economico de 2002 a escala planetaria? El Fondo Monetario Internacional surgio para cuidar los tipos de cambio entre los paises y promover su comercio. Hoy su rol es muy distinto y hace inevitable la pregunta: ?cuando y donde hemos debatido estos nuevos poderes del FMI? Frente al terrorismo el mundo ha conocido la mas grande coalicion nunca registrada en la historia de la humanidad. Esta coalicion tiene ante si la oportunidad de interrogarse por todos los temas que la globalidad del siglo XXI ha traido a la realidad contemporanea. Para avanzar en la interaccion globalidad, democracia, equidad y ciudadania es necesario poner al ser humano en el centro de nuestras politicas. El gran frente levantado ante la amenaza terrorista tras los atentados del 11 de septiembre, tambien tiene la posibilidad de actuar en terminos positivos, definiendo los nuevos parametros de convivencia en los cuales se inscriba la accion politica de este tiempo.
El terrorismo es un problema global pero existen otros problemas globales que dan base a la inestabilidad, desigualdad e injusticia que operan como caldo de cultivo del terror y la inseguridad.
Se requiere en consecuencia de una agenda que se proponga una nueva arquitectura financiera internacional y sea capaz de proteger otros bienes publicos tales como la vigencia de los derechos humanos, el medio ambiente, la superacion de la pobreza y las desigualdades a traves de instrumentos y reglas capaces de proteger los esfuerzos de las economias mas debiles.
Ya es hora de pensar cual es la carta social a nivel mundial que queremos para reforzar la cohesion de las sociedades a nivel global, tal como se han hecho los pactos sociales a nivel nacional a lo largo del siglo XX, pactos como los que hicieron posible el exito economico y el fortalecimiento de la democracia en la Europa devastada por la Segunda Guerra. Por su parte, las fuerzas del mercado descubren dia a dia como sus estrategias de crecimiento requieren de un ordenamiento institucional basado en valores y de una cohesion social efectiva. Desafios de esta envergadura exigen la creacion de condiciones internacionales que compensen las relaciones asimetricas de poder que hoy caracterizan al mundo global. Ningun Estado, ni siquiera el mas poderoso, puede hacer frente unilateralmente a los grandes retos del mundo actual. Si esto es asi para las superpotencias, para paises como los nuestros la cooperacion internacional es asunto de supervivencia. La alternativa es desarrollar una globalizacion de mas calidad y en ella nuestros paises tambien pueden estar presentes, sentandose a la mesa con meritos renovados. Pero, para poder hablar al mundo, tenemos que hacer bien nuestras tareas aqui. Para ser escuchados afuera debemos tener la autoridad surgida de lo que hemos hecho adentro. No es excusa, para no hacer las tareas en nuestra realidad, levantar el indice contra un mundo que aun no esta ordenado. Hay politicas publicas que no podemos eludir si queremos hacer de America Latina un espacio de democracia solida y profunda. Desde esa vitalidad, y uniendo nuestras voces en una voz potente, podremos impulsar -mediante mecanismos o iniciativas multilaterales a escala regional o mundial- una agenda que ofrezca soluciones globales a problemas tambien globales, que de una u otra forma ya se han instalado en medio de nuestros paises, de nuestras ciudades y de nuestros muros.
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