Carta abierta a Mйxico en tiempos electorales

16 de Mayo de 2006
Se acerca la fecha de las elecciones presidenciales. Despuйs de una ridнculamente larga campaсa polнtica, entre tanto bombardeo televisivo de espots y diбlogos dogmбticos entre familiares y amigos, puede resultar difнcil pensar claro y elegir un candidato con base en la factibilidad de sus propuestas, la conveniencia de estas propuestas para la mayorнa de los ciudadanos y las consecuencias benйficas a largo plazo para Mйxico. Sin descanso, los pavorosos mensajes profйticos de peligro, que los medios de comunicaciуn parecen fascinados de transmitir, asн como las imбgenes de violencia social reciente estalladas en Atenco y Texcoco, parecen sugerir que йste es el tipo de escenario social que nos esperarнa en el futuro si no votбramos por la continuidad de gobierno. Sin embargo, sucede que los hechos, todos, huelen a podrido.

Por un lado, los eventos recientes parecerнan indicar que al Presidente Vicente Fox se le fue de las manos el paнs; sin embargo, analizando la situaciуn un poco mбs allб de lo obvio, resulta ilуgico.

їCuбl presidente, incluso uno de poca inteligencia, permitirнa una situaciуn semejante a pocas semanas de las elecciones, siendo йste el tiempo mбs propicio para cuidar (o rescatar) su imagen? їSerб que la violencia estб siendo condonada, apreciada (incluso provocada y alentada) por el gobierno actual? Si el partido gobernante ha apostado a la estrategia del miedo (“tal candidato es un peligro”...etc.), cуmo creer que no harб todo lo que estй en sus manos para fomentar el
miedo, y їquй mejor manera que mostrando violencia, con el obligado mensaje subliminal de \"El candidato del PAN serб quien ofrezca calma y estabilidad\"?

Simplemente recordemos los eventos de la carrera electoral de hace dos sexenios. En 1994, despuйs del asesinato de Colosio y el
levantamiento zapatista, Zedillo ganу las elecciones (a pesar de haber sido uno de los candidatos mбs grises de nuestra historia) porque el miedo hizo que la gente apostara a la estabilidad que
-convenientemente- habнa roto el mismo partido gobernante. Resulta difнcil creer que en estos tiempos electorales las cosas estйn sucediendo por motivos distintos.

Agrandando un poco la vista y la memoria histуrica, los recientes hechos como el asesinato de mineros, las detenciones arbitrarias y represiуn policнaca en Atenco y Texcoco, los aplazamientos de huelgas, la nueva ley de radio y televisiуn, las agresiones a Elena Poniatowska y a los acadйmicos y literatos que levantan la voz en protesta a dichas agresiones, el lenguaje y actitudes pro-fascistas del dirigente del PAN, los intentos de privatizaciуn de nuestros recursos naturales, el continuo ataque al candidato a la Presidencia por el PRD, las alarmantes declaraciones de John Dimitri Negroponte (Director Nacional de Inteligencia de los Estados Unidos) sobre el peligro de la
“radicalizaciуn” de Amйrica Latina, recuerdan alarmantemente a Chile en 1970, en vнsperas de las elecciones presidenciales donde, democrбticamente, ganу Salvador Allende.

Como es bien sabido, al triunfo de Allende los grupos de derecha continuaron (financiados por el gobierno y corporaciones extranjeras y avalados por algunos sectores de la Iglesia) sus acciones de desprestigio y violencia encaminadas a declarar el paнs ingobernable y justificar un golpe de estado como el que tres aсos despuйs se dio, escudado en “el deber moral de extirpar al comunismo de raнz”.

Los tiempos cambian y cambia la demagogia, pero la esencia y las tйcnicas son las mismas.

El villano paнs de malas influencias, Moscъ, es ahora reemplazado por el villano paнs de malas influencias, Venezuela. El peligro a vencer era el ‘comunismo’; ahora es el ‘gobierno populista’ quien osa preocuparse por el bienestar de sus nacionales, antes que por las ganancias econуmicas de unos cuantos beneficiados y de las grandes empresas extranjeras. Bien dice Galeano que ‘solo los paнses dominantes pueden darse el lujo de ser patriotas’; en los paнses dominados, como Mйxico, la creencia en la autodeterminaciуn, el amor por la herencia histуrica y el deseo de resarcirla es automбticamente
catalogado de populista radical.

Algunas personas hablan, asustadas, sobre el peligro de que Lуpez Obrador gane las elecciones, entre otras cosas porque le quitarб “todo a los ricos para dбrselo a los pobres” o porque “va a ser igual que Chбvez”. Encarados a la pregunta de їQuй tiene de malo el gobierno, democrбticamente elegido, de Venezuela?, generalmente se quedan callados o responden que es un dictador que esta ahн porque usurpу la presidencia. Desgraciadamente, la ignorancia no justifica la estupidez; tambiйn se escuchan comentarios de gente preparada que dice preferir un golpe de estado y un gobierno represivo de derecha a quede un populista a la cabeza del paнs.

Quizбs no estй de mбs recordarles a estas personas tan pro-fascistas que durante el golpe militar chileno y los 15 aсos de dictadura que le siguieron fueron torturados, desaparecidos y asesinados miles de personas quienes, en mayor o menor grado, se atrevieron a disentir, a reclamar libertad e igualdad social. En caso de que eso les parezca trivial y justifiquen sus бnimos violentos pensando en su economнa, quizбs no estй de mas aclararles que las promesas sobre el fortalecimiento de la economнa del paнs mediante la libertad de mercado con los Estados Unidos y con Europa, la privatizaciуn de los recursos naturales y servicios pъblicos (semejante a lo que promete el PAN) no provocaron ninguna mejorнa en la microeconomнa de Chile y la calidad de vida de la mayorнa de la poblaciуn.

En Chile, como en Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil, los gobiernos represivos de derecha se caracterizaron por generar pobreza, disminuir recursos para la educaciуn y salud publica, privatizar los recursos naturales del paнs para beneplбcito de los gobiernos extranjeros, reprimir a los que osaban pensar, asesinar a los que osaban protestar, encarcelar a los que osaban mostrar solidaridad. Un gobierno represivo de derecha en Mйxico no seria distinto.

El partido gobernante amablemente nos ha mostrado su estilo y su falta de principios para lograr sus propуsitos. Antes de votar, pensemos si lo hacemos por miedo o fundamentado en anбlisis maduros y nuestras propias convicciones. Pensemos si queremos elegir un gobierno represivo; si durante los siguientes seis aсos queremos seguir siendo un paнs destinado a la desigualdad, donde unos pocos tienen mucho y casi todos tienen nada; si queremos un Mйxico con indicadores macroeconуmicos de sueсo y una microeconomнa que obliga a dos millones de mexicanos a emigrar para sobrevivir, si queremos continuar siendo patio trasero de las potencias extranjeras, si queremos que se abra el mercado (incluyendo el de nuestros recursos naturales) a las corporaciones extranjeras asegurando un futuro venturoso para ellos y para un puсado de elegidos y un futuro de desigualdad social para la mayorнa de los mexicanos. Si queremos que los niveles de analfabetismo no disminuyan, que la educaciуn y la salud de calidad sean privilegios de los ya privilegiados, que se integre abiertamente la iglesia en la vida polнtica del paнs; si queremos que el agua la puedan consumir
solo los que la pueden pagar, que las playas –constitucionalmente pertenecientes a todos los mexicanos- sean propiedad de extranjeros, entonces voten sin apuro por la continuidad, que de seguro no serбn traicionados. Si, en cambio, desean construir otra realidad, construir el Mйxico que aъn no existe, entonces es importante y urgente abrir los ojos, sacudir la indiferencia, leer entre lнneas, decir NO, decir YA BASTA. Es importante y urgente estar alerta para evitar que se
repita la historia.

Karina Acevedo W. Investigadora Posdoctoral del Instituto de Zoologнa, Inglaterra.
Natalia Mantilla B. Investigadora Posdoctoral del Instituto Gulbenkian de Ciencia, Portugal.

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