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Aventurero norteamericano regresó en busca del TESORO de Juan Fernandez

Por Andrea de la Cruz (La Segunda, Chile)
5 de Enero de 2001
Bernard Keiser parte el próximo domingo a la isla que ha abandonado sólo esporádícamente desde la suspensión de las faenas de rastreo, en noviembre de 1998.
El buscador delimitó su área de prospección a 1,5 hectárea y asegura que ahora sí que está muy cerca de los 800 barriles de oro.

La detención de las faenas de búsqueda del tesoro de la isla Juan Fernández el 17 de noviembre de 1998 no signifícó un freno para las ansias del aventurero norteamericano Bernard Keiser.

El millonario de cincuenta años se fue, pero meses después regresó dispuesto a demostrar que 800 barriles repletos de oro, que habrían sido escondidos en el siglo XVIII por el español Juan Uribe y Etcheverría existen en algún punto de la zona.

Isla Juan Fernández

Keiser lleva más de dos años siguiendole la pista a esta legendaria fortuna avaluada en unos 10 mil millones de dólares, que en caso de ser hallada no iria a dar completamente a sus bolsillos. De hecho, él sólo conservaría un 25% y el físco se quedaría con el 75% restante, de acuerdo al marco legal que rige en estos casos.

El buscador regresará a la isla este domingo para iniciar una nueva fase de rastreo que se extenderá hasta fines de enero, con posibilidades de prolongarse durante febrero y marzo. Noviembre y diciembre pasado fue época de intenso trabajo. Se fue a Estados Unidos, a Illinois, a pasar las fiestas de fin de año y ahora está de vuelta sni mucho animo de revelar sus "secretos", pero con ganas de dejar en claro que está muy cerca del tesoro.

Trajo 3 máquinas nuevas de Estados Unidos

"Confío en mi investigación, la historia tiene mucho de verdad. Ahora estoy cavando en un área de 1,5 hectárea, más cerca del mar, en la playa, porque he sacado conclusiones sobre mi anterior búsqueda, la que realicé más arriba, donde hallé sólo rocas", afirma en su particular "spanglish". El expedicionario piensa perforar este cuadrante entre siete y ocho metros, apoyado por cinco máquinas, tres de ellas de tecnología muy avanzada que trajo de Estados Unidos. "Permiten discriminar los materiales presentes en el suelo de esta isla, que es de origen volcánico y tiene una composición complicada, en la que se mezclan muchos minerales distintos".

"Me quedan tres años... pero podría haber sorpresas pronto "

Se ha fijado plazos y bromea con ellos. "Me propuse hallar el tesoro en cinco años. Ya han transcurrido dos, así que me quedan tres, pero podría haber sorpresas a fín de año. No sé qué haré si no encuentro nada, no me gusta pensar en el futuro", precisa.

Más en serio, subraya que gracias a que cuenta con la venia de entidades como Conaf, Conama, la Armada de Chile y el Consejo de Monumentos Nacionales, entre otras, "trabajaré seis meses cada año".

"Son 100 millones de pesos mensuales" los que está invirtiendo

Leopoldo González Charpentier, alcalde de la isla Juan Fernández, confía en que el esquivo tesoro tarde o temprano se asomará. "No es que Bernard fuera en su primer intento a encontrar el tesoro. Es cierto que se encontró hace dos años con pura roca, pero para él eso no fue una decepción, fue algo normal que estaba considerado dentro de su proyecto que contempla trabajos repartidos en mas o menos diez etapas, de las cuales lleva cinco o seis recién", comenta.

Según González, el aventurero ha desembarcado en la isla un completo aparataje que, sumado al hospedaje, comida y traslado, le significa un elevado nivel de gastos. "Está desembolsando alrededor de cuatro millones de pesos diarios en todas estas labores; son cien millones de pesos mensuales más o menos".

Berharo Keiser suele vestir de blanco cuando acude a las excavaciones, lo que dificulta bastante la tarea de la señora que le da hospedaje y cuida de su ropa en la isla Juaii Femández·
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