Rusia y Cuba intentan recomponer relaciones

13 de Diciembre de 2000
Tras el derrumbe de la URSS, los vínculos políticos y económicos entre Moscú y La Habana sufrieron un sensible deterioro. El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, llegó a La Habana en la primera visita a la isla caribeña de un Jefe de Estado de ese país desde la desaparición de la Unión Soviética.

La llegada de Putin está prevista al frente de una delegación que incluye a los ministros de Defensa, Igor Sergueyev, Justicia, Yuri Chaika; Salud, Yuri Shevshenko; y Comunicaciones e Información, Leonid Reiman, así como a varios gobernadores y legisladores.

Dentro de ese marco, Cuba "es nuestro antiguo y tradicional socio en el mundo y el primero en América Latina", según declaró el Presidente ruso en una entrevista trasmitida por la televisión oficial cubana.

Putin lamentó que después de los acontecimientos ocurridos hace una decada "se perdió la base ideológica de nuestras relaciones y se le infligió un fuerte daño a nuestros vínculos", pero recalcó que "el papel de Cuba para nosotros es muy importante".

"Desafortunadamente, en los años en los que nuestros contactos económicos se desplomaron, muchos aspectos importantes de actividad mutua se perdieron, y la posición de las empresas rusas fueron ocupadas por competidores extranjeros" señaló Putin·

Tanto las autoridades rusas como las cubanas han manifestado públicamente en los últimos tiempos su interés por potenciar las relaciones bilaterales en todos las áreas, tras una década de distanciamiento, en la que sufrió una drastica caída el fuerte vínculo económico del pasado.

El presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, declaró que la visita de Putin "va a servir para impulsar concretamente las relaciones que tenemos en estos momentos en diversos campos y que se aspira a multiplicar y a consolidar mucho mas".

Alarcón, quien visitó ofícialmente Rusia hace poco, atribuyó "una importancia especial" al viaje de Putin y consideró que expresará "el desarrollo creciente" de las relaciones entre ambos países.

Vladimir Putin es el primer Presidente ruso que visita la isla caribeña, desde que en 1989 lo hiciera Mijaíl Gorvachov, dos años antes de que se produjera el desmoronamiento de la Unión Soviética, que provocó un fuerte impacto en las relaciones entre los dos países.

En 1990 Cuba exportaba a la Unión Soviética el 63 por ciento de su azúcar, el 73 por ciento de su níquel, el 95 por ciento de sus cítricos y el 100 de las piezas y componentes electrónicos, y a cambio recibía el 63 por ciento de los alimentos, el 86 de las materias primas, el 80 por ciento de la maquinaria y equipo, el 74 por ciento de las manufacturas y el 98 de los combustibles.

Si en sus mejores tiempos los intercambios comerciales entre Cuba y la antigua URSS alcanzaron entre los 5.000 y 9.000 millones de dólares anuales, a mediados de la década pasada se habían reducido a unos 500 millones de dolares y el año pasado llegaron casi a 1.000 millones.

Actualmente, los partidarios de Fidel Castro recuerdan con cariño a los "hermanos" soviétieos, que tanta ayuda dieron a la isla, pero guardan recelo contra un régimen ruso que los dejó solos en el barco del socialismo, en un mar más que tormentoso.

Aunque sus intercambios se redujeron considerablemente y tienen actualmente como principal base el trueque de petróleo por azúcar, Rusia mantiene un lugar privilegiado entre los socios comerciales de Cuba.

También heredó una deuda cubana contraída en la época de la antigua URSS de más de 20.000 millones de rublos (a la par del dólar en aquellos momentos) y que, según observadores occidentales, sería uno de los asuntos que abordará Putin con su colega cubano, Fidel Castro.

Entre los puntos claves figuren la reanudación de las obras en la planta electronuclear de Juraguá y la estación militar radioelectrónica rusa de Lourdes, al suroeste de La Habana.

Las obras de la primera central electronuclear cubana se iniciaron en 1981, pero el Gobierno de La Habana decidió paralizar su construcción en 1992 por falta de financiamiento requerido para su terminación, calculado hace varios años en unos 750 millones de dólares.

Putin también trae en cartera varios proyectos de inversión rusos, el principal de ellos, por unos 300 millones de dólares que serían destinados a la ediñcación de una planta para la producción de níquel y cobalto a partir de la creación de una empresa mixta. (Agencias)
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